Antes de ser suplente de Davis Webb en Texas Tech y después de Alex Smith con los Chiefs, el quarterback superó a su mejor amigo en la que podría ser la competencia de mariscales más importantes en la historia del fútbol americano
DURANTE EL VERANO DE SÉPTIMO GRADO, Patrick Mahomes fue llamado al campo de fútbol americano de la Whitehouse High School para una audición especial. No fue precisamente un secreto. Pero, digamos simplemente que el grupo de coaches en el este de Texas definitivamente no lo publicitó a los otros 10 a 15 chicos de secundaria que deseaban ser el quarterback para Whitehouse cuando crecieran.
Los coaches sí invitaron a otro chico. El coordinador ofensivo del equipo mayor, Reno Moore, estaba a cargo de la sesión en aquel día, y pidió al también chico de séptimo grado, Ryan Cheatham, salir a lanzar. Moore había escuchado mucho acerca de ambos chicos, y deseaba obtener una evaluación rápida acerca de qué trataba todo el ruido.
Mahomes era un pitcher estelar en el área de Tyler, hijo de un jugador de la Major League Baseball. Cheatham era un pitcher igual de bueno. Juntos, eran la combinación 1-2 que condujo al equipo juvenil de Tyler (edades 13 y 14) al título nacional en la Junior League Baseball World Series del 2010.
Cheatham y Mahomes se pararon lado a lado ese día, haciendo ejercicios de trabajo de pies y lanzando para Moore. Había programado su sesión en un tiempo y lugar donde, esperaba, ninguno de los otros chicos se enteraría. "No necesitábamos que asumieran que ya estaba todo decidido", recuerda.
Pero ... estaba a punto de tener todo decidido. Cheatham y Mahomes fueron grandiosos ese día. Ambos poseían cañones, y Moore tomó nota de las habilidades y trabajo de pies que habían conseguido practicando otros deportes. Existe una buena posibilidad de que ningún campo en todo el país había tenido a dos mejores lanzadores de séptimo grado, que al par que estaba evaluando Moore.
Moore asintió a lo largo del evento, sin decir realmente mucho. Pensó que Cheatham era el perfecto pasador de bolsillo diestro para el sistema de Whitehouse. Y, Mahomes era el brillante boleto de lotería, con ángulos de brazo poco ortodoxos y poder que le hacía posible hacer cualquier cosa, en cualquier jugada. La única verdadera preocupación con Mahomes era que eventualmente podría decidir que el béisbol era mayor prioridad... y amaba ser parte del equipo de baloncesto en Whitehouse, también.
Los dos chicos comprendieron lo que ocurría en ese día del 2008. Whitehouse era un programa al alza en Texas, y Moore había desarrollado a sus últimos dos quarterbacks titulares hasta convertirlos en jugadores con becas para escuelas del FCS. Ambos chicos estaban emocionados de que los coaches les prestaran tanta atención. "Estábamos tan honrados de obtener tiempo con los coaches del equipo mayor", admite Cheatham. "Ese día fue tan divertido".
Todo el tiempo que Cheatham y Mahomes lanzaron, Moore siguió notando cuánto se apoyaban el uno al otro.
"Buen pase", decía Mahomes a Cheatham.
"¡Ese fue bueno, Pat!", respondía Cheatham a Mahomes.
Luego de aproximadamente una hora, Moore les hizo parar. Había visto suficiente. Ya pensaba que ambos chicos tenían potencial de División I. Vio cómo se felicitaron y se marcharon juntos, y ese fue el primer indicio de que Cheatham y Mahomes eran, de hecho, mejores amigos.
Los tres se fueron ese día emocionados por el futuro. Pero, no tenían idea de que una de las batallas más largas, más formativas entre quarterback en la historia del fútbol americano, apenas comenzaba.
