Con la derrota frente a Italia en octavos de final, la Selección Argentina cerró el Mundial masculino de vóleibol Filipinas 2025 con un sabor agridulce: ganó su grupo después de vencer a la bicampeona olímpica Francia y se sostuvo con firmeza entre los 10 mejores del ranking de la FIVB, pero volvió a chocar contra la Azzurra en un cruce eliminatorio que la dejó con las manos vacías.
A continuación, un breve análisis del rendimiento individual de todos los integrantes del plantel que dirigió por última vez Marcelo Méndez antes de cerrar su ciclo en la celeste y blanca.
Armadores
Luciano De Cecco. A los 37 años, mostró su gran jerarquía y fue uno de los más rendidores del equipo. Arrancó de suplente en el debut y fue clave para dar vuelta ese partido. Se ganó la titularidad a partir del segundo juego. Fue conmovedor su festejo final frente a Francia, después de varias jugadas con toda su “magia”. Disputó su sexto Mundial y, con ello, estableció el récord internacional de participaciones mundialistas.
Matías Sánchez. Fue titular contra Finlandia pero Marcelo Méndez apostó por De Cecco cuando el partido estaba 0-2. Desde allí, el sanjuanino quedó relegado. Tuvo algunos destellos de calidad contra Francia, pero sus ingresos fueron breves en ese juego y contra Italia.
Matías Giraudo. Entró por De Cecco en algunas rotaciones de la red para elevar los centímetros en bloqueo en distintos momentos contra Finlandia, Francia e Italia. No pudo sumar puntos por esa vía.
Receptores punta
Luciano Palonsky. Sólido y sin mayores fisuras, fue de los más parejos y rendidores de la Selección. De hecho, fue titular en los cuatro juegos, como a lo largo de toda la temporada. Acertado en recepción y tercer máximo anotador del equipo, su juego se destacó especialmente contra Finlandia y Francia. No tuvo tanto protagonismo ofensivo frente a Italia.
Luciano Vicentin. Tuvo un partido consagratorio contra Francia y mantuvo su alto nivel frente a Italia. Terminó como máximo anotador argentino, con 59 puntos. Su debut contra Finlandia fue muy deslucido y se mostró intermitente contra Corea del Sur, hasta que encontró la brújula y se transformó en una pieza clave. Mostró lo mejor de su repertorio en el tramo clave del Mundial.
Jan Martínez. Su ingreso fue determinante para torcer el rumbo frente a Finlandia, cuando la Selección estaba 0-2 abajo. Estabilizó la recepción y brindó soluciones en ataque, bloqueo y saque. Tuvo acotados ingresos en los dos primeros sets contra Corea del Sur y no volvió a la cancha en los dos siguientes partidos, en gran parte porque Vicentin y Palonsky no mostraron falencias.
Manuel Armoa. Entró por Vicentin en un momento del partido con Corea del Sur aunque no logró incidir. Luego ingresó a sacar contra Francia e Italia. Metió dos fuertes servicios contra les Bleus y uno contra la Azzurra, aunque no consiguió sumar puntos por esa vía.
Ignacio Luengas. No jugó ningún partido.
Centrales
Agustín Loser. El nuevo capitán tuvo un muy buen partido contra Francia y fue uno de los más equilibrados del equipo a lo largo del torneo. No incidió tanto en bloqueo (nueve puntos en cuatro partidos: tres de ellos contra Italia), su especialidad. Dañó con su saque contra Corea del Sur y Francia. Por incidencia sobre el resto, naturalmente es un termómetro en el equipo.
Joaquín Gallego. Acompañó a Loser como titular y no desentonó en esa función. Metió cuatro bloqueos contra Corea del Sur y sumó siete puntos de ataque y un ace contra Italia, aunque aportó un solo tanto de bloqueo en ese juego clave.
Nicolás Zerba. Ingresó por Gallego en el cierre contra Finlandia y sumó tres puntos de ataque. Luego tuvo un fugaz paso por la cancha contra Corea del Sur y otra oportunidad frente a Francia: disputó los dos últimos sets contra los galos y anotó dos ataques y un bloqueo. No jugó contra Italia.
Opuestos
Pablo Kukartsev. Fue determinante con 20 puntos contra Finlandia (aunque había estado irregular en ese juego) y 21 frente a Corea del Sur. Se desinfló en los dos partidos siguientes. Contra Francia no logró incidir más que en momentos esporádicos, aunque fue clave con tres puntos en el tie-break. Terminó el Mundial con 40 por ciento en ataque, un porcentaje lejano al ideal. Sumó seis ataques contra los galos y cuatro frente a los azzurri. En esos juegos no alcanzó a cumplir las expectativas, porque De Cecco debió recargar juego sobre los puntas.
Germán Gómez. No alcanzó la incidencia ofensiva que había tenido en la VNL. Caudal acotado de puntos contra Finlandia y sin ingreso contra Corea del Sur. Volvió a tener chances ante Francia y aportó cuatro puntos, aunque fue irregular y por eso Méndez prefirió que Kukarstev jugara el tie-break decisivo. No fue la explosiva y esperada solución cuando “Kuka” estaba con la pólvora mojada. También tuvo un 40% en ataque.
Líbero
Santiago Danani. En buena parte del Mundial tuvo menos participación en recepción que los dos puntas. Mostró sus cualidades contra Corea del Sur y Francia. Frente a Italia tuvo más trabajo y sufrió sobre el cierre con los saques de Romanò. Contagió su habitual entrega y capacidad de lucha, aunque quizás no estuvo tan fino como en otros torneos.
