Independiente fue la cuna de grandes jugadores surgidos de sus Inferiores. Sin ir más lejos, hace poco el estadio del Rojo cambió su nombre por el de Ricardo Enrique Bochini, una leyenda del club de Avellaneda.
Sergio Agüero, con mucho menos recorrido en Independiente que el Bocha, es sin dudas uno de los grandes valores que nacieron en el Rojo. Y la última gran aparición que saltó de la Reserva a la Primera, en la que anotó 23 goles en 56 partidos.
El debut del Kun se dio el 5 de julio de 2003 con Oscar Ruggeri como entrenador, en el clásico ante San Lorenzo. Agüero tenía en ese momento 15 años y 35 días y de esa manera se convirtió en el futbolista más joven en debutar en el fútbol argentino.
Superó así nada menos que a Diego Armando Maradona, quien había hecho su estreno el 20 de octubre de 1976, cuando estaba a punto de cumplir los 16.
En Independiente fue ídolo absoluto, aunque luego del debut debió esperar varios meses hasta comenzar a consolidarse en Primera. Pastoriza, Bertoni y Monzón le dieron minutos.
El Cabezón participó del debate sobre el estilo futbolístico de Independiente y reaccionó ante la chicana de Renato Della Paolera: 'te guste o no, en la fotito estoy yo hablando con el Kun'.
En el Apertura del año 2004 marcó su primer gol, ante Estudiantes de La Plata. En la temporada 2005 y 2006 se vio lo mejor de Agüero en el Rojo.
El Kun había sido convocado a la Selección juvenil que ganó el Mundial de Países Bajos y su actuación dejó muy buenas sensaciones. El nivel que venía mostrando, y la madurez por el paso del tiempo desde el estreno oficial, lo convirtieron en titular indiscutido.
Con Julio César Falcioni en el banco el Kun explotó como jugador maduro. Afianzado como titular, anotó entre 2005 y 2006 18 goles en 38 partidos. En septiembre de 2005, podría decirse, se ganó de manera indiscutida a la hinchada del Rojo.
No hay dudas que para ser ídolo existe una condición fundamental: lucirse ante el clásico rival. Y Agüero no falló en ese ítem: el 4 a 0 ante Racing del 11 de septiembre de 2005 lo tuvo como protagonista con un golazo que la gente de Independiente no olvidará nunca. Agüero arrancó una larga corrida, eludió a Martín Vitali, luego encaró y eliminó varias veces a Fernando Crosa a puro amague; después definió cruzado, de zurda, ante la salida de Gustavo Campagnuolo: fue el 4 a 0 que hizo delirar a toda la tribuna local.
El 10 terminó en andas, levantado por sus compañeros, y fue reemplazado por el DT Falcioni para llevarse la ovación de la gente local. Un partido soñado. “Ese gol se lo dediqué a Emiliano Molina, quien había muerto hacía poco en un accidente de auto”, declaró el Kun.
En el Clausura 2006 volvería a marcarle a la Academia, y por duplicado, con dos golazos en cancha de Racing, en el 2 a 0 que dejó otra extraordinaria actuación del 10: los festejos fueron con bailecito incluido ante el equipo del Cholo Simeone.
El fútbol argentino no pudo disfrutarlo tanto: sus buenas actuaciones lo pusieron rápido en la mira de los grandes de Europa. Y en mayo de 2006 llegó al Atlético de Madrid. Comenzaría otra etapa de su exitosa carrera.