Antoine Winfield Jr. sabía la jugada.
Los N° 17 Minnesota Golden Gophers enviaban una carga de seis hombres en contra de Penn State, significando que Winfield alinearía como el único profundo en el centro del campo. Entendió que su responsabilidad primaria era cubrir la ruta de poste en el medio.
Reconoció otra cosa, no obstante, una pista que le permitiría realizar una jugad agrande en el juego más importante de su carrera universitaria, una campanada por 31-26 sobre los Nittany Lions, que estaban ranqueados en el N° 4. El receptor abierto estelar de Penn State, KJ Hamler, alineó en la ranura en tercera y 9. Ante coberturas con solo un profundo en el medio del campo, recordó Winfield de las sesiones de estudio de video, a los Nittany Lions les gustaba lanzar una ruta profunda a Hamler, quien derivaba hacia las laterales, alejándose del safety. El quarterback Sean Clifford tiraba el ovoide hacia el hombro externo de Hamler, alejando todavía más el balón en contra de algún safety que atacara la jugada, usualmente obteniendo grandes ganancias.
Así que, al momento del centro, Winfield abandonó la ruta de poste y se dirigió a Hamler. El pase de Clifford fue un poco corto, pero Winfield ya estaba posicionado para la intercepción --su segunda del partido-- dando por terminada una amenaza de anotación de Penn State y dando continuidad a una actuación monstruosa que solidificó su status como uno de los mejores safeties de cara al Draft 2020 de la NFL.
"Su anticipación y comprensión de la dirección que tendría el ovoide fue lo que permitió hacer esa jugada", relató el coordinador defensivo de Minnesota, Joe Rossi. "Digo, llegó allí con tiempo de sobra. Llega a los pases que otros no pueden alcanzar".
Muchos de nosotros consideramos esa habilidad como un tema de instinto. Pero para, Winfield, es la consecuencia de una vida al lado de uno de los backs defensivos más estudiosos en la historia reciente. Su padre, Antoine Winfield Sr., jugó 14 temporadas como un esquinero de apenas 5 pies con 9 pulgadas y 185 ligas en buena medida porque estaba un paso adelante de la mayoría de los oponentes. Winfield Jr., nacido durante la carrera colegial de su padre en Ohio State, vio a su padre estudiando video en una computadora portátil todas las noches antes de dormir, y comprendió que las jugadas que dictan el rumbo de los partidos dependen más de la preparación que del impulso.
Safeties explosivos siempre están en demanda, y Winfield ofrece versatilidad posicional con experiencia como esquinero en la ranura. Los analistas de draft para ESPN, Mel Kiper Jr. y Todd McShay, lo proyectaron --ambos-- como recluta de primera ronda en sus simulaciones más recientes.
Pero el complejo currículo de Winfield lo convierte en uno de los prospectos más enigmáticos de alta gama para este año. Su estatura de 5 pies con 9 pulgadas en el Combinado de Talento provocará pausa para algunos equipos. Fue un All-American unánime tras registrar siete intercepciones en el 2019, pero previamente se perdió la mayor parte de sus temporadas de sophomore y junior por lesiones. Y su campaña de freshman acabó en una suspensión que al final, fue revocada.
"Es realmente un jugador muy instintivo", dijo el analista de draft para NFL Network, Daniel Jeremiah, quien fungió como cazatalentos previamente, para tres organizaciones de la liga. "Amo observarlo. Pero estando en esas salas de draft, va a haber alguna renuencia cuando digan, 'OK, mide 5-9 y se ha perdido [la mayor parte de] dos temporadas'. Como recluta de primera ronda, habrá equipos que renieguen sobre eso".
No importa. Los Winfields, sucede, son habilidosos para desafiar las nociones convencionales.
'Todo se trata del balón'
Han pasado 21 años desde que un back defensivo fue reclutado en la primera ronda con una estatura listada en menos de 5 pies con 10 pulgadas. Ese jugador fue Antoine Winfield Sr., quien midió 5 pies con 8 y seis octavos de pulgada, con 176 libras, en el Combinado de 1999, para después ser seleccionado N° 23 global por los Buffalo Bills.
Esquineros bajos de estatura han sido despreciados a lo largo de la historia moderna de la NFL. Según datos del Elias Sports Bureau, solamente otros cinco backs defensivos con estatura de 5 pies con 9 pulgadas o menos, han sido reclutas de primera ronda desde que comenzó la era común del draft en 1967. Winfield Sr. probó ser la excepción, no obstante, y su camino es una lección para un hijo cuya propia estatura probablemente se vea redondeada a 5 pies con 10 pulgadas en una plantilla de NFL.
