Los New York Jets quedaron complacidos con lo que vieron de Sam Darnold como novato el año pasado, y aunque hay mucho por mejorar, el equipo se preocupó seriamente por rodearle con mayor talento en la temporada que viene.
Por su lado, el quarterback parece estar lidiando con ser el centro de atención en un mercado inmenso de manera notable. Después de todo, jugar en la 'Gran Manzana', y particularmente en la posición de quarterback, no es para todos. Baste con recorrer en sentido inverso la línea cronológica de los pasadores que han pasado por esta franquicia para darse una idea de ello.
Uno de los puntos más notables de la temporada baja de Darnold son los elogios que ha vertido sobre la persona del nuevo head coach Adam Gase. Seguro, es predecible que un jugador de cualquier equipo dirá cosas positivas acerca de la nueva persona a cargo de decidir cómo y cuándo juega. Pero parece haber más en las declaraciones de Darnold: una verdadera convicción de que Gase hará elevar su nivel como quarterback de NFL.
UN ARSENAL RENOVADO
En años recientes, el arsenal ofensivo de este equipo hacía parecer a los Jets planeadores. Eso cambiará en el 2019 con la llegada del que posiblemente sea el corredor más versátil de la NFL, Le'Veon Bell.
El tres veces seleccionado al Pro Bowl y dos veces All-Pro de primer equipo fue criticado ampliamente por convertirse en una "distracción" para los Pittsburgh Steelers, pero estamos hablando de uno de los jugadores de élite en su posición, en busca de un salario que le hiciera justicia a su calidad.
¿Hay alguien que opine que Bell no debe ser uno de los corredores mejor pagados de la NFL?
Su disputa contractual con Pittsburgh lo llevó a perderse la temporada del 2018, lo cual en realidad representa una buena noticia para los neoyorquinos: se trata de un año menos de desgaste para un jugador que lideró a la liga con 406 toques de balón en el 2017.
Una de las primeras preocupaciones que surgen con este equipo tiene que ver con los rumores de que Gase no quería a Bell en la plantilla, sino que fue una elección del ahora depuesto gerente general, Mike Maccagnan. El despido de Maccagnan apenas días después del pasado draft es la mejor evidencia de que Gase ganó la lucha de poder dentro de la organización, y solamente un necio optaría por no explotar a Bell al máximo, sobre todo después de que el equipo le brindó un contrato suculento.
No sabemos cuánta verdad haya en esos rumores, pero Bell deberá convertirse, sí o sí, en el punto focal de la ofensiva.
Por si fuera poco, le acompaña en el backfield uno de los corredores más versátiles de la liga en Ty Montgomery, un jugador que inició su carrera como receptor abierto y que puede aportar mucho en el juego aéreo. Montgomery podría ser, en este momento, el cuarto mejor receptor del equipo, y hay muchos escenarios donde puede estar sobre el campo al mismo tiempo que Bell.
Hablando de los receptores, es notable la adición de Jamison Crowder, quien pasó sus primeras cuatro campañas con los Washington Redskins. No se trata de un hombre que va a amenazar la marca de las 2,000 yardas por recepciones en el año, pero tiene la suficiente calidad para armar un buen trío de receptores junto a Quincy Enunwa y Robby Anderson.
NUEVA SANGRE DEFENSIVA
Para toda la emoción que genera la llegada de Bell al lado ofensivo, es posible que las nuevas caras defensivas todavía emocionen más.
Empezamos por el linebacker medio C.J. Mosley, quien fue invitado al Pro Bowl después de cuatro de las cinco campañas que lleva en la liga, todas como jugador de los Baltimore Ravens.
Por ahora, aparece Neville Hewitt como socio de Mosley en el interior de la defensiva, ocupando la segunda posición de apoyador medio, flanqueado por Brandon Copeland y Jordan Jenkins. Una de esas dos posiciones externas parecía estar destinada para Anthony Barr, quien había alcanzado un acuerdo con el equipo en la agencia libre antes de echarse para atrás y volver a los Minnesota Vikings.
La unidad de apoyadores está lejos de poder ser considerada, sobre el papel, una de las mejores en la liga, pero la llegada de Mosley significa una inyección de talento importante.
La otra cara nueva que debe emocionar es la del novato de primera ronda Quinnen Williams, a gusto de muchos, incluyéndome-- el mejor jugador disponible en el draft de este año. Williams, producto de Alabama, es un liniero defensivo versátil que puede ocupar posiciones en el interior o exterior, dependiendo de la situación de juego. Llegó al Crimson Tide como uno de los prospectos más prometedores del juego universitario y tardó en brillar, rodeado de grandes estrellas. Pero, cuando finalmente lo hizo, no hubo quien brillara más que él en su posición en todo el país.
Aunado a Leonard Williams, de quien se espera que retome su nivel de Pro Bowl del 2016, y del confiable veterano Steve Mclendon, Quinnen Williams tendrá suficientes oportunidades para crear presión para los pasadores rivales desde las trincheras.
¿Y MÁS ATRÁS?
Aquí realmente llegan los problemas para los Jets, El mejor esquinero del equipo, Trumaine Johnson, sufre un problema en la pantorrilla que pone en cierto riesgo su participación en la apertura de la temporada regular.
El gran problema es que, detrás de Johnson, hay poco y nada en términos de nombres confiables. Si Johnson no se recupera a tiempo, o resulta que la lesión es algo con lo que debe jugar, al menos el inicio de la temporada, entonces las responsabilidades principales caerán sobre el trío conformado por Kyron Brown, Brian Poole y Darryl Roberts. entre los tres, suman apenas 37 inicios de NFL y seis intercepciones.
La situación es tan crítica que el safety estelar Jamal Adams se ha ofrecido para alinear como esquinero.
A su lado, el otro safety titular, Marcus Maye, aorta buenas noticias para la última línea de defensa. Maye fue reactivado desde la lista de imposibilitados para participar por problemas físicos tras superar un problema de nervio en un hombro, y está listo para superar un 2018 abreviado por su llegada a la lista de reservas lesionados por el problema de hombro. La dupla de Adams y Maye en el fondo está entre las mejores de la liga.
PREDICCIÓN
Aunque los Jets sumaron piezas extraordinarias a su plantilla este año, la reconstrucción más reciente está lejos de verse completada. Quizás, la mayor duda queda en el puesto de head coach, donde Gase apenas compiló marca de 23-25 al frente de los Miami Dolphins del 2016 al 2018. Sobre todo, preocupa que el "genio ofensivo" de Gase hizo poco por salvar la carrera de Ryan Tannehill en Miami, o llevarlo al siguiente paso. Tannehill es ahora quarterback reserva de los Tennessee Titans.
En la era del señorío de los Patriots en la AFC Este, cuesta mucho trabajo imaginar que este equipo pueda hacer algo por arrebatarles la corona divisional. No obstante, la situación de los otros dos rivales divisionales, Buffalo Bills y Dolphins, invita a pensar que los Jets podrían estar en la contienda por, al menos, cortar una racha de tres temporadas consecutivas con doble dígito de derrotas.
Creo que los Jets pueden aspirar a una marca de 7-9 o de 8-8, lo que difícilmente será suficiente para acabar con una sequía de playoffs que alcanzó ocho años en el 2018.