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Sammy Sosa y el junio fantástico y 'extravagante' de 1998

En junio de 1998, Chicago era el lugar en el que quería estar cualquier aficionado al deporte, ya sea que viviera en Estados Unidos o en otra geografía.

Al mismo tiempo que Michael Jordan y los Chicago Bulls ganaban Las Finales de la NBA por sexta vez en ocho años, el dominicano Sammy Sosa, de los Chicago Cubs, conectaba jonrones a un ritmo sin precedente para establecer el récord de un mes en las Grandes Ligas y darle caza al gigante Mark McGwire, de los St. Louis Cardinals, en una de las disputas más electrizantes de todos los tiempos.

Mientras para Jordan y su grupo el mes de junio de hace 22 años fue The Last Dance (El Último Baile), para Sosa y McGwire fue Long Gone Summer (Verano de los Palos Largos).

Dos semanas después del final de la serie sobre el último campeonato de Jordan, que impuso récords de audiencia en ESPN, "El Líder Mundial en Deportes" estrena el documental que revive la madre de las batallas de los jonrones.

Una trifulca en las que ambos contendientes rompieron la marca de jonrones (61) para una temporada, que tenía Roger Maris desde 1961, y que finalmente ganó McGwire 70 a 66. Además, puso a hablar de béisbol hasta gente que nunca había visto un partido completo anteriormente.

"Todo llega a su debido tiempo", dijo Sosa a ESPN Digital.

"Creo que ese momento fue el que Dios me tenía destinado y yo hice lo que tenía que hacer. Para entonces solamente se hablaba de baloncesto [en Chicago], pero cuando vine yo y comencé a hacer lo que hice, aproveché la oportunidad, competí con Jordan, me robé la ciudad, y el resto es historia", agregó.

"1998 es el año que me marcó la vida y mi futuro", subrayó Sosa.

Cuando comenzó esa temporada, Sosa, quien debutó con los Texas Rangers en 1989, ya era una estrella en las Grandes Ligas, con dos campañas de 30 jonrones y 30 robos, cuatro de al menos 30 cuadrangulares y una (en 1996) de 40 jonrones en apenas 124 partidos.

McGwire, quien tenía el récord de jonrones para un novato (49 en 1987) y se había acercado a la marca de Maris el año anterior, cuando bateó 58 en 156 juegos con Oakland Athletics y Cardinals, arrancó 1998 como fuerte candidato a batear 62 o más. Su rival para el liderato de la temporada y el récord era Ken Griffey Jr., el carismático y poderoso jardinero central de los Seattle Mariners, que había volado la verja 56 veces en 1997.

"Big Mac" no perdió tiempo y en la quinta entrada del primer juego de la temporada bateó un jonrón con las bases llenas contra el dominicano Ramón Martínez, de los Los Angeles Dodgers. El inicialista terminó abril con 11 y para el 31 de mayo superaba 27-19 a Griffey. Sosa, mientras tanto, tenía 13 y ocupaba el 14to. puesto entre los líderes de la MLB, luego de los primeros dos meses de la temporada.

"Chicago es una ciudad muy fría y yo era uno de los peores bateadores en el frío. Cuando la temperatura comenzaba a calentar, entonces ese era yo", apuntó el quisqueyano.

Sosa despachó dos vuelacercas en el primer juego de junio y el lunes 15 --un día después de que Jordan anotó 45 puntos en el sexto encuentro de la final para que los Bulls derrotaran 4-2 a los Utah Jazz-- el dominicano le pegó tres al derecho Cal Eldred, de los Milwaukee Brewers, para mantener la euforia triunfalista en la ciudad de los vientos.

Sosa llegó a 30 cuadrangulares en la temporada el lunes 21 y el día 30 bateó el número 20 de junio, un récord de Grandes Ligas para un mes.

Rudy York (agosto de 1937) y Giancarlo Stanton (agosto de 2017) batearon 18 jonrones en un mes, mientras que Babe Ruth (septiembre de 1927), Albert Belle (septiembre de 1995) y Barry Bonds (mayo de 2001) lograron 17.

"Yo venía con un ritmo acelerado, pero junio fue extravagante", dijo Sosa, quien tuvo cuatro partidos de múltiples jonrones y promedió un cuadrangular cada 5.7 turnos en ese mes especial. "Todavía hoy me siento incómodo de no haber pegado 24 o 25, ya que tuve siete fouls que estuvieron cerca de ser jonrones", agregó.

Con su arrolladora actuación de junio, "El Bambino del Caribe" empató a Griffey (con 33) en el segundo lugar y se colocó a cuatro de McGwire (37) en el liderato de la Liga Nacional y de ambas ligas mayores.

En agosto, cuando el calor aplasta a muchos jugadores en la larga temporada del béisbol, Sosa se sentía como si estuviera jugando en el patio de su hogar en San Pedro de Macorís, en el este de República Dominicana. El miércoles 19 empató, por primera vez en el año, a McGwire (47-47), mientras ambos dejaban rezagado a Griffey, quien apenas sacó seis pelotas en el penúltimo mes de la temporada.

Con la familia de Maris en el Busch Stadium para una serie contra Sosa y los Cubs, McGwire empató el récord de Grandes Ligas el lunes 7 de septiembre y lo quebró al día siguiente con un estacazo solitario en la cuarta entrada contra el derecho Steve Trachsel. Sosa abandonó su posición en los jardines para ir a abrazar a su rival.

La imagen provocó una alegría colectiva en el mundo del béisbol, incluyendo República Dominicana. Todavía faltaba mucha pelota.

En la próxima serie, contra Milwaukee en el fin de semana en Wrigley Field, Sosa bateó su jonrón 59 el viernes 11 y el 60 al día sigiuiente, con Jordan sentado en un palco de lujo. El domingo 13 agregó dos más y empató la carrera 62-62. Para ese momento, Griffey Jr tenía 51 y estaba oficialmente fuera de la competencia.

McGwire y Sosa llegaron empatados al último fin de semana de la serie regular, cuando el norteamericano sacó la casta para terminar ganando la batalla 70 a 66. En el interín, ambos consiguieron la atención del planeta, pero Sosa, además, se robó el corazón de la mayoría de los aficionados.

Sosa volvería a batear más de 60 jonrones en 1999 y 2001 (el único con tres temporadas de ese tipo en la historia) y terminaría su carrera de 18 años con 609, noveno en el liderato de todos los tiempos. McGwire se retiró con 583, undécimo en el liderato.

"Mark lo tenía todo. Lo único que yo tenía que Mark no tenía era mi carisma. Yo simplemente estaba feliz por estar allí", dijo Sosa en el documental de ESPN, que fue dirigido por AJ Schnack.

"Es algo impresionante. Después de 20 años, Mark y yo volveremos a revivir una historia que pasó hace mucho tiempo, pero que aún sigue viva. En estos momentos, que no hay deportes y que la gente está en sus casas, debido al coronavirus, es la mejor oportunidad de revivir esa historia de 1998", comentó Sosa.

"Ya soy un hombre con nietos", dijo Sosa sobre el momento en que se estrena el documental. "Es como volver a vivir el momento. Para los muchachos jóvenes que no pudieron vivirlo, tendrán la oportunidad de ver dos rivales que compitieron, pero que se respetaron".