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NBA camino al GOAT por franquicia: New York Knicks

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Patrick Ewing: "Siempre seré un Knick. Siempre seré un neoyorquino" (1:30)

El 28 de febrero del 2003, New York Knicks retiró el número 33 de Patrick Ewing ante la presencia de varias estrellas que le rindieron homenaje a uno los los mejores centros de la historia. (1:30)

Continuamos con el ranking GOAT, franquicia a franquicia. Hoy, es turno de los New York Knicks


Continúa el ranking GOAT franquicia a franquicia de la NBA. Antes de continuar, es importante definir el criterio de evaluación: no se trata de los mejores jugadores sino de los que más impacto han tenido para el equipo en su historia. Ponemos, en situación, trayectoria, campeonatos ganados, fidelidad y, por supuesto, calidad.

Este comité integrado por una sola persona ha decidido sumergirse en aguas pantanosas para traer definiciones. Seremos inflexibles. Seremos dogmáticos. Y traeremos respuestas.

Hechas las respectivas aclaraciones, nos metemos en el Top 10 de New York Knicks.

Ajusten sus cinturones. Es tiempo de despegar.

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10. Charles Oakley (1988-98)

El puesto diez para Oakley es, en sí mismo, un mensaje: están los mejores jugadores de básquetbol y los mejores jugadores de un equipo puntual. El interno de los Knicks en los años noventa pertenece, por supuesto, a la segunda categoría. Oakley tuvo todo lo que la Gran Manzana ama: lucha, carácter y fidelidad. Un guerrero bajo los tableros.

No lo encontrarán en el Hall of Fame, pero sí en el corazón de los fanáticos neoyorquinos. En los recuerdos más bellos de Spike Lee. Promedió, en una década en el Madison Square Garden, 10.4 puntos y 10 rebotes por aparición, estuvo dos veces en el equipo defensivo del año y tuvo una máxima que enseñó al público, rivales y compañeros: si nos hacen puntos, deberán ganárselos. Sangre, sudor y lágrimas.

Llegó procedente de Chicago Bulls, el equipo némesis de los Knicks con Michael Jordan a la cabeza, pero encontró en New York, junto a Patrick Ewing en la pintura, su verdadero hogar. Alumno disciplinado de Pat Riley, fue All-Star en 1994. Un matón deportivo a sueldo.

9. Carmelo Anthony (2011-17)

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El mejor Carmelo Anthony jugó para los Knicks

Si bien Carmelo jugó en 6 equipos diferentes, su paso por los Knicks será recordado como el mejor de su carrera. repasamos algunas de sus mejores jugadas.

Alguna vez dijeron que Melo era un agujero negro: pelota que caía en sus manos, jamás regresaba. Pero en los Knicks, pese a la ilusión de campeonato jamás concretada, no lo hizo nada mal.

No se trata de un Knick de pura cepa, porque Melo siempre lo asociaremos con Denver Nuggets, pero sí fue el jugador que, habiendo nacido en New York, le devolvió la alegría a la Gran Manzana cuando fichó en 2011 junto a Chauncey Billups, tras varios años de frustraciones en continuado y falta de emociones.

En sus siete temporadas en la franquicia, Anthony promedió 24.7 puntos, 3.2 asistencias y siere rebotes por juego, con 36.9% en tiros detrás del arco. Más allá de lo individual, lo grupal quedó en deuda: con él como estrella llegaron tres veces a playoffs y ganaron una sola serie. Demasiado poco para el polvillo que levantó su llegada.

8. Bill Bradley (1967-77)

No sabemos cuántos fanáticos saben esto, pero aquí vamos: además de leyenda de los Knicks, Bradley fue senador de Estados Unidos por New Jersey y candidato a la presidencia. De hecho, compitió con Al Gore para ser candidato del Partido Demócrata en las elecciones del año 2000, que terminó ganando George W. Bush.

Fuera del escritorio, Bradley fue un excelente jugador de básquetbol, siempre atento a las órdenes de Red Holzman. Fue, además, un hombre curioso: después de jugar en la Universidad de Oxford, se fue al Olimpia Milano, algo atípico para la época, y ganó allí la Copa de Europa de 1967. En los Knicks jugó diez años, fue parte de los dos campeonatos que ganó la franquicia (1970 y 1973) y promedió 12.4 puntos, 3.4 asistencias y 3.2 rebotes por juego.

Un hombre especial que merece, sin dudas, estar en el Top 10 de la historia de la Gran Manzana.

