Emmanuel Clase y un gran bullpen de Guardians tuvieron un desempeño perfecto durante la temporada regular. En la postemporada, la historia fue diferente
CLEVELAND -- El sábado por la noche, el manager de los Cleveland Guardians, Stephen Vogt, señaló con el dedo a cada uno de los miembros de su bullpen, uno por uno, convocando a cada uno de los cuatro relevistas más responsables del éxito de Cleveland este año. Porque lo que hicieron fue notable y, al final, insostenible, con su extraordinaria carga de trabajo que terminó en un colapso de rendimiento.
"Nos trajeron hasta aquí", dijo Vogt. "Si no fuera por esos muchachos, no habríamos llegado tan lejos. Merecen mucho crédito".
Emmanuel Clase es ampliamente considerado como el mejor relevista del beisbol –el mejor relevista del planeta, lo llamó su manager–, y por mucho el mejor relevista de la liga por WAR. Es probable que Cade Smith sea considerado para Novato del Año de la Liga Americana. Hunter Gaddis y Tim Herrin fueron excepcionales. Juntos, los cuatro grandes tuvieron 290 entradas combinadas y una efectividad de 1.49. Y en la serie contra los New York Yankees, ese grupo permitió 11 carreras en 13 entradas. Clase fue señaldo por la derrota en el Juego 4, y Gaddis permitió el jonrón de tres carreras ganador de Juan Soto en el Juego 5.
El credo de los relevistas es que no reconocen el cansancio y que tomarán la pelota si se les pide. Los Guardians ganaron la División Central de la Liga Americana en gran parte porque contaron con los relevistas más competentes –la efectividad del bullpen fue más de media carrera mejor que la de cualquier otro equipo– y con esos cuatro lanzadores de Cleveland clasificados entre los 11 mejores en apariciones, Vogt siguió entregándoles la pelota, hasta octubre. Clase lanzó en siete de los 10 juegos de playoffs de Cleveland, Gaddis en ocho, y Herrin y Smith aparecieron en nueve, cada uno. Y las grietas en el rendimiento comenzaron a aparecer.
"Quiero decir, todos están cansados", reconoció Vogt después de la derrota del Juego 4. "Creo que los hemos utilizado mucho. Hemos tenido que hacerlo. Es lo que somos".
Los equipos que dependen de los bullpens tanto como los Guardians en esta postemporada no han prevalecido en la Serie Mundial. Durante la última década, una época en la que los equipos han dependido cada vez más de los relevistas, sólo dos equipos han ganado la Serie Mundial cuando los relevistas lanzaron más del 50 por ciento de las entradas de su club. En 2021, los Braves ganaron con su bullpen lanzando el 53.8 por ciento de las entradas de Atlanta en la postemporada, y en 2020, los relevistas de los Dodgers lanzaron el 52.3 por ciento de las entradas de ese equipo. De cara al quinto juego de la serie ante los Yankees, los relevistas de Cleveland representaban un asombroso 62.4 por ciento de las entradas de los Guardians en los playoffs.
Smith realizó 152 lanzamientos durante los 15 días de postemporada de los Guardians, y en el cuarto juego de la serie contra los Yankees, permitió un jonrón por segunda vez en 2024, a Giancarlo Stanton. En cualquier definición, no fue un mal lanzamiento: una recta justo en la esquina exterior hacia Stanton, que es más grande y más fuerte que casi todos sus compañeros, que no se llaman Aaron Judge, y fue capaz de extender sus brazos para de alguna manera hacer que la pelota pasara por encima del muro del jardín izquierdo. El receptor de los Guardians, Austin Hedges, defendió a su lanzador.
"Es el mismo Cade Smith que siempre ha sido, y ese tipo Giancarlo Stanton es realmente bueno en el beisbol y pega muchos jonrones en la postemporada", dijo Hedges. "Bateó su mejor lanzamiento. La recta de Cade es el mejor lanzamiento en el beisbol, y fuimos abajo con nuestras fortalezas".
Pero la recta de Smith no estaba ni cerca de ser la mejor: su velocidad de 94 mph fue notablemente menor que su promedio de temporada regular de 96 mph. Smith se paró en su casillero después del Juego 4 y respondió a cada pregunta en un tono monótono tranquilo, uniendo sus palabras en oraciones continuas. Indicó que no era consciente de su velocidad disminuida. "Pero lo analizaré, lo volveré a ver, hablaré con los coaches de pitcheo y veré qué está pasando", dijo, "y veré si hay algo que debamos corregir".