Pero tanto en Ohio State como Buffalo, Winfield Sr. brilló porque era uno de los tacleadores con mejores fundamentos. Poseía el juego físico y la confiabilidad de un linebacker, empleando una fórmula simple de tres pasos: "Llegar tan fuerte como pudiera. Llegar muy bajo. Sostenerme de algo y no soltar", explicó recientemente en entrevista telefónica. Ya sea contra la carrera o el pase, sus tacleadas seguras previnieron ganancias aceptables en jugadas grandes.
Después de firmar un contrato de agencia libre con los Minnesota Vikings en el 2004, no obstante, alcanzó otro nivel.
"Me enfoqué y comencé a tomar en serio el juego", explicó. "Cada coach que tuve allí en Minnesota, ellos predicaban los robos de balón, robos de balón, robos de balón. Así que tenía que estudiar. Dije a [Winfield Jr.] desde una edad muy temprana que así es como te haces de un nombre. Así es como se separan los buenos jugadores de los grandes jugadores. Tipos que crean robos de balón. Todo se trata del balón".
Aunque todavía era conocido por sus habilidades para taclear, Winfield Sr. interceptó 11 envíos durante sus primeras tres campañas en Minnesota. Los Vikings lo utilizaron como un clásico esquinero N° 1, significando que alineaba dos veces al año ante tipos como Calvin Johnson y sus 6 pies con 5 pulgadas. La experiencia cimentó uno de los principios básicos entre todos los demás para Winfield: aprender la ofensiva.
"La única ventaja que tienes, especialmente con tantos receptores abiertos en la NFL con el tamaño de Calvin Johnson, es ponerte en posición para ganar el ovoide", explicó Winfield Sr. "No puedes ganar todas las batallas, pero puedes ganar tu cuota si tienes una buena idea de hacia dónde va el balón. Solamente puedes saber eso si has estudiado lo que hacen y cuáles son sus tendencias. Sabía que no podía correr y saltar con ellos, así que era la única oportunidad que tenía".
Después del retiro de Winfield Sr. en el 2013, la familia su mudó de regreso a los suburbios de Houston. Winfield Jr., el mayor de entre tres hijos, tenía 15 años de edad. Había jugado a nivel preparatoria en Minnesota, pero la transición hacia el estilo de fútbol americano de Texas significaba que era momento de ponerse a trabajar.
"El fútbol americano de preparatoria allá abajo es un mundo diferente", recalcó Winfield Jr.
No tuvo dudas de su deseo de ingresar al negocio familiar, y trabajo en forma tras arribar a The Woodlands, Texas. Su madre, Erniece, recuerda a Winfield Sr. llevando a cabo ejercicios de escalinata en el patio trasero con su hijo mayor. Más que nada, no obstante, Winfield Sr. y Jr. hablaban de ofensivas y estudiaban videos.
"Yo los observaba y escuchaba, y era loco", recordó Erniece. "Asumí que todos los jugadores estudiaban video del modo en que lo hacía Antoine, y él me dijo, 'No, no todo mundo hace eso'. Le enseñamos a todos nuestros hijos a que aprendieran a conocer aquello con lo que se enfrentaban. Yo había estado alrededor del fútbol americano desde los 18, y no sabía que un safety necesita aprender al quarterback. Esas sos el tipo de cosas que hacían cuando [Winfield Jr.] estaba en la preparatoria".
Incluso después de que Winfield Jr. volvió a Minnesota para la universidad, enviaba a su padre videos de teléfono celular de las prácticas o juegos.
"Desde una edad temprana, simplemente viendo a mi padre hacer las cosas que necesitaba hacer para ser un gran jugador", señaló Antoine Jr. "Lo principal es siempre el estudio de video. Debes aprender lo que hacen las ofensivas, lo que te van a lanzar. Debes saber quién va a recibir el balón, cómo llevan el ovoide los corredores. Y debes saberlo en la práctica, no solamente en los partidos. Así que mi meta es tener un robo por balón en la práctica de cada día. Si haces de ello un hábito en los entrenamientos, lo harás en el juego, y así es como apareces en el mapa".
Sucedió rápidamente para Winfield Jr., quien ingresó a su temporada final en Minnesota habiendo jugado apenas 18 partidos durante los tres años previos. Junto a sus siete intercepciones, incluyendo una devuelta para touchdown, llegaron dos balones sueltos forzados, 85 tacleadas, y un regreso de patada de despeje de 76 yardas que sugieren que puede contribuir en equipos especiales a nivel NFL, también.
