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El dilema de Tigres del Licey con Jairo Asencio

El líder histórico en partidos salvados de LIDOM continúa siendo efectivo a la hora de cerrar partidos, sin embargo, a los 39 años, empieza a dar preocupantes muestras que llevan a preguntar cuánto tiempo le queda en el béisbol invernal.

Para nadie es un secreto que Jairo Asencio ha sido el cerrador más exitoso de la Liga de Béisbol Profesional de la República Dominicana (LIDOM). No solamente cuenta con la mayor cantidad de partidos salvados en la historia del circuito invernal dominicano (184 entre temporada regular y postemporada desde 2008 a la fecha), sino que por muchos años ha mantenido su dominio sobre los bateadores contrarios.

Jairo Asencio debutó en el 2008 como miembro de los Toros del Este y fue cambiado a Tigres del Licey en el 2013, donde ha pasado casi toda su carrera, a pesar de haber reforzado a Gigantes del Cibao y a los propios Toros durante postemporadas en las que su escuadra fue eliminada temprano.

Desde entonces, ha sido un símbolo de efectividad desde el montículo, lo cual, en principio, queda probado con su 2.32 de efectividad en 291 entradas lanzadas. Sin embargo, cuando se tiene la oportunidad de ver todo el contexto de la carrera de Asencio en LIDOM, hay una métrica particular que llama la atención, su pitcheo independiente de fildeo (FIP).

En los términos más simples posibles, el FIP mide el rendimiento de un lanzador en las situaciones en que es el único que tiene control y la defensa no juega un rol en el resultado de los turnos al bate. Esto quiere decir que mientras más alto sea el FIP del pítcher, más carreras permitiría de no ser por la defensa de su equipo.

Asencio ha sido una ruleta rusa en lo que a FIP se refiere y viene de una temporada en que lo colocó en un excelente 1.61 en 21.1 entradas de labor, sin embargo, los dos años anteriores superó la marca 3.00 y en la actual campaña, a pesar de que solo ha lanzado seis entradas hasta el momento, su FIP es de 4.04.

Hablando llanamente, los buenos resultados de Jairo Asencio dependen del material defensivo que se le ha colocado atrás, lo cual causa un dilema para Tigres del Licey. Cierto, Asencio aún sigue logrando salvamentos, pero lo hace como consecuencia de los jugadores defensivos y no por su dominio sobre los bateadores contrarios. Esto no quiere decir que el cerrador azul “esté acabado” como muchos fanáticos dicen cuando no logra salvar partidos, pero sí demuestra que es susceptible a los contactos por parte de los bateadores y esto a su vez, puede traducirse en situaciones que produzcan carreras.

Con 39 años, una reducción de su velocidad, propia del paso del envejecimiento de un lanzador y una dependencia directa del material defensivo que coloquen los Tigres en el terreno de juego, la pregunta que queda hacerse sobre Asencio y el gran dilema del Licey es por cuánto tiempo podrá mantenerse salvando partidos el líder de todos los tiempos de LIDOM y si una vez el equipo quiera cambiar de rumbo, no será muy tarde para llenar una de las posiciones más complicadas dentro de la pelota invernal dominicana.