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EN ENTREVISTAS CON 14 ex coaches, jugadores y amigos de aquella era, todos dijeron que la competencia Mahomes-Cheatham sentó las bases para lo que vemos hoy día, un súper estelar de la NFL muy querido que consistentemente ha logrado navegar situaciones complicadas con aparente facilidad.
Todo comenzó en Whitehouse durante lo que terminó siento una competencia de cuatro años entre el joven Patrick Mahomes y el chico al que llamaban 'Cheeto'. "Había un nivel de respeto por Cheeto de todos, incluyendo Patrick", dice el receptor abierto de Whitehouse, Coleman Patterson, quien más tarde jugó con Mahomes en Texas Tech. "Fue competitivo, pero no creo que hubiera celos. Había respeto mutuo, y pienso que fue instrumental en convertirlo en el quarterback que es hoy".
Esa amistad comenzó de un modo fría. Mahomes se mudó al distrito de Whitehouse en el tercer grado, y terminó en la misma clase que Cheatham. Los dos se conocían de lejos. Tyler es una de esas amplias áreas texanas que es suficientemente grande como para producir a un montón de grandes atletas, pero suficientemente pequeña como para que todos se conozcan.
En su primer duelo deportivo, justo antes de que Mahomes se pasara a Whitehouse, estaba sobre el montículo y Cheatham estaba al plato. EL turno fue un duelo de chicos de 14 pitcheos, con Cheatham pegando foul tras foul a los lanzamientos, antes de finalmente ser sacado en un elevado. Cuando Cheatham salió del campo, ambos se miraron el uno al otro como si supieran que se trataría de la primera de muchas competencias en sus vidas. "Definitivamente, nos estábamos comparando", confiesa Cheatham.
Pero a la semana o dos de estar en la misma clase, se percataron de que ambos amaban las mismas cosas: fútbol americano, béisbol, baloncesto, videojuegos ... y calentarse comida realmente mala pero deliciosa a la media noche, en pijamadas. A Mahomes y sus amigos les gustaba comer pollo y bisteces fritos, con puré de papa y gravy, y solían cortarlo y mezclarlo todo, antes de bañarlo en salsa cátsup para crear un menjurje. "A muchas personas les da asco eso", reconoció Patterson. "Pero, era increíble. Amo la cátsup. Pero, nadie ama la cátsup como Patrick Mahomes".
La charla en torno a Mahomes y la cátsup es muy real. Cheatham dice que su madre tenía dos botellas de cátsup en su refrigerador, una para la familia y una para Patrick Mahomes. Por medio de la cátsup y "Call of Duty", Cheatham y Mahomes se hicieron amigos muy cercanos, y dos atletas dominantes en Whitehouse.
Para el tiempo en que alcanzaron sus años de adolescencia, Mahomes y Cheatham eran parte de Rose Capital East, el mejor equipo junior de béisbol del condado. Mahomes ganó la final nacional una noche desde el montículo en el 2010, y luego Cheatham lanzó cinco entradas sin hit en el campeonato mundial en contra de China Taipei. Pero, China Taipei logró batear en la séptima entrada para sacar a Cheatham y ganar 9-1. Mahomes jugó como campocorto y anotó la única carrera. Si existieran rankings futuros para el draft de las Grandes Ligas para esas edades, Cheatham y Mahomes probablemente hubieran sido considerados dos de los mejores prospectos de la nación.
Eso los catapultó al radar de los coaches de fútbol americano de Whitehouse. Desde su primer día en el séptimo grado, los entrenadores comenzaron a alternar entre Mahomes y Cheatham bajo centro, comenzando con ese día bajo la guía de Reno Moore en el campo de prácticas. Los coaches estaban verdaderamente divididos, 50-50, y cambiaban de parecer cada segundo día respecto a quién llevaba la ventaja. Mahomes era un poco más corto, con un brazo ligeramente más fuerte, y parecía generar más jugadas grandes, tanto buenas como malas. Cheatham era más del prototipo de distribuidor, estable, dentro del sistema que ejecutaba Moore en Whitehouse.