"Su preparación le quitó el cerrojo a lo que indudablemente son habilidades innatas", declaró Rossi. "Entiende splits, tips, checks y todas las cosas que van con jugar a un nivel más alto. Cuando ves cuán pulido es como jugador, no lo aprecias hasta que entiendes el número limitado de partidos en los que participó, Básicamente se perdió dos años consecutivos".
Lesiones y suspensión
Esos años perdidos será una parte crucial de la evaluación final para Winfield Jr.. Tras iniciar como freshman genuino en el 2016, una lesión en el tendón de la corva acabó son su temporada del 2017 tras cuatro partidos. Su temporada del 2018 también acabó tras cuatro partidos, esta vez por una lesión más seria de Lisfranc en el pie.
Los equipos de la NFL obtuvieron su oportunidad usual de examinarlo durante el Combinado, pero reglas de la liga durante esta temporada baja inusual previnieron la totalidad de oportunidades que normalmente hay para evaluar en las instalaciones de los equipos. En general, los equipos deberán decidir si aplican un viejo lema de los cazadores de talento --jugadores colegiales que sufren para mantenerse sobre el campo pueden experimentar temas similares en la NFL-- o consideran mala suerte las lesiones de Winfield.
"Allí es donde dependes de tus médicos", señaló Jeremiah, quien lo ha proyectado como selección de segunda ronda, "y ellos te deben mostrar el pulgar hacia arriba o hacia abajo... no es algo que simplemente desechas y dices, 'OK, es un gran jugador, lo tomamos'. Las lesiones serán factor en esa decisión".
Confinado a una silla de ruedas tras someterse a una cirugía en el pie en 2018, incapaz de jugar al fútbol americano más allá de septiembre por segundo año consecutivo, Winfield dijo a sus padres que estaba bien. Erniece supo que no. Ella voló a Minnesota y lo llevó de vuelta a Houston para una semana de cariño.
"Es tan hijo de mamá", dijo Erniece. "Fue como, 'No debes venir hasta acá. Estaré bien'. Y yo le dije que no había modo en la vida en que permitiría que atravesara todo eso solo. Después, fue como, 'Mamá, gracias por venir por mí. Lo aprecio. Necesitaba este tiempo'. Él quería estar en casa".
Winfield salió de esa época oscura más determinado que nunca para demostrar lo que podía hacer a lo largo de una temporada completa.
"Mi mentalidad durante el año pasado fue mantenerme sano", dijo. "Había estado lastimado y debí quedarme fuera. Mi mentalidad era que, si podía mantenerme sano, iba a brillar".
Según Winfield Sr.: "Cualquier que haya estado en el fútbol americano o sepa de fútbol americano sabe que suceden lesiones. Sus lesiones, no las pudimos controlar. Pie, tendón de la corva, te recuperas de eso. Le dije el año pasado que, si estaba sobre el campo, iba a brillar. Los visores y el personal al nivel siguiente, ellos saben encontrar talento. Está donde se encuentra ahora porque invirtió ese duro trabajo".
El consejo de Winfield Sr. cargaba peso en parte porque él y Erniece ya habían ayudado a su hijo a navegar una situación más seria. En diciembre del 2016, cuando Winfield Jr. era todavía un freshman, estuvo entre 10 jugadores de Minnesota suspendidos en respuesta a una investigación interna de la escuela por alegatos de asalto sexual. La policía de Minneapolis había declinado levantar cargos tras las acusaciones iniciales en septiembre, y la escuela inicialmente no aportó la evidencia que empleó para imponer el castigo.
Tanto Antoine Sr. y Erniece estaban furiosos y asustados. Su hijo nunca se había metido en problemas, y Erniece recuerda la llamada que recibió de los padres de sus compañeros de clase en la preparatoria, diciendo cómo Winfield Jr. había ayudado a sus hijos en momentos difíciles.
"Soy de Akron, Ohio", explicó Erniece, "Y había visto lo que era cuando el futuro de un chico depende de un jurado. He visto a la gente vendiendo drogas, y al momento siguiente, están en la cárcel por los siguientes 30 años. Y una madre simplemente llora porque no hay nada que pueda hacer. Así que simplemente me dolió el corazón ver a Antoine a atravesar eso, porque si lo conocieran junto a otros dos millones de chicos, lo recordarían por ser un chico tan bueno y amable".
Winfield Sr. fue más directo.
