Juan Ignacio Cabrera tiene 17 años y vive en Alemania desde los ocho, donde forma parte del plantel sub-19 del Schalke 04. Nació en Uruguay, y aunque también vivió en Argentina y Brasil, confesó que le corre sangre uruguaya por las venas. El joven futbolista habló con ESPN sobre su presente en el fútbol teutón y las proyecciones para su futuro.
Cabrera vive en Münster, a una hora de Gelsenkirchen, ciudad sede del Schalke 04, uno de los equipos más reconocidos del fútbol alemán y dueño de una de las canteras más brillantes de Europa. Manuel Neuer, Mesut Özil, Julian Draxler o Leroy Sané son solo algunos de los célebres egresados de esa academia.
“Para mí es una oportunidad enorme poder estar en la sub-19 del equipo. Mi entrenador está hace más de 20 años en la categoría y fue el que sacó a todos esos jugadores. Es una oportunidad de aprender todo lo que pueda, de mejorar lo más posible y tomar todas las ayudas que me dé el entrenador y el club, con la meta de seguir mi sueño de poder debutar en primera”, comentó Cabrera, que habla español como un uruguayo más, a pesar de que se fue del país a los dos años. Su padre trabaja en una empresa alemana, lo que motivó sus mudanzas a lo largo de los años y también que se asentaran en Alemania.
El sueño de llegar al primer equipo de los “mineros” no solo es la gran meta de Cabrera sino que es un camino palpable debido a la política de promoción de juveniles que lleva a cabo el club. Además, la situación por el coronavirus provocó que el mercado de pases se manifieste menos activo que otros años, por lo que Schalke mirará hacia las formativas. El uruguayo juega como volante ofensivo o mediapunta, detrás del delantero. En sus propias palabras, el punto más fuerte de su juego actualmente es el peligro que genera ante el arco contrario con goles o pases de gol, buscando siempre estar cerca de la jugada para poder rematar o asistir.
De todas maneras, llegar al primer equipo no será tarea fácil y Cabrera deberá entrenar con todo para poder llegar un equipo que juega en una de las ligas más competitivas de Europa. Este es el primer año que forma parte del plantel sub-19, luego de haber ascendido desde categorías más jóvenes. “La intensidad este año es bastante alta, está bueno para aprender, mejorar y ser cada vez mejor jugador. Hay mucho énfasis en que el jugador tenga buen manejo de pelota y en que la técnica sea bien limpia”, comentó.
De todas formas, lo físico no queda de lado en absoluto, todo lo contrario. Desde el 8 a 2 del Bayern Munich al Barcelona, se empezó a hablar en diversos medios de Europa sobre la preparación física que llevan adelante los equipos alemanes, y cómo parecían ser mucho más fuertes que sus rivales. Cabrera contó que su nuevo DT le pone un gran foco a que estén físicamente bien preparados y fuertes. “En Alemania le están poniendo cada vez más énfasis a ese punto. Los jugadores del Bayern, se podía ver claramente que físicamente estaban en muy alto nivel comparado a jugadores de otros países. Capaz que en otros clubes juveniles no tanto, pero en Schalke el aspecto físico es un factor muy importante porque nuestro juego está muy enfocado en hacer pressing alto, jugar con niveles altos de velocidad, y correr mucho, que es lo que necesitamos en los partidos”, explicó el futbolista. Esto tiene que ver con la filosofía que históricamente impone el club, que adopta la mentalidad de los ciudadanos de Gelsenkirchen, ciudad conocida por su industria minera y habitantes muy trabajadores.
Contacto con Uruguay
En enero de 2019, Cabrera fue invitado a entrenar con la selección sub-17 en el Complejo Celeste, donde participó de las prácticas y de un amistoso contra Paraguay. Tras haberse ido del país a los dos años, era su primer acercamiento en persona al fútbol uruguayo. “Fue como cumplir un sueño, siempre seguí a la selección mirando las Copas del Mundo, Eliminatorias, Copa América. Tener oportunidad de estar en una selección juvenil, entrenar y jugar un amistoso contra Paraguay fue increíble. Una sensación tremenda. Lo disfruté mucho. Los entrenamientos estuvieron muy buenos. Conocí el fútbol uruguayo, pude aprender mucho de ello e implementar nuevas cosas en mi juego que capaz que no estaba viendo mucho acá en el fútbol alemán o sea que fue una experiencia muy buena. Siempre estaré contento de volver”, añadió.
Si bien entrena en una escuela futbolística de élite desde hace varios años, el joven encontró aspectos propios del fútbol local que le parecieron útiles para agregarlos a su juego. “Jugar bien rápido porque te llevan, estar preparado físicamente para el contacto porque es más físico el juego, las divididas son más fuertes, hay más divididas, hay más contacto; eso me llevó a saber proteger más la pelota, a jugar con el cuerpo y todo eso. Son cosas que capaz que en Alemania no tenía que implementar tanto”, mencionó.
El futuro
El futbolista se toma su carrera con paciencia por ahora, y se concentra en aprovechar al máximo esta etapa en las juveniles del Schalke, sin apuro por debutar en el primer equipo todavía. Sin embargo, se anima a responder si le gustaría pasar por el fútbol uruguayo en algún momento. “Si se da una posibilidad, no estoy cerrado. Si hay una ocasión donde pueda ser, obvio que jugaría”, comentó.
Respecto a si tiene preferencias por alguna camiseta, fue claro. “Preferencia no, mi padre es de Peñarol y entonces me hice un poco de Peñarol, pero tampoco sigo mucho al club. Sigo un poco cómo viene la liga, pero no me podría considerar un hincha a muerte, es más por lo que me dio mi padre”, dijo Cabrera.