Echamos un vistazo a los 13 convenios futuros que configurarán el panorama financiero de la liga
Las últimas semanas han traído una serie de contratos que ayudarán a fijar el piso respecto a los siguientes contratos enormes que vamos a ver en los siguientes meses.
Entre los quarterbacks, Jared Goff y Trevor Lawrence saltaron a lo más alto en el rubro de salario anual promedio con sus extensiones, con el quarterback de los Lions pactando el segundo mayor total en la historia de la NFL, 53 millones de dólares por año, apenas por debajo de los 55 millones de dólares anuales con que el pasador de los Jaguars empata por el primer puesto de la lista con Joe Burrow de los Bengals.
En la posición de receptor abierto, también ha habido mucho movimiento. Justin Jefferson se convirtió, como era ampliamente esperado en el mejor pagado en la historia de la liga en la posición, y acuerdos nuevos para Amon-Ra St. Brown, Jaylen Waddle, DeVonta Smith, Nico Collins y Michael Pittman Jr. ayudan a elevar el piso para los que siguen a la espera de dinero nuevo.
Entonces, ¿qué nombres pueden hacer ruido en los próximos meses, en términos de cifras récord para sus respectivas posiciones? Echemos un vistazo a 13 jugadores a seguir de cerca:
Dak Prescott, quarterback, Dallas Cowboys
No quepa duda, el líder en pases de anotación y pases completados en la pasada temporada, y segundo en la votación por Jugador Más Valioso de la NFL, será el siguiente poseedor de la marca del mayor contrato en la historia de la liga cuando firme. La cuestión es que no se sabe cuándo ni con quien. Inexplicablemente, los Cowboys, han decidido esperar, con Jerry Jones señalando que “Nos gustaría ver caer más hojas. Nos gustaría ver más acción" antes de firmar a Prescott. Eso solo encarece el precio del pasador al que le dieron cuatro temporadas y 160 millones de dólares la última ocasión en que se encontraban en esa situación. Y, eso no fue todo. Dallas también cedió en aquellas negociaciones, aceptando no usar la etiqueta de jugador franquicia sobre él, y dándole al quarterback una cláusula de no canje. El precio por Prescott está, en estos momentos, cerca de los 60 millones de dólares anuales, si los Cowboys se deciden a pagar relativamente pronto. Pero, si Dallas --que está en una situación apremiante con otros dos jugadores en esta misma lista-- decide jugársela a apretar el botón de reinicio en la posición más importante del juego, Prescott podría comandar más dinero en el mercado abierto una vez que concluya la próxima temporada.
Micah Parsons, ala defensiva, Dallas Cowboys
El mejor jugador defensivo de la actualidad es, también, probablemente el defensivo con el techo más alto en toda la NFL. Eso le proyecta convertirse, eventualmente, en el defensivo mejor pagado en la historia de la liga. Dallas posee control contractual sobre Parsons por, al menos, tres temporadas más: la última de su contrato original, la opción al quinto año de ese contrato de novato, para reclutas de primera ronda, y una temporada bajo la designación de jugador franquicia, si así lo quisiera, pero no hay mucho motivo para esperar demasiado con Parsons. Después de la próxima temporada, un contrato a largo plazo ayudará a Dallas a aliviar su situación contractual, lanzando cargos a topes salariales futuros. La marca actual de salario promedio anual es de 34 millones de dólares, para Nick Bosa de los San Francisco 49ers, y si bien Parsons es un jugador de impacto similar, también es cierto que posee la flexibilidad para hacer más cosas sobre el campo, en caso de ser necesario. Parsons acercará --o colocará-- la marca de salario promedio anual para un defensivo a los 40 millones de dólares anuales.
Ja'Marr Chase, receptor abierto, Cincinnati Bengals
Después de Jefferson, Chase --su ex compañero en LSU a nivel universitario-- será el próximo receptor abierto mejor pagado en la historia de la liga. Cincinnati ya ha dejado en claro que Chase es la prioridad contractual para el club, después del convenio de Burrow, y es de esperarse que pacte por entre 36 y 38 millones de dólares anuales su próximo acuerdo con los Bengals. Como en el caso de Parsons, Cincy todavía tendría control contractual sobre Chase por tres temporadas más, pero ese precio se inflará indudablemente por arriba de los 40 si la organización decide esperar tanto. El tres veces seleccionado al Pro Bowl en sus primeras tres campañas solo necesita ser paciente, igual que sucedió con Jefferson.
