Con un gol de carambola de Salomón Rondón y otro de Enzo Díaz, River venció a Boca con justicia (2-0) en un nuevo Superclásico por Copa de la Liga que termina por complicar al Xeneize, que se jugará el año ante Palmeiras el próximo jueves.
Para cuidar a sus principales futbolistas para el duelo de CONMEBOL Libertadores, Almirón sorprendió parando un equipo alternativo en la previa y terminó confirmando que estaba más preocupado por el enfrentamiento de vuelta de las semifinales que ante River.
Y lo que hizo el DT fue traspasarle la presión al Millonario, que llegaba algo golpeado por su irregularidad y los cuestionamientos a Demichelis, que puso lo mejor que tenía para tratar de ganar en La Bombonera y lo logró, algo que no conseguía desde el 23 de septiembre de 2018, cuando se impuso con goles de Gonzalo Montiel y de Nacho Scocco.
Y si bien la Banda comenzó imponiendo condiciones, el duelo fue de ida y vuelta. Pero quien terminó de hacer la diferencia fue Salomón Rondón en el cierre del primer tiempo, con algo de polémica. Un rechazo de Paulo Díaz con el codo en alto terminó golpeando sobre Weigandt, y la jugada continuó por varios minutos, hasta que Enzo Pérez quedó libre para rematar desde afuera, y un desvío que se iba claramente lejos terminó impactando en el venezolano y desacomodando a Chiquito Romero, mientras todo Boca se le iba encima a Merlos para protestar por la infracción previa.
Pero el reclamo no prosperó y el gol fue un golpazo, por el momento y porque el Xeneize sabía que tendría que remar de atrás el encuentro. Y Almirón también lo sabía, porque en el entretiempo decidió mandar tres cambios para ir a buscarlo, con el ingreso de Barco, Medina y Ezequiel Fernández. Y minutos después, cuando las cosas no salían, quemó las naves mandando a Zeballos y a Cavani, aunque ya el equipo había entrando en la desesperación generalizada.
Estuvo muy cerca con un gol anulado por un offside milimétrico al uruguayo, que parecía cortar su mala racha de cara al duelo trascendental ante los brasileños, pero el VAR terminó confirmando que estaba en fuera de juego, desatando la frustración del delantero.
Y cuando se iba el tiempo de descuento, una gran jugada individual de Esequiel Barco terminó por abrir caminos y asistir a Colidio, que no pudo definir bien, pero la pelota le cayó a Enzo Díaz, que liquidó el trámite y terminó por confirmar la victoria del Millonario, que pudo haber sido mayor de no haber sido porque Chiquito Romero, el único titular que estuvo en cancha, tapó varias chances que podrían haber cerrado el partido antes.
El encuentro se fue con una justa victoria de River, frente a un Boca impotente que nunca supo lastimarlo, se acordó tarde de jugar y ahora irá con más presión a Brasil.