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Mundial de Atletismo, Día 4: Un Mundial en familia

Eugene, Oregon -- Entraba al estadio con la energía de alguien que apenas ha comenzado su día. Eran las once de la mañana del tercer día de competencias en los Mundiales de Atletismo y Niels de Vos entraba a Hayward Field con el dinamismo de quien tiene una competencia por delante. Para nada parecía el director ejecutivo del comité organizador del mundial. Para nada parecía que en realidad, su día comenzó antes de la salida del sol para ser testigo del maratón masculino.

De Vos fue director del programa atlético de Gran Bretaña hasta el 2018 cuando fue nombrado CEO de la organización el primer mundial de atletismo en Estados Unidos. El primero en sufrir una postergación. Estos mundiales fueron programados para el 2021 pero, sí, la pandemia obligó a moverlos en el calendario. La fortuna del atletismo fue encontrarse con un verano libre de mundial de fútbol y una ciudad que no necesita venderle el atletismo a nadie. Acá en Eugene se respira atletismo.

Me acerqué a De Vos para presentarme y solicitarle el contacto de su jefe de prensa para coordinar una entrevista. "¿Con quién hablo?", pregunté. "Conmigo", respondió y ahí mismo armamos la cámara y charlamos con la cabeza que coordinó la organización de un mundial en la ciudad más pequeña en la historia y en el estadio de menor capacidad. "Ha sido como meter un pie grande en un zapato pequeño", me dijo sobre la complejidad detrás de la organización. Frente a nosotros caminaban los cientos de aficionados que empezaban a entrar a Hayward Field.

Inocentemente éramos testigos de uno de los grandes valores de este Mundial. En una misma esquina confluyen público y atletas. En una era en la que las grandes figuras del deporte parecen solo acercarse por redes sociales, el ingreso a Hayward Field es un escenario ideal para viralizar un Tik-Tok con algún campeón del mundo o inmortalizar el recuerdo del Mundial con una foto con un campeón olímpico.

"Para hablar de legados tendríamos que esperar unos tres años y no se puede interpretar con apenas tres días de competencia. Pero no me extrañaría que en los Juegos de Los Angeles (2028) nos encontremos con alguien que se inspiró en estos mundiales para entrar al deporte", me dijo de Vos para concluir.

De Vos llegaba de una de las mejores carreras de maratón en la historia de los grandes campeonatos, Juegos Olímpicos y Mundiales. Para contexto, el brasileño Daniel Do Nascimento corrió el maratón en Eugene en 2:07:35, tiempo que habría sido suficiente para ganar 16 de los 17 mundiales anteriores y 28 de los 29 Juegos Olímpicos. ¡Do Nascimiento fue octavo lugar en este Mundial! El etíope Tamirat Tola se quedó con el título en 2:05:36. Tercer título en la historia para Etiopía.

A los etíopes se les escaparían los 10,000 metros en masculino. Salomon Barega, campeón olímpico, apenas y fue sexto en una final ganada por Joshua Cheptegei, el ugandés dueño del récord mundial en esa distancia y en los 5,000 metros.

Con el triunfo de Cheptegei terminaba la jornada matutina del domingo. La gente sale despavorida del estadio buscando ser de los primeros en las filas de los camiones de comida o entrar a uno de los coquetos restaurantes que rodean Hayward Field.

Ya no vi a Niels de Vos, pero cuando le vea le contaré que almorcé en un restaurante italiano. Una pizza de jamón, ricota y manzana. Una delicia. Al lado mío estaba Stefano Mei, campeón europeo de los 10,000 metros en 1986. Una atleta francesa y su entrenador estaban en la mesa de enfrente. El resto de mesas se empezaban a llenar de aficionados. La convivencia es natural. El legado de Eugene quizás será esto, que se vive un Mundial en familia.