Para ese séptimo grado, Cheatham y Mahomes rotaron para casi todas las series. Ambos fueron fantásticos, así que los coaches mantuvieron la rotación en marcha ... y en marcha ... y en marcha. Y en el octavo grado, dividieron jugadas. Y en el noveno grado, lo mismo.
Cuando terminaba la temporada de fútbol americano, jugaban baloncesto juntos. Cuando acababa eso, alternaban inicios desde el montículo para el equipo de béisbol de Whitehouse. Existe una posibilidad decente de que Cheatham y Mahomes tuvieran cero días libres de deportes durante la preparatoria. El mero volumen de los deportes era parte para formar a un joven Patrick Mahomes. Debía coexistir con unos 100 chicos diferentes en tres deportes distintos, además de recibir indicaciones de unos 20 coaches diferentes. Forjó a un futuro estelar de élite que es amable y generoso con compañeros, y humilde y abierto cuando los coaches le dan órdenes.
La única interrogante --y era una interrogante enorme en los pasillos de Whitehouse-- era, ¿qué deporte elegiría finalmente Mahomes? Si en Las Vegas hubieran publicado líneas para Mahomes en la secundaria, hubiera habido dinero parejo sobre el béisbol y un 3 -a-1 para el fútbol americano, con algunos apostadores sagaces lanzando dinero al desfavorecido baloncesto, que Mahomes dijo a algunos de sus amigos era, de hecho, su deporte preferido. Era un acérrimo fanático de Duke --portando un jersey de Duke tanto como podía-- y discutía con Patterson, un fanático de UNC, cada marzo acerca de quién era mejor, JJ Redick o Tyler Hansbrough.
Pero, sin importar la temporada, su relación con Cheatham era la constante de la vida deportiva de Mahomes en la preparatoria. Para cuando alcanzaron el noveno grado, Cheatham y Mahomes habían competido frente a frente en el campo de fútbol americano por tres años completos, y luego se quedaban en la casa de uno u otro, jugando videojuegos y comiendo cátsup. Coaches en el programa de fútbol americano de Whitehouse se maravillaban por el modo en que dos adolescentes altamente competitivos lograban esa dinámica ... al tiempo que se percataban que necesitarían elegir a uno de ellos, pronto.
Antes de ese primer año de preparatoria, los coaches pidieron a Cheatham y Mahomes asumir un empleo extra cada semana. Disputaban su partido en jueves, y luego asistían al juego del equipo mayor en viernes por la noche, llevando la tabla de las jugadas. Uno llevaba el seguimiento de los intentos, y el otro documentaba la jugada que se mandaba y el resultado. "Iba a ser su equipo algún día pronto", dice Adam Cook, entonces coach de quarterbacks para Whitehouse. "Bueno, para uno de ellos".
Los dos asumieron la tarea con ansias, y una amistad cercana de alguna manera se hizo aún más estrecha. Pasaron los jueves por la noche tratando de vencerse el uno al otro por el puesto, y luego los viernes por la noche ayudándose mutuamente, con papel y lápiz en mano. "Sabíamos que éramos buenos, y algo eventualmente iba a suceder donde uno de nosotros se quedaría sin minutos de juego", recuerda Cheatham. "Pero fuera de las líneas, Patrick es el tipo más respetuoso, amable, que conozco".
Ambos tuvieron buenos años rotando en el equipo menor, y sabían que Whitehouse estaba comprometido con el jugador de último año Hunter Taylor para sus segundas temporadas. Pero, ese verano, justo cuando se dirigían a lo que pensaron sería otra temporada dividiendo jugadas bajo centro como, los coaches de Whitehouse llamaron a Mahomes a un lado con una noticia sorpresiva.
Iban a ascender a Mahomes al equipo mayor, para convertirlo en safety.
