River Plate y Boca Juniors se enfrentarán en el Estadio Monumental, y además del atractivo habitual de cualquier Superclásico, esta edición puede ser un buen trampolín para ambos, que llegan en momentos distintos pero necesitados de certezas. Los nombres propios, la confianza en los entrenadores y los factores anímicos se ponen en juego en el partido más importante de esta fecha de clásicos, que se juega este domingo 25 de febrero con televisación de ESPN Premium.
Que River es uno de los equipos más contundentes de la Copa de la Liga no quedan dudas, sin embargo, su rabiosa actualidad no es arrolladora. Aún en sus malas presentaciones encuentra el modo de apoyarse en destrezas individuales para sacar adelante los partidos y la tabla de su zona lo refleja: está segundo, a un punto del líder Independiente. Pero aunque llega invicto al Superclásico, tiene actuaciones irregulares y consiguió su puntaje con solo tres victorias y tres empates, los dos últimos de forma consecutiva.
¿Qué representa para River este partido contra Boca en el Monumental? Puede ser una bisagra para algunos jugadores que no terminan de conformar al hincha y, también, un impulso para otros nombres que vienen destacándose, quieren ganar terreno y asegurar su plaza en el "aplausómetro" de Núñez.
A seis fechas del inicio del campeonato, el mediocampo millonario no expone el volumen de juego esperado y ante un Boca dubitativo hay una ventana para recuperar la inventiva y la agresividad. En el ataque, también se abren oportunidades para ganar visibilidad y la consideración del entrenador.
Fonseca no termina de adaptarse a las demandas tácticas de Demichelis y el repertorio de Aliendro está en baja: en el centro de la cancha algo tiene que cambiar y Rodrigo Villagra pide pista. Arriba, Colidio no termina de convencer al hincha y, con Borja tocado, en este clásico los delanteros tendrán que tomar más protagonismo.
Ser local en un Superclásico siempre es una responsabilidad y, mientras que el visitante recibe la hostilidad del entorno, el equipo anfitrión debe estar a la altura de las exigencias del público. Con el correr de años, el hincha de River fue refinando su paladar y ya no exige solamente ganar. Quiere asfixiar al rival, imponerle las condiciones y, si es posible, someterlo a una humillación.
River tiene un buen andar pero no deslumbra. Sin embargo, contagia mucha más convicción que Boca.
El Xeneize hace rato que busca el funcionamiento del equipo y no lo consigue. En el último tiempo, se fue Almirón después de perder la final de la Copa Libertadores y Mariano Herrón se hizo cargo del interinato. Luego se concretó la llegada de Diego Martínez.
La cantidad de partidos compactados en una agenda ajustada generan una falsa ilusión en el tiempo de trabajo que ha tenido el DT para plasmar sus ideas. Pero lo cierto es que el propio entrenador lo remarcó en diálogo con la prensa: el ciclo recién comienza y aún está realizando pruebas, de nombres propios y de esquemas.
Un Superclásico siempre es un momento incómodo para un cuerpo técnico que no está afianzado y, aunque una derrota en el Monumental no pone en riesgo la continuidad de Martínez, sin duda podría incrementar los cuestionamientos y precipitar el desgaste. El cruce ante River determinará el aire que tendrá el entrenador para trabajar de cara al futuro.
La visita a Núñez también afectará directamente al plantel xeneize y los rendimientos individuales pueden ser fundamentales. Aquellos nombres que reciben resistencia y no convencen a los hinchas estarán en la mira. Y los jugadores que vienen en un buen nivel tendrán que ratificar su presente en un marco adverso y bajo presión.
En el centro de la escena estará Edinson Cavani, que desde que llegó a Boca no encontró su mejor versión y tiene "la pólvora mojada". El mundo Boca esperaba mucho del goleador uruguayo, que recibió una estruendosa bienvenida en La Bombonera y aún no logró pagar con goles el cariño que la gente le entregó a modo de anticipo.
Entre los que pueden tener una actuación consagratoria están Miguel Merentiel y el recién llegado Kevin Zenón. La Bestia es el delantero más efectivo y el ex-Unión se transformó rápidamente en el timón del equipo. Ambos deben revalidar y tienen la chance de lucirse en un partido trascendental.
¿Cuál es el principal motivo por el cuál Boca necesita ganarle a River? En un 2024 sin la CONMEBOL Libertadores en la agenda, el Superclásico se resignifica. Después de perder en Río de Janeiro, sin clasificación por Copa Argentina y con una pronta eliminación en la Copa de la Liga, Boca quedó relegado a jugar la Sudamericana y perderse la competencia de clubes más importante del continente. El ego del xeneize está golpeado y no hay margen para otra herida.
Boca visita a River en el estadio Monumental y, en el partido más importante del fútbol argentino, siempre se juegan mucho más que tres puntos. Cada Superclásico es una oportunidad para marcar el inicio o el fin de una racha; para convertirse en una anécdota memorable o caer en una estadística del montón. Los jugadores y los entrenadores lo saben y cada uno tomará sus riesgos este domingo 25 de febrero (a partir de las 17 horas por ESPN Premium).