Dallas se recuperó de una desventaja de 21 puntos, igualando la mayor de su historia, para vencer en casa a Philadelphia
ARLINGTON -- Los Dallas Cowboys siempre proclamaron en la primera mitad de temporada que con un poco de defensa su ofensiva podía echarse el equipo al hombro y conseguir victorias.
Así pareció este domingo en el AT&T Stadium, en que la defensa de Dallas consiguió detener al ataque de los Philadelphia Eagles en la segunda mitad y del resto se encargó una ofensiva errática.
Sí, los Cowboys igualaron la mayor remontada de su historia; 21 puntos de desventaja que sufrían en menos de cuarto y medio para ganar 24-21 en la última serie ofensiva del partido.
"No se puede ganar el partido en el primero, segundo ni tercer cuarto, pero sí se puede ganar en el cuarto", declaró el entrenador en jefe de los Cowboys, Brian Schottenheimer. ".Les dije que crean, que crean los unos en los otros y crean en que encontraremos la manera de lograrlo".
Los Cowboys perdían 21-0 cuando faltaban 11:32 en el segundo periodo, después de cometer errores como golpear al pateador de los Eagles en cuarta oportunidad, cuando parecía que la defensa detenía por vez primera; soltaron el balón sin que nadie tocara a Kavontae Turpin o dejaron ir pases de Dak Prescott que parecían atrapables por completo.
Peor aún, permitieron tres series ofensivas para touchdown de los Eagles, encabezadas por Jalen Hurts, de 50, 76 y 66 yardas para abrir el partido.
Pero a partir de ahí, la defensa de los Cowboys puso el cerrojo e impidió puntos y provocó entregas de balón a los Eagles el resto del partido. Y el ataque de Dallas empezó a hacer las jugadas grandes.
Los Cowboys detuvieron siete series ofensivas de los Eagles, a los que tampoco permitieron correr el balón. Saquaon Barkley tuvo 22 yardas en 10 acareos y Hurts, 33 en siete.
"Este triunfo es totalmente de la defensa", consideró Dak Prescott. "Nunca nos dejaron atrás cuando estábamos jugando mal en la ofensiva y regalando balones. Siempre sentimos su respaldo".
Del otro lado del balón, George Pickens sigue jugando como el mejor de Dallas. Esta vez, nueve recepciones en igual número de pases que le lanzaron para 146 yardas, incluida una de 46, además de touchdown en uno de los partidos más inconsistentes de CeeDee Lamb, a quien de cualquier manera le alcanzó para sumar 75 yardas en cuatro recepciones, la última de 48 yardas.
Así Dak Prescott terminó con 358 yardas y se convirtió en el líder en yardas ganadas de todos los tiempos de la organización de los Cowboys.
Los Cowboys saben que están lejos aún de la competencia por los primeros lugares de la Conferencia Nacional y postemporada, pero reiteran que seguirán partido a partido con su reforzada defensa, en la que otra vez fueron importantes los recién llegados Quinnen Williams y Logan Wilson, así como DeMarvion Overshown, Shavon Revel, Donovan Wilson y Malik Hooker, quienes recientemente se recuperaron de sus lesiones.
"Lo importante es que podemos decir que le ganamos al campeón", sentenció Jerry Jones. "Y también podemos decir que le ganamos al equipo que, en el momento en que nos enfrentamos a ellos, era el mejor de la liga. Eso es importantísimo".
"Hay que valorar estas pequeñas victorias, sobre todo teniendo en cuenta el calendario tan exigente que nos espera y los resultados que necesitamos para clasificarnos para los playoffs", agregó. "Pero esta victoria en particular es una de las que recordaré con orgullo hasta el último día de mi vida".
Los Cowboys recibirán a los Kansas City Chiefs el próximo jueves; el Día de Acción de Gracias, y 10 días después visitarán a los Detroit Lions...