QUIZÁS LA MAYOR DIVERSIÓN que Cheatham jamás ha tenido jugando al fútbol americano llegó en ese segundo año de la preparatoria. Con Mahomes alineando como back defensivo en el equipo mayor, Cheatham tomó las riendas del equipo menor, y Whitehouse dominó a la competencia. Los coaches realmente comenzaron a pensar que poseían a un núcleo de jugadores que podían pelear por el título estatal. Solo tenían que descifrar quién sería el quarterback.
Mahomes tuvo un buen año como safety. Los coaches pensaron que tenía instintos notables y una comprensión de la estrategia ofensiva, y sus cualidades de béisbol, incluyendo el rastreo de las pelotas, le ayudaba en el backfield defensivo. "Podía alcanzar balones que pensaban no tendría oportunidad, y eso es porque posee tan buenos pies y anticipación", dice Cook.
Pero, Mahomes no amaba jugar de safety. No como quarterback, al menos. Nunca habló mucho de ello directamente a su grupo de amigos, pero ver a Cheatham recibiendo todas las repeticiones --y brillando-- en el equipo menor le hizo sentir angustia respecto a la competencia por el puesto para el siguiente año, con algo de óxido lanzando. Los entrenadores detectaron que no estaba enamorado de ser back defensivo, y Mahomes eventualmente sostuvo una conversación dura con su madre. Le expresó sus preocupaciones respecto a su futuro en el fútbol americano, y la idea de dejar ese deporte estaba sobre la mesa.
Mahomes y su madre, Randi, declinaron comentar para esta historia. Pero, en entrevistas pasadas, ella dijo que le aconsejó rezar en ello, lo que obedeció Mahomes. Cuando regresó la época del fútbol americano para su cuarto año, Mahomes seguía indeciso. Pensaba que, quizás, se trataba del final de su carrera de fútbol americano. "Vas a arrepentirte si lo dejas", advirtió su madre.
Así que, él se mantuvo en ello y llegó a su campaña de junior con los coaches nuevamente inseguros sobre quién iniciaría como quarterback. Cheatham y Mahomes se habían separado un poco en ese segundo año. No de mala manera, sino simplemente no pasaban tanto tiempo juntos por jugar para equipos diferentes. Era extrañamente agradable volver a competir juntos como juniors. "Eché de menos estar cerca de él en el campo de fútbol americano", reconoce Cheatham.
Whitehouse abrió la temporada del 2012 en 2-0, con Cheatham y Mahomes nuevamente dividiendo repeticiones. Pero, en el tercer partido, en contra de su rival, Sulphur Springs, Mahomes inició la primera mitad bajo una lluvia constante. Terminó el primer medio sin entregas de balón, sin entregas del centro fallidas, sin entregas al corredor estropeadas. Los jugadores en posiciones de habilidad de la otra escuela seguían sufriendo balones perdidos y pases dejados caer, y los coaches quedaron impresionados por el modo en que Mahomes tenía a Whitehouse caminando.
Al medio tiempo, Cook jaló a Cheatham y Mahomes a un lado, y les informó que los coaches deseaban mantenerse con Mahomes por las condiciones resbalosas. Pero, ambos tuvieron la sensación de que Mahomes acababa de proclamarse ganador de una competencia de quarterback que había durado más de cuatro años.
Cheatham intercambió miradas con Mahomes. Es la clase de miradas entre dos buenos amigos, donde no hubo palabras pronunciadas, porque no era necesario pronunciar palabras. Ambos estaban felices y tristes, todo mezclado. "Al momento, no lo hubiera admitido", señala Cheatham. "Pero sabía que Patrick era mejor que yo. Lo podía ver".
Mahomes lideró a Whitehouse a otro triunfo. Después del partido, hubo una sensación dentro del vestidor de que la carrera de Cheatham como quarterback se había terminado. Al tiempo que se vació el lugar, solamente quedaron Cheatham y Cook. Se abrazaron y echaron a llorar.
