Independiente atraviesa un momento muy delicado tanto en lo deportivo como en lo económico y en lo institucional. La Copa de la Liga es el próximo compromiso y el equipo de Ricardo Zielinski deb e intentar que este torneo no se transforme en una carga cada día más pesada. La imperiosa necesidad de sumar puntos para evitar el descenso hace que la corrección del rumbo futbolístico sea la urgencia a resolver primero.
La inestabilidad y los cambios en la conducción del club, acompañados de los malabares para saldar algunas deudas, no le ofrecieron al equipo el mejor escenario para concentrarse exclusivamente en su tarea dentro de la cancha.
Los pobres resultados en el reciente Torneo de la Liga en el que Independiente finalizó en el puesto 24 y quedó a solo 3 puntos de ocupar un puesto entre los equipos que descenderán a la Primera Nacional hicieron sonar todas las alarmas.
Al margen de los números, que serán cada vez más visibles con el transcurso de las fechas si Independiente no con sigue victorias, la preocupación central es el nivel de juego del equipo. Sin un rumbo definido, el Rojo avanzó por penales en la Copa Argentina en la previa al debut contra Colón por la Copa de la Liga.
La tarea de Zielinski, quien recordó que su renuncia está a disposición en el momento en que los dirigentes consideren, no entregó hasta el momento los dividendos que se esperaban al momento de su contratación. A contramano de la historia y el famoso paladar de los hinchas, el entrenador llegó con la misión de obtener puntos sin priorizar la estética de la propuesta de juego. Pero las cuentas no convencen: desde su debut en el clásico ante Racing, ganó 5 partidos, empató 4 y perdió 7.
La mejor noticia en este contexto de incertidumbre es el regreso de Federico Mancuello. El mediocampista, surgido de las inferiores del club y que emigró en 2015 cuando era una de las figuras del fútbol argentino, finalizó su vínculo con Puebla y llegó como el abanderado de la esperanza.
Las otras incorporaciones son dos defensores y un atacante: Mauricio Isla, el experimentado lateral chileno que tuvo una extensa carrera en Europa y un breve paso reciente por Universidad Católica, Felipe Aguilar, el marcador central colombiano que mostró condiciones interesantes en Lanús, y Alexis Canelo, proveniente de Tijuana. Además, Lucas González volvió de su préstamo en Santos Laguna.
Con este panorama, en las decisiones de Zielinski y las ejecuciones de los jugadores está la posibilidad de pasar la página y alejar los fantasmas o revivir pesadillas no tan lejanas en el tiempo.