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Escribió unas cuantas páginas

ROMA -- El "Armando Picchi", donde el miércoles se medirán el Livorno y el Espanyol, correspondiente a la ida de los dieciseisavos de final de la Copa de la UEFA, es un estadio "veterano", con 74 años de historia, que fue cerrado ya en otras ocasiones y que ahora está fuera de la normativa.

La historia del estadio "Armando Picchi", nombre que le fue dado en el año 2000, es curiosa: resistió el paso de la Segunda Guerra Mundial, estuvo bajo el control de varios regímenes políticos y, con ello, tuvo varios nombres. Es casi un repaso por la historia de Italia desde 1933.

El estadio, propiedad del Ayuntamiento de Livorno, comenzó a construirse en 1933 y fue inaugurado oficialmente en marzo de 1935. Su primer nombre fue el de "Edda Ciano Mussolini", en honor de la hija del dictador Benito Mussolini.

Un estreno oficial, con la presencia de la propia Edda Ciano Mussolini, que tuvo lugar con un partido entre las entonces selecciones B de Italia y Austria y que acabó con un empate sin goles.

Sus obras de construcción, pues, comenzaron en 1933, tras el ascenso del Livorno a la primera división (quedó luego octavo en la máxima categoría) y ante la necesidad de un estadio de mayor aforo que el de "Villa Chayes", donde hasta entonces jugaba el club "amaranto" (color social) y que no permitía un aforo superior a los 6.000 aficionados.

Ya desde su primera fase de construcción, proyectado por el arquitecto Raffaello Brizi y sufragado por el Ayuntamiento, el consejo provincial, una banca y empresas privadas, el estadio "Comunale" fue bautizado como "Edda Ciano Mussolini".

Y es que, según cuentan los cronistas de la época, el terreno sobre el que se construyó fue donado por la Federación Provincial Fascista, pues eran los tiempos en que el fascismo mandaba en Italia y se dedicó a construir estadios e instalaciones deportivas donde mostrar las que consideraban sus virtudes.

Curiosamente, el Livorno, que pasa actualmente por ser un equipo 'de izquierda', de tener una afición principalmente de este tipo de ideología, y cuyo capitán y actual estrella, Cristiano Lucarelli, luce un tatuaje con la imagen del "Che" Guevara, y que tiene su sede social en la "calle de la Independencia", juega en un estadio construido por el fascismo.

La capacidad del estadio, una vez acabado en 1935, aunque ya se jugó en él desde finales de 1933, era entonces de unos 20.000 aficionados, de los cuales unos 15.000 estaban en localidades de asiento.

Años después, con la llegada de la Segunda Guerra Mundial, y ya con dominio norteamericano, el estadio pasó a tener el pomposo nombre de "Yankee Stadium", pues sobre su césped las tropas estadounidense jugaban partidos de fútbol americano y realizaban desfiles militares.

Tras la guerra, ya con la Italia republicana, sufrió varias modificaciones en su estructura e instalaciones con el paso de los años y recibió en nombre de "Comunale de Ardenza", por la zona en que está ubicado.

Luego, en 2000, ya tomó su actual nombre de "Armando Picchi" en honor de quien fuera uno de los grandes orgullos futbolísticos de Livorno.

Nacido en Livorno el 20 de junio de 1935, Armando Picchi llegó a ser capitán del Inter de Milán y conquistó tres ligas, dos Copas de Europa y dos Copas Intercontinentales. Fue entrenador de la Juventus y murió de cáncer el 26 de mayo de 1975.

Antes de ser dedicado a "Picchi", el estadio sufrió su clausura en tres ocasiones y, en todas, por invasión del terreno de juego por parte de los aficionados del Livorno.

La primera de ellas (tres partidos de cierre), en la temporada 1947-48, y en partido contra el AC Milan, por invasión del terreno de juego e intento de agresión al colegiado y a los jugadores del equipo rival; culpados de haber anotado un gol pasado el denominado tiempo reglamentario.

El segundo cierre (seis encuentros) fue en la campaña 1967-68, en un Livorno-Monza (2-2) y, de nuevo, por invasión de campo y agresión (esta vez efectiva) al colegiado, que otorgó el tanto del empate final visitante pasados los 90 minutos de juego.

Y la tercera clausura, en la liga 1998-99, en el Livorno-Módena, de nuevo por saltar el público al terreno de juego, interrumpiendo el partido. Pero esta vez no era con el árbitro ni el rival, sino que lo hicieron para protestar contra sus jugadores por la mala campaña realizada.

Ahora el "Picchi", que cuenta con 19.238 localidades para el campeonato italiano, pero con 14.752 puestos para la Copa de la UEFA, podría ver jugar a "puerta cerrada" y no por culpa de su afición; sino por la violencia que rodea al "calcio" y no cumplir la totalidad de las normas de seguridad recientemente aprobadas en Italia.

El miércoles recibirá al Espanyol con un presumible vacío en sus gradas, con tan sólo la presencia de un par de centenares de "invitados privilegiados" por parte, y escribirá una nueva etapa de su amplísima historia.