CeeDee Lamb, receptor abierto, Dallas Cowboys
El líder en recepciones el año pasado en la NFL, obtuvo su primera inclusión en el primer equipo All-Pro y por primera vez consiguió doble dígito en touchdowns. Está por comenzar su quinto año de contrato de novato, como recluta de primera ronda. Lo pongo un escalón por debajo de Chase porque, a pesar de su innegable productividad, no considero que tiene la capacidad de apropiarse de un partido por sí solo cualquier parte del campo, como sucede con Jefferson, Chase, Tyreek Hill o Davante Adams, solo por mencionar a algunos. Lamb es de primera línea, eso sí, y su próximo contrato podría llegar antes que el de Chase, significando que estará muy cerca de los 35 millones de dólares anuales que acaba de firmar Jefferson. Como mínimo, su acuerdo deberá colocarse por arriba de los 32 millones anuales de A.J. Brown en Philadelphia, segundo en la liga entre los mejores pagados por año.
Pat Surtain II, esquinero, Denver Broncos
Actualmente, ningún esquinero en la NFL cobra mayor salario por año que los 21 millones de dólares de Jaire Alexander, de los Green Bay Packers. Esa cifra quedará en el espejo retrovisor cuando Denver saque la chequera y extienda el contrato de Surtain, quien se ha convertido luego de tres temporadas en un esquinero de élite. Por si fuera poco, Surtain, un dos veces seleccionado al Pro Bowl y una vez All-Pro de primer equipo, ha sido tremendamente confiable, perdiéndose apenas un partido en su trayectoria profesional. Su total de intercepciones ha bajado año con año, de cuatro a dos a una en el 2023, pero eso solo es porque cada vez se lanza menos contra él.
Christian Darrisaw, tackle ofensivo, Minnesota Vikings
Darrisaw todavía no tiene en su currículo un Pro Bowl ni selección All-Pro, pero a sus 25 años de edad, el tackle izquierdo se ha convertido en un pilar ofensivo de Minnesota, en una posición dominada en la NFC, todavía, por Trent Williams, quien tendrá 36 años de edad cuando comience la próxima temporada. Penei Sewell, un tackle derecho, es el mejor pagado en términos de sueldo anual entre los tackles ofensivos de la liga, con 28 millones de dólares. Darrisaw podría aproximarse a ese total, considerando que la regla general indica que un tackle izquierdo suele ser más valioso que uno por derecha.
Tua Tagovailoa, quarterback, Miami Dolphins
La ofensiva de los Dolphins ha mostrado una explosión increíble en el último par de campañas regulares, y la extensión para Waddle es indicativo de que en Miami desean mantenerse con esa fórmula. Para ello, será necesario ampliar el convenio de Tagovailoa, quien viene de su primera selección al Pro Bowl y que ha visto a los otros dos quarterbacks elegidos --como él-- dentro de los primeros seis turnos del Draft 2020 de la NFL ser recompensados a lo grande: Burrow y Justin Herbert. Lo de Burrow es comprensible, pero Herbert no puede presumir mucho más que Tagovailoa en sus primeras cuatro temporadas de NFL. Aún así, es posible que el pasador de los Dolphins se quede con un salario que no supere al del quarterback de los Chargers, quien percibe 52.5 millones anuales, simplemente porque alrededor de la liga se considera que Herbert todavía conserva un potencial más alto a futuro. De cualquier modo, un promedio anual de 50 millones por temporada en su próximo convenio parece muy factible para Tagovailoa, cifra que lo ubicaría, en este momento, como el séptimo mejor recompensado en la liga en términos de promedio por temporada.
Rashawn Slater, tackle ofensivo, Los Angeles Chargers
Slater se perdió casi la totalidad de la temporada del 2022, y regresó el año pasado con un nivel ligeramente por debajo de lo que mostró como novato en el 2021, cuando ganó honores de segundo equipo All-Pro y fue elegido al Pro Bowl. Pero, a pesar de la selección como quinto global de Joe Alt en el pasado draft, los Chargers todavía ven a Slater como su tackle izquierdo, y eso le brinda gran valor al liniero de 25 años de edad. Como es el caso de varios en nuestra lista, Slater todavía está bajo control contractual de los Chargers, si así lo desean, por tres años más. Los angelinos no tienen prisa, y posiblemente querrán esperar a ver si recupera su nivel inicial antes de dirigirse a la bóveda, pero pagar ahora también conllevaría un precio menor, seguramente, que esperar un par de temporadas.
