No te ofendas, Ricardo. Te prometo que mi intención no es sacarte una cana más en tu blanca cabellera, y tampoco busco un: ¨¡cállate, 'caghajo'!̈ como respuesta; de hecho respeto tu exitosa trayectoria como entrenador. Sólo que, muchas veces, no te entiendo. Y ante la duda, te pregunto: ¿y Leo Fernández, 'Tuca' ?
Primero le quitas al Toluca lo que le prestaste. Perfecto. Por contrato estabas en todo tu derecho de regresarlo a Tigres, incluso seis meses antes de lo planeado por ambas directivas. Esa premura me hizo pensar, como a casi todos, que te urgía ponerlo de titular con los felinos. Pero no. ¿Por?
De entrada, resulta muy difícil entender por qué un jugador que anotó ocho goles y tres asistencias en sólo 10 juegos, únicamente suma 29 minutos de 270 disputados. "Mi trabajo es poner aquello que yo pienso es mejor para el equipo", fue tu más reciente justificación. OK, tú los entrenas casi a diario, te la compro.
Pero después, en la misma conferencia de prensa post partido contra Tijuana, argumentaste que físicamente no estaba al parejo de sus compañeros. ¿Cómo? Un jugador de 21 años de edad, que entrena al parejo, y tiene una condición física patrocinada por los casi 2,700 metros sobre el nivel del mar de Toluca, ¿no anda bien? Nah.
Y para rematar, mencionaste públicamente que Leo Fernández no marcó diferencia en los contados minutos que disputó contra Xolos, cuando todos vimos que aportó al ataque de los Tigres. Como dice la popular frase del programa "El precio de la historia": "no lo sé, Rick, parece falso".
Yo lo sé: hay mucho torneo por delante, y tú sabes lo que haces, Ferretti. Sin embargo, con el antecedente de abandonar a Lucas Zelarayán en la banca, tengo miedo que oxides al que fue el mejor futbolista del torneo pasado y, posiblemente, próxima figura del fútbol europeo.
Ojalá mi temor no tenga sentido, Tuca.