Fue un partido tremendo, con siete goles, electrizante, en el que pasó de todo. Boca Juniors no pudo levantar cabeza a nivel local y perdió 4-3 en la visita a Belgrano, por la octava fecha de la Copa de la Liga. El Xeneize empezó perdiendo, pasó arriba en el marcador y finalmente se fue de Córdoba con las manos vacías. En cambio, el local tuvo una recompensa ideal: se subió a la punta en el Grupo B.
Boca había llegado a Córdoba sumando ya ocho años sin poder ganarle al Pirata en su provincia. Y la racha se prolongó. El equipo conducido por Jorge Almirón ya enterró su derrota en el Superclásico en La Bombonera con el pasaje a la final de la CONMEBOL Libertadores frente a Palmeiras, en Brasil. Y está ilusionado con la soñada séptima Copa, a 25 días de la gran definición contra Fluminense, a jugarse el sábado 4 de noviembre en el Maracaná de Río de Janeiro.
El conjunto de Almirón está totalmente enfocado en otros objetivos: el próximo domingo juega con Talleres por los cuartos de final de la Copa Argentina y después tendrá la gran cita de la final de la CONMEBOL Libertadores. Sin embargo, el Xeneize sabe que no tiene que descuidar completamente el torneo doméstico porque puede dejar pasar una chance certera de clasificarse a la próxima Copa. Así y todo, trató de sumar, buscó por todas las vías, pero no pudo en suelo cordobés.
En una noche con mucho viento, el dueño de casa pegó rápido. Sus hinchas festejaron enseguida, ya que a los tres minutos Lucas Passerini pudo abrir el marcador, tras aprovechar una doble falla del volante colombiano Jorman Campuzano. En breve, Boca dio vuelta parcialmente el resultado, pasando en 10 minutos de estar 0-1 a ganar 2-1. Darío Benedetto se dio el gusto de marcar el primero del Xeneize, a los 19, y el uruguayo Miguel Merentiel, con un gran aporte de Benedetto, puso a los dirigidos por Almirón arriba en Córdoba a los 29 de la etapa inicial.
Pero la alegría le duró muy poco a la visita. Es que el primer período vivió otra remontada, en este caso por parte del Pirata, que pasó de ir perdiendo 2-1 a ponerse 4-2. En menos de 10 minutos convirtió tres tantos y así provocó el delirio de sus hinchas: empató las acciones Juan Barinaga a los 34, Passerini repitió en el arco rival y dejó arriba al anfitrión a los 38, mientras que en el cierre de la etapa apareció Esteban Rolón para concretar la "Ley del Ex", ya que su pase es de Boca y está a préstamo en Belgrano.
Casi sin respiro, a los 12 de la segunda mitad llegó el descuento de Boca, otra vez gracias a Merentiel, que hizo una acrobacia y volvió a lucirse. Acto seguido, debió salir Exequiel Zeballos, al sufrir otra lesión. El pibe, que había ingresado por Campuzano, apenas pudo jugar nueve minutos y se fue de la cancha llorando. En su lugar entró Lucas Janson, quien buscó y no consiguió la igualdad.
Siguió intentando la visita, aunque fue insuficiente, pese a que se retrasó Belgrano en su campo y dio la impresión de que el encuentro podía terminar empatado. Las fallas en defensa le costaron caro a Boca en un duelo sin dudas electrizante, inolvidable para los hinchas del Pirata, porque con estas tres unidades se subió a la cima del Grupo B.
Almirón eligió a un once alternativo, aunque hubo titulares indiscutidos y apostó por el juvenil Valentín Barco. Puso a aquellos jugadores que suelen necesitar minutos, varios tuvieron su oportunidad, aunque más de uno quedó en el debe. Sin dudas, fue otra caída dura para el Xeneize en el torneo argentino.
Boca llegaba fortalecido anímicamente por la clasificación a la final de la CONMEBOL Libertadores, pero sus actuaciones en la Copa de la Liga son pobres. El último golpe en el certamen local lo había sufrido nada menos que ante River en La Bombonera, con un Superclásico que terminó 2-0 y exhibiendo una mala versión.
Así, Belgrano se desquitó ante Boca de la derrota por 2-0 en la fecha N°16 de la Liga Profesional. Y tuvo un sabor muy especial, ya que le permitió al local ser el nuevo puntero del Grupo B, en el que el equipo de Almirón apenas suma siete puntos en ocho encuentros.