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Los Red Sox han iniciado mal y hablamos de históricamente mal...

El equipo que alcanzó el juego seis de la Serie de Campeonato de la Liga Americana en la pasada temporada luce irreconocible en el arranque de la campaña 2022.

Si antes de iniciar la temporada 2022, alguien habría dicho que Boston Red Sox, uno de los equipos que más lejos llegó en la postemporada y una de las mejores ofensivas en términos generales de los últimos años, estaría en último lugar al acercarse la marca de 30 juegos, es probable que haya encontrado con rostros de incredulidad. El equipo que quedó a apenas dos victorias de una Serie Mundial en 2021 no parecía tener puntos débiles en su alineación y la adición de Trevor Story, parecía un aporte espectacular para una escuadra que nuevamente saldría por todo en la campaña actual.

29 partidos más tarde, los Red Sox se encuentran en el último puesto de una división que incluye a Baltimore Orioles (considerado uno de los peores equipos de la memoria reciente en Grandes Ligas) a 10 partidos del primer puesto. El récord de diez victorias y diecinueve derrotas es puramente el reflejo de lo mal que ha jugado el equipo y cuando nos referimos o jugar mal, hablamos en términos históricos.

Para poner en contexto qué tan malo ha sido este inicio, solo hay que comparar con respecto a los otros tres años anteriores de Alex Cora como dirigente del conjunto para entender lo preocupante del mismo. En 2021, Boston perdió su decimonoveno partido en el juego 49 de la temporada (29-19), en 2019, lo hizo en el número 41 (22-19) y en 2018, cuando Red Sox ganó su más reciente mundial, esa derrota llegó en el encuentro 62 del año (43-19). Cora nunca había llegado a 19 derrotas con un récord negativo como dirigente hasta este año.

La razón principal del descalabro, en términos sencillos, ha sido la incapacidad del equipo para batear.

Al día de hoy, luego de 29 juegos disputados, Boston tiene una línea ofensiva que incluye un promedio de bateo de .228, un porcentaje de embasarse (OBP) de .279 y un slugging (SLG) de .342. Al sumar las dos últimas estadísticas el resultado es un OPS de .621, el peor para el equipo desde 1961 (hace 61 años), cuando apenas acumularon .619.

Ese equipo de 1961 culminó sexto en la Liga Americana (el formato divisional no existía en ese entonces) con récord de 75 victorias y 87 derrotas.

Para dar más contexto de lo mal que han estado los Red Sox, si tomamos las seis primeras entradas de cada uno de los últimos catorce partidos, el equipo solo ha anotado 18 carreras en 84 entradas. De esos 84 innings, no han anotado carreras en 72, lo que corresponde al 85.7 por ciento.

Sin embargo, cualquiera puede cuestionarse si toda la ofensiva está sufriendo en términos generales o si existe alguna razón para que los números del equipo se vean tan mal. Lo primero es quitar del medio a Rafael Devers (.308/.336/.475), Xander Bogaerts (.343/.393/.472) y J.D. Martínez (.294/.337/.518), dígase, la parte alta de la alineación, quienes han estado bateando de forma más que aceptable. Los otros bateadores, han quedado a deber.

En los últimos quince encuentros, los jugadores que han ocupado la receptoría, primera y segunda base, así como los jardines han tenido de manera colectiva 320 turnos oficiales y su línea estadística incluye un promedio de bateo de .175 y un OPS de .477 con 23 remolcadas, 76 ponches y ninguno pegó de cuadrangular.

Vamos más lejos para los que pudieran pensar que el problema también incluye a los lanzadores. Desde el 23 de abril a la fecha, en 14 partidos, los abridores “patirrojos” han trabajado por 70.2 entradas y tienen una efectividad de 1.66. El equipo tiene récord de tres victorias y once derrotas en ese tramo. Los lanzadores están dando una oportunidad de ganar.

Este modo de jugar traerá muchas preguntas al futuro inmediato del equipo, en especial con lo que respecta a la situación contractual de Xander Bogaerts y su permanencia con los Red Sox más allá de esta campaña, pero en lo que esa situación se resuelve, estamos en presencia de uno de los peores inicios en la historia del único equipo que ha ganado cuatro Series Mundiales del año 2000 a la fecha.