Tristan Wirfs, tackle ofensivo, Tampa Bay Buccaneers
A diferencia de Darrisaw y Slater, el valor de Wirfs podría sufrir por el solo hecho de que su posición natural es por derecha, y no cubre el lado ciego del pasador. En el 2023, su primera campaña por izquierda, permitió siete capturas, un total que supera las seis que concedió en sus tres primeras campañas combinadas, seis, alineando por derecha. Pero, no ha que cometer el error de despreciar ese número. Darrisaw viene de ceder nueve y Slater 10 en el 2023. También, Wirfs viene de una campaña con un mejor porcentaje de victorias en bloqueos para jugada de pase que Darrisaw y Slater, alrededor de 2 por ciento en ambos casos. La apuesta ahora para Wirfs es jugar una temporada más, ahora bajo el quinto año opcional que hicieron válido los Bucs, y que supone un salto notable de dinero respecto a los cuatro años pasados, y demostrar que puede mejorar más por izquierda, con lo que reestablecería el mercado para la posición en el 2025. El problema es que el riesgo que asume es una lesión en el 2024.
Creed Humphrey, centro, Kansas City Chiefs
Después de los retiros de Jason Kelce y Corey Linsley en el actual receso de campaña, no queda duda --ni hay quien le compita-- a Humphrey como el mejor centro en la liga. En la escala de los mejor pagados, Frank Ragnow lidera el camino en Detroit, con un salario anual promedio de 13.5 millones de dólares. No obstante, no hay un jugador más importante para el éxito absoluto de su franquicia que Patrick Mahomes, y eso eleva el valor del hombre más importante en la protección de pase para él. Seleccionado al Pro Bowl en las dos últimas temporadas, Humphrey va en camino a convertirse en el centro mejor pagado en la historia del juego, por una cifra que ronde los 14 a 15 millones de dólares por año.
Tee Higgins, receptor abierto, Cincinnati Bengals
Finalmente, hubo algún avance entre Higgins y los Bengals hace unos días, cuando el receptor abierto firmó su oferta calificada como jugador franquicia. Esa designación le garantiza 21.8 millones de dólares para el 2023, un aumento notable con respecto a los 8.7 millones que cobró en sus cuatro temporadas previas combinadas como recluta de segunda vuelta. No obstante, Higgins quiere más dinero, y una seguridad a largo plazo que la etiqueta de jugador franquicia no le brindan. La firma de su oferta calificada abre la puerta para que Cincy pueda seguir negociando con él un acuerdo a largo plazo --que no resultará tan alto como el de su compañero de equipo, Chase-- o un traspaso a otro club, uno que seguramente le brindará un contrato nuevo al primero momento de su llegada. Bajo este escenario, los Bengals pueden pedir a cambio dos selecciones de primera ronda, un precio que se antoja elevado. Entonces, ¿cuál sería el rango de dinero para Higgins? Posiblemente algo cercano a los 25 millones de dólares anuales que pactó DeVonta Smith recientemente en Philadelphia.
Brandon Aiyuk, receptor abierto, San Francisco 49ers
El de Aiyuk es un caso similar al de Higgins, en el sentido de que la franquicia ha dejado en claro que no es la prioridad contractual. Aiyuk podría considerarse el receptor abierto primario para los Niners, algo que Higgins no es en Cincinnati, pero no es la primera opción ofensiva; ahí se coloca detrás del corredor Christian McCaffrey. Su compañero de equipo, Deebo Samuel, pactó por 23.85 millones de dólares anuales en el 2022, y se avecina una decisión respecto a él para San Francisco al término de la siguiente temporada, también. Para empeorar las cosas, Aiyuk dijo a su ex compañero universitario Jayden Daniels, ahora quarterback de los Commanders, que "Me dijeron que lo me quieren", haciendo referencia aparente a los 49ers, algo que contradice lo que han dicho públicamente el gerente general JOhn Lynch y el head coach Kyle Shanahan en los meses recientes. Aiyuk no es un receptor abierto de élite en la liga, y lo coloco un escalón por debajo de Higgins, con el potencial de obtener un contrato en el mismo rango de los 25 millones de dólares anuales si alcanza el mercado abierto el año que viene, o si es negociado en las próximas semanas.
Jordan Love, quarterback, Green Bay Packers
El caso de Love es único, en el sentido de que solo tiene una temporada completa como titular, la del año pasado. El resto de los jugadores de esta lista tiene, como mínimo, tres. Love condujo a los Packers a una marca de 9-8 el año pasado, y se colocó como el noveno mejor pasador en la métrica de QBR, con 62.1. Eso lo puso arriba de Tagovailoa y Goff, décimo y undécimo respectivamente en la lista, pero lejos del 72.7 de Brock Purdy y Prescott, quienes encabezaron a la NFL con 72.8 y 72.7, respectivamente. También, tuvo distancia notable con el pasador N° 17 de la lista, Lawrence, y su 56.1. Para los Packers, la estrategia debe ser pagar ahora para aminorar el gasto, pero los representantes de Love, siguiendo el camino trazado por Prescott en su contrato del 2021, esperando al último momento para maximizar su valor.