Cuando Jefferson Pérez ganó la primera medalla olímpica para Ecuador, el 26 de julio de 1996, Daniel Pintado estaba por cumplir apenas un año. El destino los juntó hoy en la meta de los Juegos Olímpicos París 2024, cuando el ecuatoriano ganó el oro en los 20km de marcha.
Ecuador repitió en esa disciplina después de 28 años. El oro, en general se había resistido para Ecuador durante muchos años y volvió a aparecer en Tokio 2020, con las preseas conseguidas por Richard Carapaz y Neisi Dajomes.
Pintado escribe su nombre en la historia del deporte ecuatoriano, que apenas sumó su cuarta dorada en la historia. En este deporte, Ecuador se convirtió en una de las potencias en Sudamérica y daba pelea siempre en los torneos mundiales; sin embargo, los logros en Juegos Olímpicos estaban lejanos.
Fue el propio Jefferson Pérez, mucho más maduro y experto, que logró otra presea en marcha en Beijing 2008, justo antes de su retiro del deporte.
Mientras tanto, Pintado empezaba a labrar su camino en la marcha. En 2011 logró su mejor resultado como juvenil, en el Mundial de Lille, en el que se quedó con el décimo lugar. Siguió creciendo, pero a sus 20 años estuvo a punto de dejar el deporte por problemas personales.
El nacimiento de su primer hijo, Nicolás, cambió su perspectiva y se siguió su camino. Así pudo estar en sus primeros Juegos Olímpicos, en Río 2016. Terminó en el puesto 37, pero con la alegría de competir por primera vez en la máxima cita deportiva.
La siguiente parada sería Tokio, no sin antes ganar el oro en los Juegos Sudamericanos de Cochabamba, en 2018, y repetir en los Juegos Panamericanos de Lima, en 2019. En los Olímpicos en Japón llegó en el puesto 12.
El año pasado se quedó con el segundo lugar en el Mundial de Budapest, a solo 4 segundos del ganador, el español Álvaro Martín. Su crecimiento era evidente en los últimos años y llegaba a París con la ilusión de tocar la gloria.
Tras festejar como Cristiano Ronaldo en la meta y derramar unas lágrimas en el asfalto parisino, con la Torre Eiffel de fondo, Pintado se fundió en un abrazo con Pérez. 2 generaciones cobijadas por el oro que hicieron historia por Ecuador.