Los All Blacks mostraron un gran nivel y golearon por 40-14 a Australia, por la última fecha del Rugby Championship. De esta manera, el seleccionado neozelandés logró su noveno título, ya que los Springboks no lograron obtener una diferencia de 40 puntos frente a Los Pumas.
Con el ímpetu de la agónica victoria la semana pasada y la comodidad de volver a jugar en Eden Park, escenario en el que Australia no gana desde 1986 (23 partidos con el de esta jornada), los All Blacks buscaron demostrar que su mejor versión está cerca de rehacer su reaparición. Esta intención quedó más que clara en los primeros minutos, en donde los de negro aprovecharon la amarilla de Jed Holloway por una peligrosa limpieza del ruck para salir de su campo e instalarse en campo rival. Sin embargo, los locales no pudieron dar la última puntada en los casi 10 minutos que jugaron en campo Wallabie. El encuentro a partir de esto entró en un ida y vuelta de avances de cada equipo que no lograron terminar en puntos por errores en los metros finales.
Pero hasta con dos protagonistas erráticos, los errores en momentos de quiebre se pagan caro y los All Blacks se cobraron las fallas de su rival. En primera instancia, Richie Mo´unga convirtió un penal sencillo que le dio el envión necesario a su equipo para que este recupere su eficacia en los últimos metros. Apenas un par de minutos más tarde, Will Jordan aprovechó los espacios en la punta y culminó una gran corrida con la primera conquista del encuentro. Y como para poner la cosas más cuesta arriba para Australia, los All Blacks estiraron aún más la ventaja con un try penal, que le valió la amarilla a Dave Porecki, generado por el gran empuje de sus forwards.
Durante toda la primera mitad, los Wallabies trataron de recuperar la memoria y buscaron, como la semana anterior, recomponerse de los 17 puntos de desventaja. Pero los australianos mantuvieron la tendencia del partido y fallaron en los metros finales. El error más desmoralizante, sí se puede categorizar de esa manera, llegó en a los 30 minutos cuando Marika Koroibete marcó una conquista que debió ser anulada ya que el wing recibió con un pie afuera del campo. Tampoco es un dato menor es que la cantidad de penales obligaron a la visita a jugar 20 minutos con uno menos por las dos amarillas.
Los de negro, por su lado, no salieron de ese estado de gracia en el que, sin demasiadas luces, resolvieron con simpleza para seguir sumando puntos a su marcador. El atropello de los forwards locales, quienes ganaron más protagonismo en el complemento, fue demasiado para los Wallabies. Con dos tries de los delanteros, uno de maul y otro de pick and go, los All Blacks empezaron a enfilar la goleada.
Con más intención que buena ejecución, y con un equipo renovado por los cambios, los Wallabies no desistieron en su juego. Pero el bagaje psicológico de tanto error siguió jugando su partido y el try de Folau Fainga´a no pudo convertirse en la punta de lanza para una posible remontada. O por lo menos evitar la goleada.
Un nuevo try generado por los forwards de los All Blacks y firmado por Samisoni Taukei'aho le dio pie a los locales para bajarle la persiana al partido. Con las salidas de Will Jordan, Jordie Barrett y Rieko Ioane, tres de los más destacados de la jornada, los neozelandeses redujeron un poco el ritmo y cerraron una gran victoria con vistas a lo que pueda ocurrir en Durban con Los Pumas y Springboks.
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