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Mes del Orgullo LGBT: Titanes del Rugby

Es sábado por la mañana y, bajo un sol de justicia, el Campus de la Universidad Autónoma de Madrid se prepara para celebrar los XIII Juegos del Orgullo en un día para no olvidar.

Al fondo empiezan a aparcar los integrantes del Madrid Titanes CR, un equipo de rugby compuesto en su amplia mayoría por gays y que esta mañana participará en un torneo que busca la justicia social a través del deporte. Cada integrante llega por su cuenta en su coche particular. Algunos, incluso, comparten el auto para ahorrarse los costes que supondría un trayecto en tren o en taxi hasta este campus situado a 7 kilómetros del centro de Madrid.

Madrid Titanes es un equipo de rugby pero, sobre todo, es un conjunto de amigos que busca crear un mundo mejor. Dani Naranjo, uno de los integrantes del equipo, nos lo confirma mientras ayuda a montar una de las pequeñas carpas donde colocan cajas de fruta y botellas de agua para repartir entre jugadores y aficionados.

"Titanes nació de la mano de Víctor Granados con la idea de crear un espacio seguro en el que practicar deporte. Empezó en un parque y fue creciendo hasta llegar a este campus y jugar en Tercera Regional B de La Liga de Madrid, que es muy dura", comenta Naranjo a ESPN mientras mira orgulloso a su alrededor. Dani es consciente que hoy no es más que un día más para confirmar la gran labor social que llevan haciendo en los últimos diez años.

Madrid Titanes está integrado por personas de distintas edades. Cada uno tiene su historia, igual de válida que la del resto, y tiene en común la superación y, sobre todo, la lucha por la igualdad a favor del colectivo LGTBI+.

"Cuando llega cualquier persona queremos acogerle, que se sienta como uno más y que no tenga ningún problema a expresarse como es. Es un espacio seguro en el que el jugador pueda ser él o ella misma. Y donde jugamos a rugby, claro. Da igual tu edad, género, orientación sexual, tu forma física... Todo el mundo tiene un hueco en Titanes", comenta Naranjo mientras atiende al resto de participantes.

Los aficionados empiezan poco a poco a llegar al campus de la Universidad Autónoma de Madrid. Dani comienza los calentamientos mientras incide en que la lucha de Titanes sigue siendo hoy en 2022 la misma lucha que muchos otros llevan abanderando desde hace décadas.

De hecho, el nombre del equipo tiene su origen en el equipo en el que también se inspiró Boaz Yakin para rodar la película de Disney "Remember the Titans", protagonizada por Denzel Washington.

"Nuestro nombre es un homenaje a los Titanes, el equipo afroamericano (de fútbol americano) que en la década de los 70 fue el primero en competir con jugadores negros. Quisimos hacer un homenaje a ese equipo porque ellos dieron un paso y nosotros también queremos darlo en términos de diversidad de género y diversidad sexual", recuerda Dani.

Los partidos empiezan y la grada sigue recibiendo gente, no sólo de Madrid, sino también de Portugal o Francia. Lo que parecía un torneo internacional empieza a convertirse en una fiesta colectiva de la que todo el mundo es partícipe.

Tras el primer encuentro, el vocal del equipo, Ismael Merino, se acerca hasta la posición de ESPN sonriente por el gran éxito de público. Ismael está muy volcado en la parte del activismo que también tiene Titanes e incide en la importancia que tiene educar desde las bases sobre la diversidad sexual y de género.

"Hemos empezado este año a ir a los colegios. Estamos enseñando a los niños a luchar contra el bullying y a luchar contra la LGTBIfobia. Y una forma de hacerlo es usando el deporte. Los más "peques" están encantados con conocer un espacio que no conocían y muchos de ellos están deseando de que haya una escuela para apuntarse para practicar.

"En los colegios e institutos se encuentran en situaciones en las que hay bullying y que hay muchos comentarios negativos e insultos. Entonces esos niños y esas niñas que quieran sentirse seguros jugando a un deporte, nosotros les estamos abriendo las puertas", comenta Ismael al tiempo que recuerda la gran cantidad de trabajo que todavía hay por delante.

"Aunque estemos en 2022 los más pequeños siguen escuchando insultos homófobos. Si no metes un gol (te gritan un insulto anti-gay), si una chica juega a fútbol es porque es lesbiana... Estamos intentando que no sea así y que todas las personas se respeten y nos apoyemos los unos a los otros. Es ahí donde el deporte es vital al ser un método de socialización", incide Ismael justo antes de presentarnos a otros integrantes del equipo.