"Me duele el orgullo", dijo Cheatham.
"Lo sé, Ryan", respondió Cook. "Va a doler. Por un tiempo. Pero tienes una oportunidad nueva ahora. Tienes a un equipo entero que te respeta, y tenemos un rol para ti. Puedes tener éxito y puedes ayudar a Patrick a tener éxito".
Cook le dijo a Cheatham que podía convertirse en receptor abierto, donde había recibido algunas repeticiones antes. Conocía a la perfección la ofensiva de Whitehouse. Sabía cómo encontrar las ventanas abiertas dentro de las defensivas. De aquel año de hacer el seguimiento a las jugadas, sabía lo que Cook iba a hacer, antes de que el propio Cook lo supiera. Y, sobre todo, Cheatham conocía a Mahomes, y viceversa. "Definitivamente, fue algo difícil de aceptar", reconoce Cheatham. "Pero, internamente, pensé que, si iba a perder mi lugar, estaba contento de que hubiera sido ante un chico como Patrick".
Antes de que saliera del vestidor, Cheatham asintió la cabeza. Necesitaba ir a casa y procesar un poco la derrota. Pero, comprendió la nueva asignación, que esencialmente era: debía convertirse en Travis Kelce 1.0.
Love my bro @RyanCheeto #50HappyDays #Day42 pic.twitter.com/PIxGXs4IMu
— Patrick Mahomes II (@PatrickMahomes) October 18, 2014
SOBRE EL CAMPO después del partido ante Sulphur Springs, el coach de receptores abiertos de Texas Tech, Sonny Cumbie, se acercó a Adam Cook de Whitehouse. Cumbie estaba allí para ver al receptor abierto recluta de los Red Raiders, Dylan Cantrell, y se encontró con otra cosa. "La gente va a conocer el nombre de Patrick Mahomes muy pronto", informó a Cook.
Cumbie regresó impresionado, y más tarde informó al entonces nuevo head coach de Texas Tech, Kliff Kingsbury. Ambos rápidamente hicieron de Mahomes su misión primordial de reclutamiento para la siguiente generación. Cuando Cumbie mostró a Kingsbury el video de Mahomes, recuerda que Kingsbury levantó la postura sobre su silla. "Vamos a tener que conseguir a este chico, ¿no es así?", preguntó Kingsbury.
Kingsbury incluso borró a todos los demás quarterbacks de su lista de reclutamiento. Ese enamoramiento hace sentido perfecto, ahora que Mahomes es el mejor jugador de la NFL. Pero sea lo que estaba viendo Kingsbury y Cumbie ... nadie más lo estaba notando.
Pero, ¿cómo? ¿Cómo es que todos se perdieron del hijo de un atleta profesional prominente con una potencia en el brazo increíble que había ganado a un nivel alto en Texas, antes de convertirse en uno de los Jugadores Más Valioso del Super Bowl cinco años más tarde?
Es probablemente una combinación de cosas. Una es que Mahomes no era exactamente Arch Manning en el fútbol americano. Ni siquiera había ganado la titularidad para Whitehouse hasta su tercer año. E, incluso entonces, por cautivante y emocionante que es su estilo ahora, el fútbol americano todavía no contaba con Mahomes con quién compararlo. Incluyamos el hecho de que bastantes programas se preguntaban si Mahomes sería reclutado por un equipo de la MLB, y parecía un enorme riesgo de reclutamiento, en su momento.
Mahomes tuvo un sólido año como junior, tirando para 3,839 yardas y 46 touchdowns durante la campaña de Whitehouse de 10-2. Obtuvo ofertas de Oklahoma State y Rice, pero Texas Tech lo había apostado todo a él. Asistió al juego de primavera de Tech en abril del 2013, y el 21 de abril, Mahomes publicó una fotografía en redes sociales donde aparece al lado de Kingsbury, en playera de Texas Tech, mostrando el gesto de los Red Raider de "Guns Up". Iba a ser un Red Raider.
