Por primera vez en dos décadas, las dos superestrellas miran de abajo a un superequipo que podría ser el mejor de la NBA en tiempos recientes.
"CRANK THAT (SOULJA BOY)" era la canción número 1 en las listas de Billboard. "Saw IV" era la película más taquillera. El primer iPhone acababa de salir al mercado.
Y Kevin Durant y LeBron James se enfrentaron en un juego por primera vez.
Fue un partido de pretemporada para el olvido en octubre de 2007, en el que James anotó 14 puntos y apenas jugó en la segunda mitad. Durant, un novato, salió del banquillo para anotar 15 puntos, incluyendo un triple en el último cuarto que selló la victoria por cinco puntos de los Seattle SuperSonics.
"Ni siquiera lo recuerdo", dijo James en 2023. "Y recuerdo mucho".
Durant y James son veteranos o como se les quiera llamar. Han formado parte de la NBA durante tres décadas diferentes y han madurado juntos a través de una serie de hitos históricos.
Entrenaban juntos a finales de verano en Akron, Ohio, la ciudad natal de James, subiendo una colina famosa junto a la escuela superior de James mientras los estudiantes, atónitos, se asomaban por las ventanas.
Jugaron un partido de flag football y lo transmitieron gratis por internet durante el cierre patronal de 2011 (el equipo de James se llevó la victoria con su touchdown final pick-six).
Protagonizaron uno de los pocos momentos memorables recientes del Juego de las Estrellas cuando, como capitanes del equipo en 2022, evitaron graciosamente elegir a James Harden después de que Harden pidiera ser cambiado de los Brooklyn Nets de Durant.
El verano pasado en París, fueron pilares del Team USA al ganar un segundo oro olímpico juntos 12 años después de haberlo ganado en Londres.
Y, por supuesto, jugaron tres Finales de la NBA entre sí: James ganó con el Miami Heat contra el Oklahoma City Thunder de Durant en 2012; y Durant ganó con los Golden State Warriors contra los Cleveland Cavaliers de James en 2017 y 2018.
"Ambos pensamos que deberíamos tener más anillos", dijo James el verano pasado durante los Juegos Olímpicos, "pero no lo hacemos por culpa del otro".
Un recuento de las jugadas que hicieron lucir al jugador de los Lakers la campaña pasada.
TRAS 18 TEMPORADAS Y 43 JUEGOS ENTRE SÍ, 14 partidos en las Finales (más un cuarto de final de la Copa NBA), James y Durant siguen encontrando maneras de revitalizar su rivalidad. Y, una vez más, esta temporada promete ser una de las historias más importantes de la liga, ya que Durant jugará contra James con su sexta camiseta diferente, esta vez con los Houston Rockets, tras otra transacción explosiva que involucró a uno de estos dos futuros miembros del Salón de la Fama.
James se enfrentará a Durant con un nuevo compañero superestrella por cuarta ocasión (si contamos a Dwyane Wade, Kyrie Irving y Anthony Davis en la lista) al comenzar su primera temporada completa junto a Luka Doncic (Durant aún no se ha enfrentado a los Lakers cuando ambos juegan).
"LeBron siempre insiste en mantener lo principal, lo principal", dijo Durant en los Juegos Olímpicos del verano pasado.
"Todavía levantarse e ir al gimnasio a las 6 de la mañana y querer realizar 1,000 tiros cada día. Seguir amando el juego como lo amas con todas las distracciones que te lanzan. Lidiar con las altas expectativas de todos. Mantener esa alegría y amor por el juego en primer lugar es algo que admiro. Eso es lo que me impulsa, ese amor por el juego. Cuando lo ves como compañero y ves cómo se prepara, se me dibuja una sonrisa en la cara".
Se espera que los Lakers y los Rockets compitan por un puesto en los playoffs durante toda la temporada, con James y Durant todavía como protagonistas, después de tantos años. Ambos juegan en la noche inaugural. Se enfrentarán de nuevo en Navidad, la quinta vez que están programados para jugar en la vitrina principal de la temporada regular de la NBA.
"Si no sientes esa sensación de ardor en el estómago o los nervios cuando compites contra los mejores, supongo que en ese momento sabes que se acabó", dijo James la temporada pasada. "Si no te levantas para jugar contra KD, Steph [Curry] o algunos de los grandes talentos que tenemos en la liga, entonces he perdido la esencia del juego".
Pero hay otras dos maneras distintas en las que James y Durant se encuentran codo con codo de nuevo al comenzar la temporada 2025-26: el 23er año de James y el 19no de Durant.
