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El día que el Kun Agüero batió un récord de Maradona

Sergio Agüero ostentó durante casi 21 años el récord de debutante más joven en un partido de fútbol profesional de Primera División en Argentina con 15 años, un mes y tres días. Hasta que el 16 de mayo de 2024, Mateo Apolonio lo superó con 14 años y 29 días, al ingresar en los últimos minutos de la derrota de Deportivo Riestra ante Newell's por la Copa Argentina.

Fue el 5 de julio de 2003 cuando el Kun superó una marca que había permanecido imbatida durante 27 años. Hasta el debut de Agüero en Independiente, Diego Armando Maradona había sido el más joven de todos, con 15 años, 11 meses y 20 días el día que jugó su primer partido, contra Talleres de Córdoba por el Campeonato Nacional de 1976. Como una señal del destino, el récord del Diez era batido por quien iba a ser su yerno y, casi seis años más tarde, padre de su nieto Benjamín.

Oscar Ruggeri fue el director técnico que puso al Kun en Primera. Era la última fecha del torneo Clausura 2003, Independiente venía haciendo una mala campaña, estaba 17°, y el Cabezón ya pensaba más que en el torneo en juego, en empezar a armar el equipo para el Apertura que iba a iniciarse un mes después.

Ruggeri llevaba poco más de un mes en el club, había llegado para suceder al Tolo Gallego que se fue poco después de ganar el Apertura 2002. Una de las primeras cosas que hizo fue sacar a Agüero de la Octava división y llevarlo a jugar con la Primera. “En cuanto puedas, andá a ver a un chico de la Octava”, le habían dicho.

“El fin de semana me voy a verlo: la agarraba, los gambeteaba a todos y hacía el gol. A los pibitos de la edad de él, les pegaba un baile... No sé cómo se la iban a sacar. Lo lleve a entrenar con nosotros y empezó”, contó después el DT.

Los paralelismos con Maradona no se agotan. En 1976 Diego estaba en la Séptima de Argentinos Juniors cuando Juan Carlos Montes lo llevó a entrenarse con la Primera. En las prácticas jugaba para los titulares y el 20 de octubre, Montes lo incluyó en el banco y en el segundo tiempo del partido contra Talleres lo hizo entrar por Rubén Giacobetti.

El Kun, como Maradona en el 76, ese 5 de julio de 2003 fue al banco por primera vez. Ruggeri recuerda que pensó: “Lo voy a poner. Si no, ¿para qué lo traje al banco?”, y a los 24 del segundo tiempo lo mandó a la cancha en lugar de Emanuel Rivas. “Divertite, pasala bien, hacé lo que hacés en tu categoría, gambeteá y si les tenés que tirar caños a los grandes, tiráselos”, fue la frase del Cabezón.

Agúero entró con la camiseta 34 y lo primero que hizo fue una falta a José Luis García. Pero después, jugando por la izquierda, mostró algunas cosas del crack que iba a ser, desbordó varias veces a su marca y tiró una buena pared con el Pocho Insúa. No pudo evitar la derrota por 1 a 0.

“Nene, a la cancha, vos entrá y juga”, decía Montes que le había dicho 27 años antes a Maradona. La leyenda -y el propio Diego- instaló otra frase: “Vaya, pibe, juegue como usted sabe y, si puede, tire un caño”. Diego entró con el 16 en la espalda (el número más alto que el reglamento permitía en aquella época) y le hizo un caño a Juan Domingo Cabrera. Como Independiente en 2003 contra San Lorenzo, Argentinos esa tarde perdió de local 1 a 0.

Hay un asterisco: el 14 de agosto de 1975, durante una huelga de profesionales, Racing perdió como local 10 a 0 con Rosario Central por la 37ª fecha del Metropolitano, que se jugó con jugadores de inferiores. En ese partido hubo varios chicos de menos de 15 años en la formación de la Academia. Pero esa tarde, todos los que estuvieron en el campo de juego fueron amateurs. Los 15 años, un mes y tres días de Aguero -y la marca anterior de Maradona- son récord para un partido de Primera División profesional.

Después de su histórico debut, entre las temporadas 2003/04 y 2004/05 Agüero jugó 17 partidos y convirtió 5 goles. El primero fue a Estudiantes por la 17ª fecha del Apertura 2004.

En la temporada 2005/06 ya era la figura más importante de Independiente. Julio Falcioni le dio la camiseta número 10 y entre Apertura y Clausura sumó 36 partidos y 18 goles más. Finalmente, en abril de 2006, dos meses antes de que cumpliera 18 años, se cerró la transferencia al Atlético de Madrid por 23 millones de euros, la cifra más alta pagada en la historia por un jugador del Rojo.