Pero, justo cuando el futuro en el fútbol americano de Mahomes parecía asegurado, el béisbol decidió tocar a su puerta una última vez.
LA TEMPORADA FINAL de Cheatham-Mahomes tuvo una vibra muy diferente. Para el tiempo en que se convirtieron en seniors, ambos eran más cercanos que nunca y habían comenzado a desarrollar la clase de química que ahora Mahomes posee con Kelce. Alguna vez, Kelce fue un muy buen quarterback de preparatoria antes de hacer el cambio a ala cerrada en la Universidad de Cincinnati. Si quieres comprender cómo se originó la magia entre Mahomes y Kelce, la magia de Mahomes y Cheatham es la historia del origen.
Cook mandaba una jugada. Mahomes se colocaba en formación escopeta, con Cheatham en la ranura, y hacían contacto visual. "Esa misma telepatía extraña que tenemos, la pueden ver entre él y Travis Kelce", declara Cheatham. "Podía verlo antes de que se centrara el balón y ver los ojos de Patrick, y entonces miraba al safety en lo profundo y veía que él detectaba cuando había un hueco. Sabía que él quería que atacara ese hueco y él me haría llegar el balón. Es exactamente lo que hace Kelce".
Whitehouse fue ridículo ese año. Mahomes los condujo a una marca de 10-0 en temporada regular, anotando al menos 40 puntos en todos los encuentros. El equipo superó a Sulphur Springs por 38-14 en la primera ronda de los playoffs, antes de perder una dura batalla por 65-60 en la siguiente ronda. Por la campaña, Cheatham tuvo 60 atrapadas para 624 yardas y ocho touchdowns, pero no lideró a Whitehouse en ninguna categoría estadística, más allá quizás de atrapar los pases disputados de 6 yardas para sacar a Mahomes de aprietos en tercera y 5. ¿Suena familiar?
Esa primavera, Mahomes y Cheatham finalizaron su última temporada deportiva juntos en el equipo de béisbol. Mahomes se dirigiría a Lubbock en pocos meses, y Cheatham iba a lanzar para Tyler Junior College. Pero, primero, decidieron que deseaban un gran recuerdo final antes de que ese capítulo en sus vidas terminara.
El recuerdo llegó el 11 de marzo del 2014, cuando arribó Michael Kopech a la ciudad. Todo el equipo de Whitehouse --especialmente Cheatham y Mahomes-- tenían una larga historia con Kopech, quien vivía a una hora en Mount Pleasant. Kopech, ahora titular para los Chicago White Sox, lanzaba fuego como senior a unas 60 millas de Whitehouse. Había estado lanzando en contra de equipos del área de Tyler en juegos de béisbol de alto nivel por unos 10 años, y tanto Cheatham como Mahomes marcaron el encuentro entre Mount Pleasant y Whitehouse ese año en sus calendarios. Lo mismo hicieron los visores de MLB. Mahomes obtuvo el llamado para lanzar ese día, y unos 30 visores se aparecieron con sus pistolas de radar. Kopech era un probable recluta de primera ronda, y los equipos de MLB seguían considerando a Mahomes un talento de rondas altas en caso de que eligiera el béisbol. Todos en las gradas ese día se preguntaban si una gran salida ese día podía inclinar a Mahomes hacia el béisbol, nuevamente.
Ambos estaban lanzando los altos 90s en ese día. Cheatham jugó la primera base, y en su primer turno al bat, ancló los pies, esperando generar algo de ofensiva para Mahomes. Kopech alistó el brazo y tiró directo a la rodilla de Cheatham. "Fue aterrador cuando la bola salió de su mano y se dirigía justo a mi pierna", recuerda Cheatham. "Por suerte, pegó en la parte suave de mi rodilla".
