Los Philadelphia Eagles no están muertos, aunque sí muy golpeados.
Los Eagles --quienes debieron cancelar una práctica en la semana pasada debido al número de lesionados en su plantilla-- llegaron a Lambeau Field como víctimas, gracias a su marca de 1-2 ante unos Green Bay Packers que presumían un récord perfecto de 3-0.
Salieron triunfadores, para poner su registro en .500, al tiempo que propinaron a los Packers su primera derrota de la campaña.
Si hay partidos que pueden salvar temporadas, éste se pareció a ello, en lo que respecta a Philly. Sin embargo, el triunfo tuvo un costo muy alto.
Jugando sin el esquinero Ronald Darby, quien está fuera por el resto de la campaña, Philly perdió en la noche también en la misma posición a Sidney Jones y Avonte Maddox, éste último víctima de un brutal choque involuntario contra su compañero, Andrew Sendejo, que lo obligó a ser retirado en camilla en inmovilizado del campo de juego cuando faltaba poco más de un minuto en el reloj.
Philly ahora contará con algunos días adicionales de recuperación, producto de haber jugado en jueves esta semana, y esos días serán sagrados para preparar un enfrentamiento a los Jets que los puede colocar con marca ganadora por primera vez desde la Semana 1.
Quizás, el partido no fue de lo mejor, en términos de ejecución. Nuevamente, Carson Wentz --quien completó 16 de 27 envíos para 160 yardas y tres touchdowns-- se vio presionado con cierta consistencia, y el pasador erró un puñado de pases que debieron haber sido completos de trámite, incluyendo uno para Alshon Jeffery hacia la lateral izquierda que hubiera redituado en un primer intento crítico.
Pero hay muchas cosas por rescatar de la actuación de los Eagles.
La defensiva fue capaz de responder en momentos críticos, incluyendo una intercepción para sellar la victoria. el ala defensiva Derek Barnett se está convirtiendo en un jugador de élite en su posición. Ofensivamente, el corredor Miles Sanders empieza a crear más y más jugadas grandes, mientras que Jordan Howard se asienta en el rol de especialista en zona roja.
Pero lo más importante de este triunfo en Green Bay, uno que cortó una racha de 59 partidos consecutivos que ganaba Rodgers en casa, en partidos donde tuvo una ventaja de al menos 10 puntos en algún punto del juego, es que anuncia al resto de la NFC, y en particular a los invictos Dallas Cowboys, que no se han rendido.
De acuerdo a cómo inició la campaña del centenario de la NFL, parecía que los boletos de Comodín para playoffs serían repartidos en la NFC Norte y Oeste, pero los Eagles, campeones hace un par de años, siguen en la lucha.
Sí, las lesiones han pasado factura, pero sería un error descontar a Philly tan temprano en la competencia.