Apaga y vámonos. Suban al máximo el volumen para escuchar "Enter Sandman", de Metallica.
Con la misma perfección que retiraba de 1-2-3 el noveno inning, Mariano Rivera consiguió por primera vez en la historia el voto unánime de la Asociación de Escritores de Béisbol de América (BBWAA) para ingresar al Salón de la Fama de Cooperstown.
El panameño que jugó toda su carrera con los New York Yankees recibió los 425 votos emitidos, algo que no logró en su momento ni el mismísimo Babe Ruth, la encarnación suprema del béisbol.
Siempre hay una primera vez y le tocó al mejor lanzador relevista de la historia, quien llegará al Templo de los Inmortales acompañado de su ex compañero de equipo Mike Mussina, el puertorriqueño Edgar Martínez y Roy Halladay.
Y ahora la pregunta que se hacen muchos es si el año próximo Derek Jeter logrará igualar la unanimidad de Rivera.
En un mundo ideal debería. Jeter fue, a no dudarlo, la cara de toda una generación de peloteros.
Más allá de sus incuestionables números, fue un jugador íntegro, sin escándalos, entregado por entero. Fue la clase hecha pelotero.
"El Capitán" fue en sus 20 años de carrera un monumento viviente que recordaba a cada paso cómo se debe jugar el béisbol.
"Puede haber personas que tengan más talento que tú, pero no hay excusa para que nadie trabaje más duro que tú", decía Jeter.
Basado en esa máxima salió al terreno cada día, desde que debutó el 29 de mayo de 1995 hasta el 28 de septiembre del 2014, cuando colgó los spikes.
Nadie en su sano juicio debería saltarse en la votación a un hombre que fue Novato del Año, cinco veces campeón de Serie Mundial y estuvo en 14 Juegos de Estrellas.
Que Derek Jeter entrará como un cañón a Cooperstown en su primer año de elegibilidad es indudable.
Pero que vaya a hacerlo con el voto unánime de la BBWAA está por verse.
La mente humana es impredecible y recuerdo haber leído alguna vez un artículo que calificaba a Jeter como un jugador "overrated", sobrevalorado.
No recuerdo quién era el autor, pero si pertenece a la BBWAA, quizás ese sea quien lo prive de la unanimidad.
¿Acaso no hubo quienes no votaron por Cal Ripken o Ken Griffey Junior?¿O por Greg Maddux y Randy Johnson?
Tal vez algún colega de Miami, molesto por la manera en que Jeter ha manejado las cosas en su nueva función de dueño de los Marlins, le niegue el voto.
Quizás uno de Boston, por aquello de la rivalidad entre los Red Sox y los Yankees.
Pero cualquier argumento en su contra es absurdo, pues él fue de esos que, al igual que Mariano Rivera, supo ganarse el respeto y la admiración hasta de los más acérrimos contrarios.