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Berdych, por el golpe en Londres

Getty Images

LONDRES -- Un año con altibajos. Quizás esas palabras son las que mejor describen la temporada de Tomas Berdych, actual número siete del mundo. Sin títulos en la temporada, pero con tres finales y un récord 52 triunfos y 22 derrotas en el año, el checo jugará por cuarto año consecutivo las Finales ATP de Londres.

"Para mí, siempre es uno de mis objetivos al inicio de cada temporada y es un honor clasificarme", remarcó Berdych, quien será el único en la capital inglesa sin haber ganado un torneo en 2013. El último antecedente de algo así fue hace tres temporadas y el dueño de la marca es el propio checo. Algo bastante particular.

Pese a su paso regular, el actual número siete del mundo parece llegar a Londres en el momento más pálido de la temporada. Algo tocado en lo físico durante la gira asiática, por una lesión en la espalda que lo obligó a abandonar en Pekín, arriba a las Finales ATP con sólo seis éxitos en sus últimos 11 partidos.

La agitada temporada de Berdych, que aún tiene por delante la final de la Copa Davis, seguramente le esté pasando factura. Su año comenzó muy temprano, en la primera semana del calendario, en Chennai, aunque con rápida despedida. Sus buenos resultados llegaron como envión del Abierto de Australia, donde hizo cuartos de final y lo empujó hacia, tras ser la enorme figura ante Suiza como visitante, las finales de Marsella (derrota con Tsonga) y Dubai (caída ante Djokovic).

Sin descanso, el checo hilvanó buenas actuaciones en Indian Wells, donde se topó con Rafael Nadal -por entonces ascendente- en semifinales, y en Miami, con derrota en cuartos de final ante Richard Gasquet. No obstante, el debe de ausencias de títulos sumaba un nuevo compañero: pocas victorias ante rivales de igual o superior jerarquía: apenas dos (Roger Federer y Gasquet) en los primeros cuatro meses de la temporada.

Siempre es uno de mis objetivos al inicio de cada temporada y es un honor clasificarme

Pero la poca acción de abril, con apenas cuatro partidos sobre el clay de Monte Carlo y Barcelona, fue una bocanada de aire fresco para este dueño de ocho títulos en su carrera. Mayo lo encontraría totalmente renovado, con su saque punzante y con una aceleración envidiable en la derecha. Roma y Madrid, pese a sus nuevas caídas en semifinales, fueron testigo de sus dos grandes golpes en la temporada: triunfos ante Andy Murray, en Italia, y Djokovic, en España. Estaba a la altura, sin dudas.

Sin embargo, ese par de éxitos ante Top 3 parecieron marcar una barrera para Berdych, que luego le dio continuidad a su temporada con una marca de 8-5, con una derrota en la primera ronda de Roland Garros (ante Gael Monfils) y sorprendentes traspiés ante Thiemo de Bakker (104° del mundo) y Vasek Pospisil (71°). En el medio, un interesante cuartos de final en Wimbledon, aunque sin victorias ante Top 20.

El Masters 1000 de Cincinnati pudo ser el punto de reacción para Berdych, sobre todo por su contundente éxito ante Murray en cuartos de final, pero no. Luego atravesó un decepcionante US Open, donde cayó ante un rival en alza (Stanislas Wawrinka), y sintió el golpe anímico de ceder nuevamente en una final -su tercera en el año- ante Milos Raonic.

Pekín, pese a sus semifinales, le dejó dudas por una lesión en la espalda; y el Masters 1000 de Shanghai y Basilea, si bien le pusieron en claro su recuperación física, le sembraron incógnitas por su pálido nivel. En París, en tanto, mostró una leve recuperación hasta escalar a los cuartos de final por lo que a Londres con un aviso: descansando, por el poco andar de estos últimos meses, puede ser peligroso para cualquiera, como lo plasmó en mayo.

La historia, por su parte, no será sencilla en las Finales ATP. Tiene récord negativo ante sus tres rivales de grupo, acentuado en las últimas temporadas. Con Nadal está 3-16, pero no le gana desde 2006 y perdió los últimos 15 partidos; con David Ferrer se encuentra 3-6, aunque con una marca de 1-6 en los últimos siete años; mientras que con Stanislas Wawrinka está 5-7, pero con un llamativo 1-5 desde 2010.

Sin dudas, con un año sin títulos y con los antecedentes en contra, Berdych va por un verdadero golpe en Londres.