Mahomes ponchó a los primeros seis oponentes que enfrentó, a menudo con cuentas de 3-2, y caminó a cuatro en el duelo. Con todo y eso, llevaba un sin hit con ventaja de 2-1 hasta la séptima entrada. Su coach, Derrick Jenkins, pensó que lucía cansado.
"Déjame terminar", suplicó Mahomes. "Lo tengo".
Y, lo hizo. Mahomes acabó con los dos bateadores finales para anotarse el sin hit. Registró 16 ponches, incluyendo tres frente a Kopech. Mientras tanto, Kopech logró ponchar a 12, incluyendo dos veces a Mahomes. Se combinaron para 0-de-6 con cinco ponches uno contra el otro.
Kopech ni siquiera logró terminar el juego. Jugadores de Whitehouse lo agitaron todo el día con cánticos, burlándose de su largo cabello. Kopech eventualmente perdió los estribos y fue echado por pelear contra los umpires. "Nuestro grupo de amigos siempre hacía un gran trabajo de meterse bajo la piel de las personas", recuerda Patterson. "Nos metimos en la cabeza de Kopech bastante duro ese día".
El béisbol terminó para Whitehouse casi dos meses más tarde, en una derrota de playoffs estatales. Pero, Cheatham y Mahomes saborearon ese partido contra Kopech. "Es uno de los grandes recuerdos para Pat y para mí", admite Cheatham. "No lo pudimos haber imaginado mejor".
Tomaron caminos separados ese verano. Mahomes --más o menos-- se mudó a su dormitorio en Lubbock el mismo día que concluyó el Draft 2014 de la MLB. Hubiera cobrado una cifra de siete dígitos de cualquier equipo que lo eligiera, y los visores seguían llamando a Mahomes. Así que, en el día de la mudanza, Mahomes y su familia inicialmente no llevaron cosas. Se quedaron afuera, atendiendo llamadas, mientras los Tigers lo eligieron en la ronda N° 37.
Pero, justo después de elegido, los compañeros de cuarto de Mahomes observaron cómo empezó a meter sus pertenencias. Salieron y le ayudaron a cargar algunas cosas, y cuando uno de los tipos preguntó a Mahomes lo que había sucedido, respondió, "No me ofrecieron suficiente dinero".
"¿Cuánto te ofrecieron?", preguntó a Mahomes.
"Poco más de un millón", dijo Mahomes.
"Vaya, eso es mucho dinero", declaró su compañero de cuarto.
Pero, no lo suficiente. Mahomes reemplazó al lesionado quarterback titular Davis Webb a un mes de comenzada la campaña, e inmediatamente lució como un jugador base. Mahomes tiró para 1,547 yardas, 16 touchdowns y cuatro intercepciones, amarrando el empleo titular para el futuro previsible.
Tan pronto concluyó la campaña, Mahomes se integró al equipo de béisbol de Tech, como jugador sin beca. Seguía con la cosquilla. Jugó un poco en el jardín derecho, un poco en la tercera base, y lanzó durante la pretemporada. En uno de los primeros juegos de la campaña, Mahomes ingresó como relevo en contra de Northern Illinois, con ventaja para Tech de 6-0. Era, para todo efecto práctico, el fin de su carrera en el béisbol.
Mahomes recibió una ovación de pie cuando subió al montículo, la emoción a su alrededor como quarterback de Texas Tech era ineludible. Pero los aficionados no estuvieron de pie por mucho tiempo. Mahomes dio base por bolas al primer bateador, incluyendo un lanzamiento por detrás del bateador. Golpeó al siguiente bateador en el trasero. Dio otra base por bolas al siguiente en cinco lanzamientos y fue sacado. Tuvo 15 lanzamientos y no registró un solo out. Los tres bateadores que enfrentó anotaron, lo que le dio una ERA de 99.99. Mahomes jugó dos partidos el resto del año como tercera base suplente, terminando con cero hits en dos apariciones en el plato. Tenía un futuro brillante, pero no en el diamante. Informó a los entrenadores después de la temporada que colgaría los guantes de béisbol.
