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El acento de los Inter-Nacionales de Washington

WASHINGTON -- Los Washington Nationals están jugando en la Serie Mundial por primera vez en su historia y entre los factores que facilitaron esa gesta monumental se encuentra el gran trabajo de los últimos años del departamento de reclutamiento internacional de los campeones de la Liga Nacional.

De los 25 jugadores en el roster que Washington ensambló para enfrentar a los Houston Astros en el clásico de otoño, alrededor de un tercio (8) nacieron fuera de Estados Unidos, incluyendo tres dominicanos (los jardineros Juan Soto y Victor Robles y el lanzador Wander Suero) que fueron evaluados, firmados y desarrollados por la organización.

También integran la nómina un lanzador dominicano que es el jugador más viejo de las ligas mayores (Fernando Rodney), un trío de experimentados y exitosos venezolanos (el lanzador Aníbal Sánchez, el intermedista Asdrúbal Cabrera y el jardinero Gerardo Parra) y el mejor pelotero brasileño de todos los tiempos (Yan Gomes).

Rodney, un veterano de 17 temporadas y gran experiencia de momentos importantes, y Parra, un jardinero sustituto cuyas estadísticas no muestran todo su impacto, son reconocidos por el resto de sus compañeros como los encargados de los departamentos de música y coreografía, elementos esenciales para aliviar el stress de un equipo que comenzó el año con marca de 19-31 y prácticamente ha estado jugando partidos de eliminación desde hace dos meses.

Los Nacionales, que el 23 de mayo tenían un 3.4% de probabilidades de clasificar a los playoffs y 0.4% de ganar el título de las ligas mayores, avanzaron a la carrera de octubre con el primer comodín de la Liga Nacional, donde eliminaron a los Milwaukee Brewers en el partido de muerte súbita, vencieron a los favoritos Los Angeles Dodgers en un quinto y decisivo choque en las Series Divisionales y luego barrieron a los St. Louis Cardinals en la Serie de Campeonato.

Washington, que viajó el lunes a Houston abajo 2-3 en su primera incursión en una Serie Mundial, es el noveno equipo de la historia que alcanza la postemporada, después de estar 12 juegos por debajo de .500 en algún momento del año.

"Un gran rol", dijo Johnny DiPuglia, el asistente del gerente general y vicepresidente de operaciones internacionales de los Nacionales, sobre el papel ha tenido la legión extranjera en la dura guerra que ha debido superar el equipo de la capital de Estados Unidos para llegar a su actual posición.

"Pienso que hay que darle mucho mérito al trabajo que hemos hecho [como organización] y al plan general del equipo en ese sentido", dijo DiPuglia. "Viendo a Soto y Robles jugando entre los ocho de posición en la alineación diaria, es como mirar a mis hijos jugando béisbol en pequeñas ligas", agregó.

DiPuglia, quien labora para los Nacionales desde el 2009, comanda un batallón cuyo radio de acción cubre casi todo el planeta tierra, pero con un enfoque especial en América Latina, con base en República Dominicana, de donde es originario el padre del ejecutivo de los Nacionales.

Fausto Severino es el director de las operaciones en Latinoamérica, mientras que recientemente fueron contratados los veteranos Tony Arias ("crosschecker" internacional) y Mike Cadahia (director internacional de cazatalentos). Pablo Arias y Modesto Ulloa son los principales buscadores de talento en República Dominicana, Germán Robles es supervisor Venezuela, Eduardo Cabrera en Colombia y Miguel Ruiz en Panamá.

Mientras en sentido general, la finca de los Nacionales es considerada una de las últimas entre los 30 equipos de las Grandes Ligas, su talento internacional ha estado en los primeros planos por los últimos años.

Desde el 2015, el sistema internacional de Washington ha metido a las ligas mayores a Soto, Robles, Suero, los lanzadores Jefry Rodríguez (enviado a Cleveland Indians para adquirir a Gomes) y Reynaldo López (cambiado a los Chicago White Sox juno a Luca Giolito por el jardinero Adam Eaton), el talentoso infielder Wilmer Difo, los receptores Pedro Severino (actualmente con Baltimore Orioles) y Raudy Read y el jardinero Rafael Bautista, entre otros.

"El trabajo número uno de nosotros [además del mejor talento] es buscar los peloteros que el gerente pueda cambiar por piezas para los playoffs. En los últimos 10 años hemos firmado más de 25 peloteros que el equipo ha cambiado por otras piezas para estar donde estamos ahora", dijo DiPuglia.