7. Bernard King (1982-87)

El comité integrado por una sola persona se decantó por King por encima de Anthony, pero créanme que aquí juega la subjetividad, porque sus casos son bastante parecidos. No se trata de un jugador que sobresalga por su fidelidad, tampoco por su experiencia de anillos, pero sí marcó una época por su capacidad anotadora, su altura determinante para el puesto de alero pequeño y sus porcentajes surrealistas de anotación (54.3% en tiros de campo).

Jugó de 1982 a 1987 en los Knicks, pero en realidad fueron cuatro temporadas. Y en cada una de ellas dejó su sello de jugador diferente, destacándose los 60 puntos convertidos ante los New Jersey Nets en la Navidad de 1984, serie regular en la que finalizó como máximo anotador con 32.9 puntos por partido.

En la lucha en el ranking, le saca algo de ventaja a Carmelo en playoffs: bajo el mando de Hubie Brown, los equipos de Bernard King llegaron a playoffs dos veces y ganaron dos series.

6. Jalen Brunson (2022-presente)

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El Top 10 de Jalen Brunson con los Knicks

Repasamos las mejores jugadas del talentoso base con los New York Knicks.

Cuidado, porque Brunson hoy está sexto, pero puede terminar siendo el mejor Knick de la historia. Ya tuvo un gesto que lo enaltece: sacrificar dinero en su renovación de la temporada pasada para armar un equipo competitivo.

Brunson, procedente de los Dallas Mavericks, es hoy el rey de New York. Fue dos veces All-Star en los Knicks y anotó 5.535 puntos, además de entregar 1.415 asistencias. Su gran desafío llegará ahora como líder: elegido por la NBA como el hombre clutch, el de las instancias determinantes, deberá rearmarse ya sin Tom Thibodeau en el banco de suplentes.

Jalen llevó a los Knicks a recuperar su grandeza: tras varios años de frustraciones ganaron, con él como líder, series de playoffs en 2023, 2024 y 2025, año en el que alcanzaron las Finales de Conferencia por primera vez desde 2000.

Brunson es determinante. Y a diferencia de todos los jugadores de este ranking, su historia se sigue escribiendo.

5. Earl Monroe (1971-80)

¿El mejor apodo de la historia de la NBA? The Pearl. La perla. Fino, elegante, distinto. Un jugador para guardar en el baúl de los recuerdos y traerlo a las conversaciones más distinguidas. Y si les parece poco, tuvo otro apodo mágico que luego se lo atribuyeron a Michael Jordan: Black Jesus. Estas nomenclaturas no fueron al azar: hablamos aquí de una leyenda del playground, un hombre que trajo la magia a la Liga antes de Magic Johnson.

Monroe fue uno de los mejores perimetrales de la historia y ganó un título con los Knicks en 1973. Para 1970, año que New York rompió la sequía, The Pearl hacía de las suyas en Baltimore Bullets, donde fue Novato del Año (1968) y jugó sus primeros cuatro años en la NBA.

Cuatro veces All-Star, llegó al Hall of Fame en 1990 y compartió grandeza con dos gigantes de la Gran Manzana como Willis Reed y Walt Frazier. Lo de Monroe fue significado, pero además fue significante: la forma. El virtuosismo. La manera de hacer las cosas. Winning is better than losing, and championships are why you play the game.

"No creo que fuera un jugador tan bueno como Michael Jordan, pero era más divertido de ver que nadie. Tenía un estilo personal espectacular y un carisma espectacular. Verlo tocar era como ver a un gran bailarín, como Fred Astaire o alguien así", dijo Woody Allen, leyenda neoyorquina, a The Observer en 2002.

4. Dave DeBusschere (1968-74)

Entramos en etapa de definiciones. Bienvenidos al Top 4. El traspaso de DeBusschere desde Detroit Pistons fue el punto de inflexión para el despegue de la franquicia, porque apenas un tiempo después los Knicks ganaron los campeonatos de 1970 y 1973. De hecho, arribó y jugaron su primera Final de Conferencia tras 16 años fuera de esas instancias.

Es uno de los cuatro jugadores de este Top Ten (Bill Bradley, Walt Frazier y Willis Reed) que participaron de los dos únicos campeonatos de la Gran Manzana. Fue ocho veces All-Star en toda su carrera (1966-1968, 1970-1974) - cinco en los Knicks - y llegó al Hall of Fame en 1983. Como miembro de la franquicia, hizo 6.957 puntos y tomó 4.671 rebotes. Pero más que en ataque, su desempeño fue en defensa: un luchador, aguerrido, combativo, determinante. Desde que llegó a la franquicia, estuvo siempre en los equipos defensivos.

