Si Agustín Canapino tuvo motivos de sobra para irse feliz del primer desafío que experimentó en las calles de San Petersburgo en esta empresa llamada IndyCar, la vara se elevó mucho más después de su genial actuación en el óvalo de Texas, donde se disputó la segunda fecha de la categoría estadounidense.
Genial y brillante son adjetivos que le aplican fantásticamente a la tarea del Titán. Y es bueno desmenuzar los motivos de la apreciación. Primero: nunca había corrido en óvalos, un tipo de circuito en el que la concentración tiene que ser total durante toda la competencia, porque la mínima distracción es golpe contra el muro. Y en Texas pudieron dar fe dos ex Fórmula 1: Takuma Sato y Romain Grosjean. Por si algún distraído anda por la sala, el japonés ganó dos veces las 500 Millas de Indianápolis y terminó contra la pared mientras Canapino pasaba por ahí.
Segundo motivo, y no menos importante, es el ritmo de carrera. Porque el argentino se mantuvo en muy buenos registros de vuelta. Tanto, que su mejor giro fue de 23s8040, más veloz que la más rápida de su compañero del Juncos Hollinger Racing, Callum Ilott (fue noveno), quien llegó a 23s9537. Y, además, largó 19° y finalizó 12°.
Tercer motivo. Tuvo la frialdad de poder esquivar todos los accidentes, más allá de la sorpresa que alguno le causó, como el de Graham Rahal volando por arriba de DeFrancesco. “No, no, no. Nunca viví algo parecido en mi vida, qué locura esto”, dijo el piloto bonarense por la radio a su equipo. “Tranquilo, venís haciendo un carrerón, le respondió Ricardo Juncos, todo en castellano. Y ahí hay un cuarto motivo: Canpino debió cambiar su estilo de vida, abandonar su país, mudarse a Estados Unidos y aprender inglés en tiempo record. ¿Algún motivo más? Sí, jamás había manejado a 350 km/h de promedio. Por todo eso, el múltiple campeón argentino de categorías de turismo en su país se ganó dos adjetivos: genial y brillante.
Josef Newgarden (Team Penske) se quedó con la victoria, beneficiado por el accidente de Romain Grosjean en el final y que obligó a terminar la carrera bajo régimen de bandera amarilla porque se le iba a hacer muy difícil sostener el embate de Pato O’Ward. El mexicano fue segundo y lidera el torneo. La próxima cita: el 16 en Long Beach y se verá por Star+.