Jesús Macías es el capitán. Para él, llevar el brazalete "por una parte es un honor y por otra, una responsabilidad porque Titanes ha roto barreras en el sentido de la visibilización del colectivo LGTBI en un deporte donde no existía", dice con orgullo ante los micrófonos de ESPN.

Jesús, al igual que sus compañeros, es alguien que busca la normalización de un colectivo que no se mete con nadie y que busca demostrar que todas las personas son iguales. El capitán destaca que el equipo es un "lugar seguro en donde practicar deporte y que los deportes en equipo no se conviertan en lugares inseguros para quienes no han tenido buenas experiencias durante su niñez o su adolescencia ".

Madrid Titanes no escogió el rugby por casualidad. Ni mucho menos. Quizá en España no sea un deporte tan importante como en Francia, Inglaterra, País de Gales o Escocia, pero los valores de esta disciplina fueron imprescindibles en su fundación.

"El rugby es un poco desconocido todavía en nuestro país. (En edades tempranas) no suele practicarse tanto como otros deportes en la escuela; por tanto, no suele haber ese vínculo social como sí lo hay con el baloncesto, con el fútbol, etc... Mucha gente viene al principio por curiosidad, por saber cuál es la dinámica y lo que descubren es que al final no es ese deporte bestia, agresivo, excesivamente masculinizado quizás en el sentido peyorativo del término. Sino que descubren que realmente es un equipo donde los lazos entre quienes juegan son muy fuertes, son necesarios para cohesionar al conjunto y que el respeto -- no solamente entre nosotros, sino con el otro equipo con el que jugamos -- también es fundamental", explica Jesús.

Sin embargo, no todo es bonito. Muchos han sido los peajes que los integrantes de Titanes han tenido que pagar en algún momento de sus vidas. De hecho, muchos jugadores han sufrido en sus carnes el odio y la ira.

"Ha habido algún partido en el que nos encontramos a personas con actitudes poco gratificantes contra nosotros. Sobre todo en la grada. Eso es un problema transversal de todos los deportes. Las gradas han estado llenas de odio y sirven como refugio para quienes quieren expresar su ira o volcar sus inseguridades. Nos ha pasado, sí, aunque seguimos con la cabeza alta para demostrar que nuestra presencia no va a disminuir nuestra lucha", comenta el capitán de Titanes sin perder la sonrisa.

Muchas son las voces que apuntan al público como principal foco de insultos, bullying o actitudes negativas contra Titanes. No obstante, otro jugador, Raúl, que hoy ejercía como segundo capitán, revela que en el pasado también se enfrentaron a los insultos de los propios equipos rivales.

"Cuando llegué se escuchaban comentarios. Sobre todo microhomofobia. El típico que nos gritaba (insultos anti-gay). ... He oído en grada cosas (atroces). A mí no me afecta porque ya lo sufrí en mi vida personal. Sin embargo, hay mucho trabajo que hacer fuera de Titanes porque nosotros vivimos en una pequeña burbuja", recuerda Raúl.

Madrid Titanes está ayudando a que poco a poco esos episodios sean cosa del pasado y se vean otros en los que se refleja lo contrario. Hoy en el Campus de la Universidad Autónoma de Madrid solo se ven abrazos entre jugadores, gritos de ánimo y una solidaridad poco habitual en los campos de juego. También se respira alegría, diversión y la sensación de que cada uno actúa con libertad y sin miedos. "Titanes es un hogar", resume Raúl.

Dani Prieto, otro de sus compañeros, se sentía como "el típico niño grande y torpe que creía no valer para nada" hasta que conoció Titanes. "Aquí llegué y me sentí como uno más. Y me enganchó porque los valores son preciosos", comenta con una bondad contagiosa.

Dani, que acaba de jugar su segundo partido de la mañana, destacó que su experiencia en Titanes le ha servido para "luchar junto a otros equipos o asociaciones como la Asociación Deportiva Inclusiva Española o como Halegatos o GMadrid." "Somos hermanos", dice Dani mientras nos cuenta que también trabajan de manera habitual con la Fundación lucha contra el SIDA, Fundación 26 de diciembre, Rivas y Vallecas Rugby Unión.

Los XIII Juegos del Orgullo terminan sin importar los resultados de los partidos y con los más de 150 asistentes compartiendo botellas de agua y piezas de fruta para combatir el calor. Además, para combatir las desigualdades sociales y luchar por un mundo en el que todos los humanos puedan hablar sin tapujos de su orientación sexual y formar parte de una sociedad mejor. Al final, y entre risas, todos los jugadores vuelven a Madrid en sus coches particulares para empezar el famoso "tercer tiempo" que hace del rugby un deporte tan distinto y noble. Igual que Titanes, un club que ha elegido el deporte como un medio para mejorar a la sociedad.