En numerosas ocasiones a lo largo de sus carreras, fueron líderes de superequipos, ya fuera James en Cleveland o Miami, o Durant en Golden State, Brooklyn y (al menos en un intento) en Phoenix. Pero ahora, por primera vez, ambos miran de abajo al mismo equipo, uno mejor.
Tras ganar el campeonato en junio y firmar extensiones máximas de contrato con Shai Gilgeous-Alexander, Jalen Williams y Chet Holmgren en julio, el Oklahoma City Thunder se clasifica.
James (10) y Durant (cuatro) suman un total combinado de 14 apariciones en las Finales, pero para que cualquiera de los dos pueda sumar más esta temporada, es muy probable que no solo tengan que vencerse mutuamente en la postemporada, sino también encontrar la manera de destronar a los campeones defensores.
El Thunder cuenta con una gran cantidad de jóvenes y profundidad, y está construido, en muchos sentidos, para socavar la era que James y Durant inauguraron con sus movidas sonadas de agentes libres y cambios de gran impacto que buscaban crear núcleos de campeones en cuestión de días de julio.
Cuando Durant y James jugaron por primera vez en 2007, Gilgeous-Alexander tenía solo 9 años. Williams tenía 6. Holmgren tenía 5.
"Estamos en un punto en el que tenemos chicos que eran niños cuando empezamos en la liga y los inspiramos", dijo Durant el año pasado. "Y ahora jugamos contra ellos".
Tras ser negociado a Houston por los Suns, el veterano jugador hace a los Rockets candidatos automáticos a retar al campeón de la NBA, el Thunder, en la Conferencia del Oeste.
LA OTRA SITUACIÓN ES QUE, por primera vez, tanto James como Durant enfrentan una incertidumbre legítima sobre su futuro después de la temporada 2025-26, en parte porque la naturaleza cambiante de la formación de equipos ha obligado a sus equipos a sortearlos y apuntar más allá de ellos.
James y los Lakers no negociaron un nuevo contrato este verano, y después de que James ejerciera su opción de jugador y asegurara que sería agente libre en 2026, fue la primera vez en su carrera que no tiene contrato ni opción para la próxima temporada.
Naturalmente, los Lakers han pasado de estructurar su futuro en torno a James, de 40 años, como pieza central, a Doncic, de 26 años, quien firmó una celebrada extensión de contrato de tres años a principios de este mes.
Cuando Durant le dio a los Suns una lista de equipos a los que le gustaría ser cambiado, incluyendo los Rockets, dio a entender que estaría dispuesto a extender su contrato allí como parte de un traspaso.
Pero no se llegó a un acuerdo contractual en junio y, al igual que James, también está previsto que se convierta en agente libre sin restricciones el próximo verano.
Los Rockets y Durant han mantenido conversaciones sobre un nuevo contrato y se cree que llegarán a un acuerdo, según fuentes, pero aún no han llegado a un acuerdo.
Durant, al igual que James, ya no es considerado la pieza central, ya que Houston se construye alrededor de un núcleo joven de jugadores adquiridos a través del draft.
Los Rockets ven a Durant como un componente final, un veterano que los convierte en un verdadero aspirante, mientras se encargaron de jugadores clave como Jabari Smith Jr. y Fred VanVleet, quienes firmaron grandes contratos este verano, y Alperen Sengun, un All-Star de 2025 que firmó un contrato en el verano de 2024. Pero también hay que considerar a Amen Thompson y Tari Eason, dos jugadores jóvenes que podrían recibir nuevos contratos el próximo año.
Al final, Durant podría tener que aceptar un contrato inferior al máximo, que tiene desde 2011, si quiere quedarse en Houston.
Al igual que James está desapareciendo como la cara visible de su franquicia, nadie intenta insultar a propósito a estos ex MVP. Ambos equipos simplemente se enfrentan a las realidades modernas o a la construcción de plantillas para equipos contendientes en la era de los apron.
Aun así, antes de que nadie empiece a hacer retrospectivas, James fue seleccionado para el segundo equipo All-NBA la temporada pasada y Durant promedió 26.6 puntos y tuvo un 50% o más de acierto en tiros de campo por 13ra temporada consecutiva.
James y Durant, si logran mantenerse sanos, volverán a tener una influencia importante en el desarrollo de esta temporada. No están bajando el ritmo, aunque su edad sugiera que deberían.
"He tenido tantas batallas con KD a lo largo de los años y no nos quedan muchos enfrentamientos", dijo James después de un partido contra los Suns el invierno pasado. "Nunca debes darlo por sentado".