BRISTOL -- En el MetLife Stadium, los Dallas Cowboys perdieron un touchdown porque uno de sus receptores podría haber comenzado a bloquear demasiado pronto en un pase pantalla. Una hora más tarde, aproximadamente, los San Diego Chargers vieron anulada una anotación cuando los movimientos de su receptor provocó la caída de un back defensivo de los Oakland Raiders.
Así es como ejecuta la NFL un punto de énfasis: presionar a los oficiales para hacer cumplir un castigo de manera estricta --la interferencia ofensiva de pase, en este caso-- que a veces parecen ver fantasmas. Durante siete semanas de acción, la liga está por delante del ritmo que tenía en el 2014, cuando estableció récord de interferencias de pase ofensivas. Los oficiales están poniendo atención especial no sólo que los receptores empujan al final de sus rutas, como hicieron la semana pasada, sino para bloqueos prematuros en pases pantalla y en otras jugadas también.
Los detalles están en la tabla. Hasta ahora en la temporada, los equipos han sido castigados con 61 interferencias de pase en ofensiva, de acuerdo a ESPN Stats & Information. Eso pone a la liga por delante del ritmo de su temporada récord del 2014 que terminó con 143 castigos por interferencia de pase ofensiva (aceptados y negados). Si este ritmo continúa, la NFL habrá duplicado esa cifra de castigos en un periodo de dos años.
Los New England Patriots (seis) y los Philadelphia Eagles (cinco) han sido los más afectados, lo que no sorprende considerando los esquemas de pases cortos que utilizan a menudo (los Green Bay Packers han sido castigados sólo una vez).
Algunos de los castigos del domingo se produjeron en jugadas apretadas. El libro de jugadas de la NFL (regla 8, sección 5, artículo 4) prohíbe bloquear una yarda más allá de la línea de golpeo antes que el balón sea lanzado. El receptor abierto de los Dallas Cowboys, Devin Street, estaba seis yardas por delante de la línea cuando tomó al esquinero de los New York Giants, Dominique Rodgers-Cromartie, pero a simple vista, pareció que lo hizo al mismo tiempo que el mariscal de campo Matt Cassel lanzó el balón.
Era lo suficientemente cercano para pasarlo por alto en la mayoría de los casos, pero no cuando la liga ha puesto énfasis en ese tema. El réferi John Parry rápidamente marcó el castigo.
Más tarde, en Qualcomm Stadium, el receptor de los Chargers, Keenan Allen, corrió hacia las diagonales mientras miraba al mariscal de campo Philip Rivers. A medida que el balón se acercaba, Allen giró su cuerpo hacia la banda para hacer la recepción. En el proceso, levantó su brazo izquierdo alrededor del esquinero de los Raiders, Neiko Thorpe, terminando con un movimiento que hizo parecer que lo había empujado. Eso fue suficiente para la plantilla del réferi Jerome Boger.
Para dar más contexto, ni Perry ni Boger están entre los líderes en castigos marcados por interferencia de pase ofensiva entre las 17 cuadrillas de oficiales de la NFL esta temporada. Esa distinción pertenece a Ronald Torbert, cuya plantilla tiene nueve infracciones marcadas. Las cuadrillas de Walt Coleman y Terry McAulay han marcado seis castigos cada una.
¿Cuál es el objetivo de la NFL aquí? De alguna manera, es el mismo que su insistencia en el contacto ilegal y sujetar a la defensiva. La liga quiere un campo limpio en el juego aéreo. Los jugadores tienen que enfocarse en el balón, no en los otros jugadores, en su intento por hacer una jugada. De lo contrario, pueden arriesgarse a ser castigados, de cualquier lado del balón.
EL BALÓN, EL ARCO Y LA FLECHA
La semana pasada, detallé 15 maneras extrañas por las que un jugador de la NFL puede ser multado. Bueno, aquí está la N° 16: utilizar un balón como utilería en una celebración, lo que exige un castigo de 15 yardas durante el partido.
Los castigos siempre molesta a los observadores porque no se aplican de manera consistente. En la Semana 4, por ejemplo, el esquinero de los Carolina Panthers, Josh Norman, fue castigado por simular que montaba un caballo, con el balón entre sus piernas, luego de una intercepción devuelta para touchdown. Por otro lado, los oficiales no castigaron al receptor de los St. Louis Rams, Stedman Bailey, durante el partido la misma semana por utilizar el balón como almohada en una celebración.
En un video informativo distribuido a los medios, el vicepresidente de oficiales de la NFL, Dean Blandino, indicó que Bailey debió haber sido castigado.
"Esta fue una regla que se estableció para evitar que las cosas se agraven", declaró Blandino. "Tuvimos situaciones donde jugadores utilizaban el balón como utilería y se estaba volviendo elaborado, se estaba extendiendo, y estábamos creando esta animosidad con el equipo que anotó y el que le anotaron, estábamos teniendo altercados y esto se salió de control.
"Desde luego que no queremos quitarle la diversión al juego. Los jugadores pueden celebrar. Pueden chocar las manos, chocar puños, lo que quieran. Pero no pueden usar el balón como utilería".
Toda la conversación suena tonta, pero 15 yardas en un partido cerrado no es nada para reírse. Supongo que es por eso que se ha generado la duda de si el profundo de los Kansas City Chiefs, Eric Berry, debió haber sido castigado por una celebración en la que lanzó el balón al aire e imitó dispararle con un arco y una flecha.
Las emociones de Berry eran evidentes, con su primera intercepción desde que fue diagnosticado con linfoma en noviembre del 2014. Pero si quieren ser técnicos, el balón sirvió como blanco en su celebración. Me alegra que el réferi Walt Coleman no lanzara el pañuelo, pero probablemente debió haberlo hecho. Berry, al igual que Bailey y Norman en la Semana 4, probablemente recibirá una carta informándole de su multa por parte de la NFL esta semana.