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Voleibolista mexicana narra cómo se vive en Italia, país azotado por el coronavirus

GUADALAJARA - La voleibolista tapatía, Samantha Bricio, quien milita en el club de la Serie A italiana "Sabino del Bene" espera con incertidumbre el paso de la cuarentena y la reanudación de la liga, luego de la suspensión por los estragos causados por el coronavirus que azotó de forma severa al país de la bota.

Bricio, quien también es seleccionada mexicana, radica en la localidad de Scandicci, donde las medidas de resguardo también se han radicalizado para evitar contagios.

La confusión y dudas sobre el futuro acongojan a Samantha, quien encuentra en la suspensión de la competencia una contradicción.

"Ahora nos estamos cuidando, pero la incertidumbre de no saber si seguirá la liga o no (permanece), porque la liga está suspendida hasta el 3 de abril, pero nadie sabe si un día antes se cancelará y es difícil.

"Hasta ahora la liga no está cancelada, solo está suspendida. La incertidumbre es lo que más nos afecta porque podemos seguir entrenando como atletas de Serie A, aunque no estemos jugando. Creo que es muy contradictorio, pero estamos tomando las medidas más altas, se desinfectan los lockers, la cancha, los balones y todo el material que usamos", contó a ESPN Digital desde Italia.

El miedo ante un posible contagio se apoderó de varias compañeras de equipo, que prefirieron regresar a su lugar de origen antes que permanecer en Italia a la espera de una resolución.

"Sé de varias compañeras, principalmente de Estados Unidos, que se están regresando a sus casas, unas cuantas aquí en Europa también han vuelto. Se regresaron no tanto por el miedo al virus sino por temor a que se cierren las fronteras como ocurre en algunos casos", dijo.

- ¿Has pensado en volver a Guadalajara?

"La verdad no, si quiero (volver) pero no. Prefiero no arriesgar a mis papás y al resto de mi familia; aquí está difícil, pero se están tomando precauciones para contener la situación. Yo viajando en aviones y aeropuertos... no ayuda mucho", confesó.

Reveló que en la población toscana de Scandicci, lugar en el que radica, hay muy pocos comercios abiertos y prevalece la recomendación de mantenerse en cuarentena.

"Todo lo que no es indispensable está cerrado como bares, restaurantes, peluquerías, etcétera. Solo están abiertos los supermercados, las farmacias, gasolineras. No se puede salir de casa a menos que sean motivos de trabajo o de salud urgentes, o si vas a hacer despensa y es todo", comentó.

También ha padecido las dificultades en su vida cotidiana, hasta para poder hacer la despensa.

"Me sorprendí bastante en la fila para comprar en el súper (tienda de auto servicio), cómo la gente está respetando los límites de mantener distancia, hasta un metro o hay gente que hasta se toma cinco metros de distancia, pero solo así y siguiendo las reglas se mejorará las condiciones en que estamos, sobre todo aquí en Italia que subieron tanto los índices de contagio", finalizó.