"Conozco al joven que crie", relató. "Sabía que no había modo posible en que hubiera podido hacer eso. Cuando escuché sobre ello por primera vez, estaba en el primer vuelo".
Los Winfields tomaron un avión a las 7 a.m. con destino a Minneapolis el día después del anuncio, y comenzaron a tocar puertas --literalmente-- para saber de qué acusaban a su hijo. Entre sus paradas estuvieron las oficinas del director atlético Mark Coyle y del presidente de la escuela Eric Kaler, dijeron. Ninguno los recibió. Coyle dijo en su momento que leyes de privacidad le prevenían hablar sobre estudiantes o situaciones en específico. Winfield Sr. apareció en noticieros locales y nacionales, pidiendo más información y criticando a la institución por su manejo del supuesto asalto. Los jugadores restantes en el equipo amenazaron con un boicot para el Holiday Bowl que se aproximaba, llegando a los titulares nacionales.
"Significó mucho que ellos hubieran venido de inmediato tras conocer la noticia", dijo Winfield Jr. "Simplemente demuestra quiénes son. Estaba en problemas con las noticias estando allí, y ellos se aparecieron de inmediato y me respaldaron a lo largo de todo el proceso. Mostró mucho".
Al final, la filtración de un reporte interno de la escuela a un medio proveyó detalles. Una mujer había alegado que ella había sido atacada sexualmente por múltiples jugadores del equipo de fútbol americano después del primer partido de la campaña. Diez jugadores, incluyendo a Winfield, fueron identificados por al menos haber estado en la habitación donde sucedió el alegado asalto.
De acuerdo al abogado Ryan Pacyga, quien fue contratado por la familia Winfield, Winfield Jr. había estado recibiendo a un recluta esa tarde. La mujer jamás acusó a Winfield de ninguna conducta sexual, de acuerdo a Pacyga, per la oficina de Equal Opportunity and Affirmative Action (EOAA) de la escuela lo suspendió por su presunta presencia como violación del código estudiantil.
Winfield no jugó en el Holiday Bowl, pero su caso fue revertido por un panel de apelaciones. En su testimonio, de acuerdo a Pacyga, Winfield dijo que pasó parte de la noche buscando al recluta. Fue dirigido a un departamento y entonces se asomó a una recámara, donde vio a una mujer y a un hombre practicando lo que parecía sexo consensuado. El recluta no estaba en la habitación, y Winfield salió de inmediato en su búsqueda, de acuerdo a Pacyga. Winfield se reunió al equipo para las prácticas de primavera en marzo del 2017.
"Después de eso", dijo Erniece, "pasó de ser un chico a un hombre. Fue un cambio instantáneo. Mantuvo su círculo muy pequeño y cerrado. El problema con Antoine es que confiaba demasiado. Quería ser bueno con todos".
'Las luces están encendidas'
Y así llegó el momento en que Antoine Winfield Jr., pulido dentro y fuera del campo, entraría al draft de la NFL. Una llamada telefónica revela la misma confianza genial que alguna vez llevaba su padre, la clase que sugiere que es un prospecto improbable para encontrarse con un obstáculo inesperado.
"Safety es la posición más complicada para evaluar, al menos en mi opinión", dijo McShay. "Hay tanto espacio, ellos están en el fondo, y debes realmente descifrar lo que estás viendo, lo que ellos están tratando de ver, y cómo están reaccionando. Muchos tipos, no sobresalen, pero Antoine simplemente salta a la vista. Sabe cuándo estudiar al receptor, y sabe cuándo mirar al quarterback. Eso es difícil de enseñar. Cualquiera que haya jugado defensiva sabe que es difícil enseñar a sus ojos cuándo moverse de un lado a otro. Hace un gran trabajo con ello".
"Ayuda tener un padre como Antoine Winfield Sr. desmenuzando los videos contigo", agregó McShay, "pero parte de eso, lo tienes o no lo tienes".
Hábil, tanto en la parte física como mental del juego, y endurecido por las lesiones y experiencia, Winfield está igual de preparado para convertirse en un estudiado recluta de primera ronda o un robo en la segunda o tercera vuelta del draft. Rossi dijo que ha dado referencias de Winfield como "menos, no cero, mantenimiento" en conversaciones con visores de la NFL. Winfield Sr. dijo que nota la clase de chispa que asegura éxito a nivel NFL.
"Realmente lo veo", ofreció. "Creo que tiene 'eso". Puede visualizar la jugada antes de que suceda.
"Lo veo, y veo que las luces están encendidas".