Debido a las reglas de las ligas mayores sobre el gasto internacional, los Nacionales fueron limitados a firmas de no más de $300 mil dólares en 2017 y 2018, una consecuencia de haber gastado cerca de ocho millones de dólares en el mercado de julio del 2016, cuando solamente en dos torpederos dominicanos de 16 años (Yasel Antuna, $3,9, y Luis García, $1,3) invirtieron más de cinco millones.

Superado el período de castigo y con un presupuesto de $4,3 millones para el mercado internacional 2019-20, los Nacionales firmaron este año al lanzador derecho venezolano Andry Lara por $1,25 millones.

"Estamos hablando de un muchachito que ya estaba tocando cerca de 95 millas por hora a los 16 años y ahora mismo, con meses en el profesionalismo, ya está entre los mejores prospectos del club. Es una bendición", dijo Severino, quien fue promovido a su actual cargo como jefe en Latinoamérica hace un mes.

"Pero incluso durante el período en que no podíamos firmar a los muchachitos más caros, nos mantuvimos llenando el sistema de buenos peloteros", agregó Severino.

García, Antuna, el jardinero dominicano Jeremy De la Rosa, el receptor venezolano Israél Pineda, el lanzador quisqueyano Joan Adón y Lara, representan ahora mismo lo más selecto del producto internacional de los Nacionales en las ligas menores.

"Debemos seguir trabajando duro, buscar los peloteros que están en los pueblos. Investigar el ambiente familiar y la educación de los muchachos para estar seguros de que puedan encajar en este ambiente que tenemos en la organización", dijo DiPuglia, quien ha estado en el negocio de evaluar peloteros desde 1990 con los St. Louis Cardinals, San Francisco Giants, Boston Red Sox y Washington.

SOTO Y ROBLES: LAS JOYAS DE LA CORONA

Por supuesto, Soto y Robles, quienes son parte de la alineación diaria del manager puertorriqueño Dave Martínez, son las joyas de la corona del trabajo del departamento internacional de los Nacionales.

Soto, quien cumplió 21 años el viernes, cuando los Nacionales jugaron el primer partido de Serie Mundial en Washington desde 1933, es el cuarto bate del club y uno de los mejores jugadores de la liga. Tras quedar segundo en la carrera por el Novato del Año del viejo circuito a los 19 años en el 2018, Soto pegó 34 jonrones, empujó 110 carreras y está entre los finalistas al Guante de Oro en 2019.

Soto fue firmado en el mercado internacional de julio del 2015 con un bono de $1,5 millones de dólares. Esa fue la misma promoción que produjo las firmas de los cubanos Yadier Alvarez ($16 millones con Dodgers) y Eddie Julio Martínez ($3 millones con Chicago Cubs); el bahameño Lucius Fox ($6 millones con San Francisco Giants); los dominicanos Jhaylin Ortiz ($4 millones con Philadelphia Phillies), Vladimir Guerrero Jr. ($3,9 millones con Toronto Blue Jays) y Fernando Tatis Jr. ($700 mil con San Diego Padres), entre otros.

"Soto no es el pelotero que normalmente firmamos en el mercado internacional: No era un buen corredor, no tiraba mucho, no jugaba en el medio del campo", dijo DiPuglia.

"Pero tenía la habilidad de batear y su inteligencia era increíble. Es un muchacho que uno consigue cada 50 años. Es inteligente, tiene una gran base familiar. Es un jugador especial", dijo el evaluador.

Robles, de 22 años, es un artista en el jardín central, que también está entre los finalistas de su posición al Guante de Oro, con todos los atributos para ser uno de los más completos del negocio. En el 2019 conectó 53 extrabases, robó 28 bases y lideró a todos los jardineros en carreras preservadas con la defensa y outs por encima del promedio.

Irónicamente, la firma de Robles, por apenas $225 mil dólares en julio del 2013, no generó mucha algarabía en el mundo de la pelota.

"Victor tiene cinco herramientas. Ha enseñado que tiene la habilidad para ser un Guante de oro en Grandes Ligas", dijo DiPuglia.

"No tiene la mentalidad como la que tiene Soto, porque Soto posee una mentalidad especial, pero creo que estar jugando a los 22 años en la Serie Mundial es una muestra de lo bueno que es", dijo.