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Miguel Cabrera busca recuperarse de un pobre 2022 y aportar en su temporada de despedida

En su temporada final en las Grandes Ligas (MLB), el histórico toletero venezolano Miguel Cabrera enfrenta una difícil batalla contra un enemigo que, hasta ahora, nadie ha podido derrotar: El padre tiempo.

Bateando como emergente, Cabrera bateó sencillo que produjo la carrera ganadora en el triunfo de los Detroit Tigers 7-6 sobre los San Francisco Giants, el sábado en el Comerica Park. En 15 ocasiones, Cabrera ha terminado un encuentro con el batazo decisivo, pero fue la primera vez que lo consigue como bateador emergente.

En sentido general, Cabrera, quien cumple 40 años el martes, bateó .233 (30-7) con tres dobles y tres carreras impulsadas en nueve encuentros en las primeras tres semanas de su vigésimo primera temporada en las ligas mayores.

El encuentro del domingo fue pospuesto por lluvia tras una demora de cinco horas y fue reprogramado para el 24 de julio. Los Tigers recibirán a los Cleveland Indians por tres días, antes de embarcarse en una gira por Baltimore y Milwaukee, donde muy probablemente habrá homenajes de despedida a Cabrera, quien no regresará a esos lugares.

Hasta ahora, Cabrera ha sido honrado en cada ciudad que visitó por última vez. Salvo raras excepciones, esos tours de despedida han probado ser bastante duros para peloteros con 20 o más temporadas en sus cansados cuerpos.

El relevista panameño Mariano Rivera (6-2, 2.11 en 64.0 innings) y el bateador designado dominicano David Ortiz (.315, 48 dobles, 38 jonrones y 115 carreras empujadas) se fueron por todo lo alto y el antesalista Chipper Jones (37 extrabases y 2.8 WAR) y el 1B/BD dominicano Albert Pujols (.270 con 24 jonrones) consiguieron actuaciones decentes, pero el torpedero Derek Jeter (.617 de OPS en 145 juegos) y el receptor puertorriqueño Yadier Molina (.214 y .535 en promedios de bateo y OPS) sufrieron mucho en el proceso, por mencionar algunos casos recientes.

Jugando principalmente contra lanzadores zurdos, Cabrera no ha podido pegar más de un hit en un juego y trata de evitar irse sin jonrón en abril por segunda temporada consecutiva.

En el 2022, Cabrera tuvo la peor actuación de su carrera, cuando bateó .254 con apenas 15 extrabases (10 dobles y cinco jonrones) en 433 apariciones al plato. Su OPS de .622 no solamente fue el peor de su vida, sino que estuvo casi .300 puntos por debajo del que presente en su carrera (.907).

Sin embargo, cada vez que pone la bola en juego, Cabrera, quien batea .308 y es uno de apenas tres jugadores con 3,000 hits, 600 dobles y 500 jonrones en las ligas mayores, establece una nueva marca o asciende en los lideratos históricos del circuito.

Con sus siete imparables del 2023, Cabrera llegó a 3,095, desplazando a Ichiro Suzuki del puesto número 24 y acercándose a Dave Winfield (#23 con 3,110) y a Alex Rodríguez (#22 con 3,115). Su doble de la octava entrada contra Toronto Blue Jays el pasado miércoles fue el extrabase 1,134 de su carrera, empatando con Tris Speaker en el puesto número 16.

No sería raro si Cabrera mejora conforme la temperatura comience a subir en el este y el centro de Estados Unidos. En su carrera, "Miggy" batea .310 entre marzo y abril para mejorar a .317 y .315 en mayo y junio. El año pasado bateó .258 en abril y .318 y .314 en mayo y junio, antes de caer a .210 en julio y a .116 en agosto.

Como es natural, el promedio general de bateo de Cabrera ha descendido a medida que su edad aumenta, cayendo desde .321 al final de la temporada del 2017 al actual .308. Después de todo, hasta ahora, nadie le ganado una batalla al padre tiempo.