Al acercarse el último mes de la serie regular en la pelota invernal dominicana, las Águilas Cibaeñas siguen sin encontrar un ritmo consistente.
La última vez que las Águilas Cibaeñas terminaron en el sótano de la tabla de posiciones en una temporada de la Liga de Béisbol Profesional de la República Dominicana (LIDOM) fue durante la campaña 1991-92. Desde entonces, las Águilas han sido una de las escuadras más dominantes del torneo, ganando doce de sus veintidós campeonatos en el tramo posterior a ese último lugar.
Sin embargo, el equipo competitivo, “aguerrido” y emocionante que se ha visto en las últimas tres décadas, simplemente no ha hecho acto de presencia durante la temporada 2023-24. Las Águilas, en estos momentos, ocupan el último puesto en la tabla de posiciones de LIDOM con marca de diez ganados y dieciocho perdidos. Están ubicados a tres partidos y medio del último puesto clasificatorio, restándoles solamente veintidós juegos.
Parte importante del fracaso amarillo ha sido la incapacidad de sus lanzadores de sacar outs. La rotación abridora del conjunto tiene una efectividad colectiva de 5.74 en lo que va de año, mientras que sus relevistas la tienen en 4.52. Ambas son las peores del torneo.
A esto se le debe sumar que son segundos en errores defensivos con 44 (solo detrás de los 45 de los Leones del Escogido), mismos que han llegado en los peores momentos, ya que han permitido la segunda mayor cantidad de carreras sucias en lo que va de torneo con 33 (también detrás de los Leones quienes han tolerado 34).
La peor parte de todo es que el mal rendimiento de sus lanzadores y su defensa han opacado el hecho de que se mantienen siendo uno de los mejores equipos ofensivos del campeonato, estando segundos en promedio de bateo (.266), en OBP (.346), en SLG (.374) y en OPS (.720).
Para empeorar la situación, recientemente fue confirmado que el equipo perdería por al menos unas dos o tres semanas a uno de sus mejores bateadores en Starlin Castro, debido a un desgarro muscular en una de sus piernas. Sin embargo, los infortunios amarillos no terminan ahí.
Las Águilas son, por mucho, el peor equipo jugando de local, habiendo perdido doce de sus catorce encuentros como dueños de la casa y hace apenas unos días que pudieron hilar su primera racha de tres victorias consecutivas en todo lo que va de torneo. Este es un escenario poco halagador para las “aguerridas”.
Con tan poco tiempo restando a la serie regular y un número importante de dobles jornadas que se deberán jugar debido a suspensiones relacionadas con el clima, se hace más que evidente que a las Águilas Cibeñas se les está acabando el tiempo y no pueden darse el lujo de seguir jugando como el peor equipo de LIDOM, si quieren tener una esperanza de clasificar al Round Robin.