Pelé era 'o rei' y ella 'a rainha'. A sus 38 años y tras 190 partidos internacionales y 117 goles, Marta Vieira salió la última del césped del Parque de los Príncipes consolada por el seleccionador Arthur Elias y ovacionada por la grada.
Marta, quien probablemente haya cumplido este sábado en París su último partido con la 'verde e amarela', se colgará la plata olímpica por tercera vez al ceder, también por tercera vez, ante Estados Unidos.
'A rainha' estuvo en las finales de Atenas 2004 y Pekín 2008. Y 16 años más tarde, jugó la última media hora de la final que Brasil perdió este sábado ante Estados Unidos, donde Marta ha hecho buena parte de su carrera (actualmente está en el Orlando Pride).
No se sabe al 100 % si este fue el último partido internacional de la futbolista seis veces declarada como la mejor del mundo. Lo más probable es que lo sea. Lo que se sabe es que Marta difícilmente ganará unos Juegos o una Copa del Mundo con su país por injusto y cruel que parezca.
Además de los tres reveses olímpicos ante el 'US Team', el Brasil de Marta perdió la final del Mundial de 2007 ante Alemania.
La de Alagoas, eso sí, es la segunda mejor artillera de la historia los Juegos (ha participado en seis ediciones), con 13 tantos, uno menos que su compatriota Cristiane.
Desde que, a los 14 años, logró juntar dinero gracias a su trabajo en el mercado municipal para pagarse un billete de autobús de su Alagoas natal a Rio de Janeiro, Marta ha sido un modelo para millones de niñas en todo el mundo. Con su zurda exquisita, la delantera dio un enorme empujón a la práctica del fútbol femenino.
En los Juegos de París, sin embargo, su peso fue disminuyendo, hasta tal punto que Brasil avanzó a los cuartos ante Francia y frente a la favorita España sin ella en el campo. Cumplía dos partidos de sanción por una expulsión ante la Roja en la fase previa.
Marta entró en el césped este sábado en el minuto 61, cuando su equipo ya perdía 1-0. Superada físicamente por las estadounidenses, no pudo levantar a sus compañeras ni en un libre directo que se fue por encima del larguero.