Aficionados y Fanáticos al "Rey de los Deportes": Desde que Joe Maddon llegó a los Cachorros de Chicago, el equipo ha ganado el título divisional en dos temporadas, ha alcanzado la Serie de Campeonato de la Liga Nacional por tres años consecutivos y ha sido campeón del Clásico de Otoño en el 2016, para terminar el ayuno más largo de la historia en las mayores: 108 años sin ser campeones.
El reto para Maddon esta temporada es, nuevamente, llevar a su equipo a la Serie Mundial. Para ello, se ha quedado sin su mano derecha de varios años, ya que Dave Martínez, coach de banca de Maddon desde su era en Tampa Bay, emigró a Washington para manejar a los Nacionales, pero a cambio, le trajeron a alguien que, dadas las circunstancias del equipo, le va a ayudar mucho más esta campaña: Jim Hickey, quien fuera su coach de pitcheo con los Rays, llega para tratar de armar el rompecabezas monticular de los Oseznos.
La rotación de los Cachorros no tendrá ya a Jake Arrieta, parte fundamental en la consecución del título hace dos años, y de hecho solamente Jon Lester y Kyle Hendricks se mantienen en ese grupo como los únicos sobrevivientes del 2016. Desde mitad del año pasado, José Quintana llegó a apuntalar la rotación, que dependerá mucho de cómo pueda desempeñarse Jon Lester, a sus 34 años de edad y con casi 2,200 innings lanzados en su carrera.
En el bullpen, Brandon Morrow llega de Dodgers de Los Angeles para ser el cerrador. Viene de una gran campaña en la que registró 2.06 de efectividad en 45 juegos, pero fue generalmente el preparador, y todos sabemos que el puesto de cerrador es totalmente diferente a los demás en el bullpen. La fórmula para llegar a Morrow seguriá siendo con Pedro Strop y Carl Edwards Jr., por lo que Hickey tendrá como una de sus primeras asignaciones el resolver cualquier grieta que se presente en esa combinación.
Por la ofensiva no habrá que preocuparse en la misma magnitud. El arranque lento de los Cachorros en 2017 se debió a varias circunstancias que deben estar resueltas para éste año: Kyle Schwarber se ha puesto en forma y pretende que con esas libras perdidas se vayan también las frustraciones del año pasado, Addison Russell quiere olvidarse de sus problemas personales que terminaron por afectarle en el terreno, Javier Báez busca tener más paciencia en el plato y no irse por pitcheos descontrolados, Kris Bryant pretende capitalizar los ajustes que hizo para batear más a la banda contraria a costillas de su poder, y Jason Heyward quiere conectar mejor ante lanzadores zurdos.
Parece una lista interminable, pero con peloteros de tanta calidad y que ya saben lo que es ganar un título en el Norte de Chicago, no debe ser obstáculo para volver a soñar con un desfile de campeones.
Al final, los Cachorros quieren que el 2017 haya sido simplemente la "cruda" al año previo lleno de celebraciones. La "Ciudad de los Vientos" espera nuevamente llenar las calles a principios de noviembre en honor a sus queridos Cubbies... y hay razones para pensar que así será.
¡No hay nada mejor!