Se sabe que DeBusschere fue clave para que Reed esté en el mítico partido 7 de las Finales NBA de 1970. Bill Bradley contó que fue DeBusschere quien inspiró a Reed a presentarse en el Madison Square Garden pese a la lesión que lo aquejaba.

Promedió, como Knick, 16.0 puntos, 3.1 asistencias y 10.7 rebotes por juego. Nativo de Detroit, dividió su carrera: 440 partidos con los Pistons, 435 con New York.

3. Willis Reed (1964-74)

Reed significó muchísimo para los Knicks. No solo por los dos títulos conseguidos en 1970 y 1973, sino porque fue un hombre que jugó por encima de sus posibilidades. Más pequeño que sus colegas en la posición de centro, libró batallas inolvidables contra gigantes de la talla de Kareem Abdul-Jabbar, Wes Unseld o Wilt Chamberlain.

Jugó diez años en la Gran Manzana, pero en solo siete temporadas estuvo realmente saludable. Fue Novato de Año en 1964 y además de ganar dos veces el campeonato, fue en ambas oportunidades MVP de las Finales. Se incluye, en este apartado, el mítico 'Willis Reed game' en 1970, frente a los Lakers, en el que entró en el Madison Square Garden en el Juego 7 superando una lesión e inspirando a su equipo a ganar el título.

Reed, MVP en 1971, ingresó al Hall of Fame en 1982. 'The Captain' puede haber sido para muchos el mejor Knick de la historia. Pero las lesiones lo obligaron a irse pronto: se retiró a los 31 años, con 650 partidos jugados y promedios de 18.7 puntos y 12.9 rebotes por encuentro.

2. Patrick Ewing (1985-2000)

Los años 90 le pertenecieron a Ewing. Llegó en el Draft de 1985 a la Gran Manzana y la gran picardía de su carrera es que se despidió sin poder ganar títulos. Pero su fidelidad, su talento y su vínculo con la ciudad que no duerme, fue infinito. Decir Ewing, en New York, es como decir Sinatra.

Fue once veces All-Star, Novato del Año en 1986 y ganó dos oros olímpicos, en Los Angeles 1984 y junto al Dream Team de Barcelona 1992. A las órdenes de Pat Riley y Jeff Van Gundy, Ewing fue una pieza central en los dos costados de la cancha. Sin pelota, fue determinante. Llevó a la franquicia a 13 viajes a playoffs en tres lustros y jugó dos Finales NBA (1994 y 1999). Es, además, el máximo anotador histórico de los Knicks y su vigencia fue factor determinante para tener el segundo puesto del ranking GOAT. Recién en el desenlace de su carrera llegó a vestir el uniforme de Seattle Supersonics y Orlando Magic.

Pat lideró a la franquicia, además de en puntos convertidos, en minutos, rebotes, tapas y robos. Una leyenda con todas las letras.

1. Walt Frazier (1967-77)

Sinónimo de elegancia, Frazier es, para quien escribe, el mejor Knick de la historia. Pieza clave en los únicos dos campeonatos de la franquicia, estuvo en el quinteto ideal en cuatro ocasiones y fue All-Star en siete oportunidades. No fue solo un jugador de básquetbol, fue un artista: Clyde, apodo que recibió por llevar un sombrero parecido al de Warren Beatty en la película Bonnie and Clyde, tiene una de las mejores performances de un jugador en un Juego 7 en toda la historia de la NBA: 36 puntos, 19 asistencias, siete rebotes y cinco robos para que los Knicks derroten a los Lakers en el juego decisivo de 1970.

Siempre fue grandilocuente. Dentro y fuera de la cancha, no había chances de que Frazier no sea protagonista. En eso, se hermanó siempre con la ciudad de New York: fue contenido, pero también fue forma. Básquetbol-arte desde el traslado: música, deporte y show. En sus diez años con los Knicks, sobresalió siempre por su defensa. Un ladrón de guantes blancos que estuvo siete veces en el equipo defensivo del año y es miembro del Hall of Fame desde 1987.

Es, al día de la fecha, el máximo asistidor histórico de los Knicks. Su camiseta número 10 cuelga del techo del Madison Square Garden desde el 15 de diciembre de 1979.