También fue la tercera vez en cinco días que los bateadores de los Yankees vieron a Smith; lo verían una cuarta vez en el Juego 5. Como Ron Darling señaló hábilmente en la transmisión de TBS, los managers a menudo sacan a los abridores de los juegos antes de que los oponentes puedan verlos una tercera vez, pero en la postemporada, los bateadores a menudo ven a los mismos relevistas una y otra vez. Hedges, quien ganó un anillo de la Serie Mundial con los Texas Rangers el año pasado, está tan familiarizado con esto como cualquiera.
"Ésa es una de las bellezas de los playoffs, poder enfrentar a los equipos una y otra vez", dijo. "Tienes que ser creativo en la forma en que atacas a los muchachos en la caja de bateo; ellos te van a atacar de manera diferente. Es un juego de ajustes, y quien gane el juego de ajustes, probablemente, ganará la serie".
Hedges también reconoció la fatiga de los relevistas en esta época del año.
"Eso es real", dijo. "Estamos a mediados o finales de octubre. Todos han estado entrenando desde la temporada baja para una temporada de seis meses. Por mucho que sepas que tu objetivo es ganar la Serie Mundial, sólo hay un puñado de equipos que juegan durante tanto tiempo. Es agotador. Puedes verlo en el pasado: hay muchos pitchers que trabajaron mucho en la postemporada y regresan al año siguiente y simplemente no son los mismos. Simplemente, por ese mes adicional y la presión de cada momento, es duro y agotador. Es muy real".
Esta dependencia extraordinariamente fuerte de los relevistas no fue parte de un plan maestro de Vogt en su primer año como manager ni de la gerencia de los Guardians; ésta es una organización reconocida desde hace mucho tiempo por el desarrollo de abridores, desde CC Sabathia hasta Cliff Lee, Corey Kluber y Shane Bieber.
Pero este año, Bieber, ganador del premio Cy Young de la Liga Americana en 2020, duró solo dos aperturas antes de sufrir una lesión en el brazo que le puso fin a la temporada. Triston McKenzie aparentemente tuvo una gran actuación en 2022, con una efectividad de 2.96 en 191.1 entradas, pero tuvo tantos problemas este año que fue enviado a las Menores. De manera similar, Logan Allen fue enviado a sucursales. Los Guardians trabajaron para mejorar su rotación antes de la fecha límite de cambios, pero, de un grupo reducido de abridores, agregaron a Alex Cobb y luego contrataron al zurdo Matthew Boyd. Vogt tuvo que aprovechar al máximo lo que tenía y eso era un bullpen dominante que apuntalaba una rotación que luchaba por contribuir con entradas.
Eso continuó en esta postemporada, con Tanner Bibee y Boyd funcionando efectivamente como una rotación de dos hombres y Vogt recurriendo regularmente a su bullpen para obtener resultados mucho menos sólidos que durante la temporada regular. Clase permitió dos jonrones durante los seis meses de la temporada regular y, en un lapso de ocho lanzamientos en el Juego 3 del jueves, permitió jonrones consecutivos a Judge y Stanton.
Al día siguiente, antes del Juego 4, se publicó un video en la cuenta de Instagram de Clase que destacaba sus premios anteriores, recordatorios de su preeminencia como el relevista ampliamente considerado como el mejor en el beisbol. Sin embargo, para un bateador veterano de las Grandes Ligas, el video parecía más como una señal de un lanzador tratando de tranquilizarse. Horas después, los Yankees volvieron a conectar a Clase, para dos carreras más con tres hits y una base por bolas. Alex Verdugo habló sobre cómo los Yankees pudieron hacer que Clase trabajara en la zona de strike y luego aprovecharla. "No he podido ejecutar mis lanzamientos", dijo Clase después del Juego 4. "Un mérito para ellos por sus turnos al bat".
Aun así, Vogt dejó en claro antes del quinto juego: recurriría a Clase y sus relevistas si los necesitaban, y con los Guardians jugando para extender su temporada, los volvió a llamar.
El sábado por la noche, Smith, Herrin y Clase no contribuyeron con nada en su trabajo, pero cuando Gaddis entró a lanzar en la parte alta de la décima entrada, dio base por bolas a Austin Wells con un out. El campocorto Brayan Rocchio no manejó bien una pelota y los Yankees tenían hombres en primera y segunda. Gaddis ponchó a Gleyber Torres, pero Juan Soto siguió bateando de foul, asintiendo con la cabeza mientras miraba al lanzador –Soto le decía al lanzador de los Guardians que podía verlo todo, que podía batear todo–. Y en el séptimo lanzamiento de esa aparición en el plato, Gaddis lanzó una recta de 95 mph y Soto la destrozó –apenas el quinto jonrón de Gaddis en todo el año–.
Fue la peor manera posible de terminar lo que había sido la mejor temporada posible para el cuarteto de relevistas de Cleveland.