"Se notaba que era realmente difícil para él", indicó el coach de béisbol de Texas Tech, Tim Tadlock. "Lo vi jugar contra algunos de los mejores jugadores del país, algunos terminaron siendo de Grandes Ligas. Estaba allí con ellos. Pero el fútbol americano le gritaba más fuerte que cualquier otra cosa".
Durante todos los altibajos de ese primer año, Mahomes y todo su grupo de amigos de Whitehouse se mantuvieron en contacto, reuniéndose durante los descansos. Es el momento en el que la mayoría de los grupos de amigos de preparatoria comienzan a separarse.
Pero eso no fue lo que ocurrió con la pandilla de Whitehouse. Mahomes y su novia de la preparatoria Brittany Matthews se mantuvieron juntos hasta la universidad. Y antes del año sophomore de Mahomes en Tech, dos rostros familiares de Whitehouse se transfirieron a Texas Tech y decidieron presentarse sin beca al equipo de fútbol americano. Eso significaba que tres de los blancos favoritos de Mahomes en la preparatoria, Dylan Cantrell, Jake Parker y Coleman Patterson, ahora estaban alineados junto a su viejo quarterback de preparatoria de nuevo. "Era como una pequeña reunión de Whitehouse", declaró Patterson.
Cheatham había ido al Tyler Junior College como lanzador y ganó un título nacional como sophomore. Después se transfirió a la Universidad de Texas en Tyler como junior --donde de nuevo ganó un título nacional-- y Mahomes asistió a algunos partidos para animar a su buen amigo. Su esposa, Brooke, era amiga de Patrick y Brittany, también, así que todos salían cuando podían. De alguna manera, se habían alejado más y se habían vuelto más cercanos.
Ocho años después, la pandilla de Whitehouse sigue tan fuerte como siempre. Mahomes se comprometió con Brittany en el 2020 y recientemente tuvieron a su segundo hijo juntos. La mayor parte de su círculo íntimo de la preparatoria todavía se reúne por las noches de manera regular, jugando Call of Duty de la misma manera en la que lo hacían cuando eran adolescentes. Lo único que falta es la botella extra de salsa cátsup de la señora Cheatham y tal vez el desastre de cocinar pollo y bisteces fritos a medianoche.
No es difícil ver los beneficios de la amistad de Mahomes con Cheatham. Cuando llegó a Texas Tech, Kingsbury fue sincero con él y le dijo que estaría detrás de Webb. Mahomes nunca estuvo de mal humor y se quedó pacientemente esperando hasta que Webb se lesionó. Después, cuando los Chiefs canjearon una gran cantidad de capital del draft para escalar del lugar N° 27 al N° 10 global para reclutarlo, Mahomes llegó al campamento de entrenamiento diciéndole a cualquiera que quisiera escuchar que era el suplente ese año del titular Alex Smith. "Llego con un poco de presión, pero es el equipo de Alex", señaló en ese momento. "Alex es el quarterback titular, así que tengo tiempo para trabajar realmente en mi juego y estar listo y disponible cuando el coach Reid me necesite".
Hace apenas 10 meses, Mahomes se casó con Brittany frente a amigos, familia y lo que parecía ser la mitad de la Whitehouse High School. Mahomes posó para fotografías con Brittany, luego con su familia y finalmente con sus cinco padrinos. Cuatro fueron alumnos de Whitehouse.
En una fotografía, Patrick está parado al centro, con sus padrinos rodeándolo. Directamente a su derecha está su hermano menor, Jackson. En el lado izquierdo están sus receptores de la preparatoria y la universidad, Patterson y Parker. En el extremo derecho está parado Cheatham.
¿Y el único tipo que no estudio en Whitehouse, la persona más alta entre Cheatham y Mahomes? Sí, ese es el verdadero Travis Kelce.