Boca Juniors venció 1-0 a Godoy Cruz este martes en un partido y una jornada que empezó mal para el Xeneize, pero que terminó de la mejor manera: con la clasificación en el bolsillo a cuartos de final de la Copa de la Liga y un Superclásico contra River en el horizonte.
El clima en La Boca fue extraño desde el comienzo. No solo por el rocío y la imparable lluvia en Buenos Aires que acecha desde hace cuatro días, sino porque, como los propios hinchas denunciaron, había mucha presencia policial para evitar "la previa" en Irala y Aristóbulo del Valle, un cruce usualmente colmado de hinchas que se empapan de fernet y cumbia cerca del partido. Y que, en el encuentro frente a Sportivo Trinidense por CONMEBOL Sudamericana una semana atrás, habían sufrido los embates de las fuerzas de la ley.
Una vez más prohíben la Previa de Irala , mucho despliegue policial para impedir que la gente se junte a gritar por Boca , Irala cortada y vallada , no permiten que la gente se junte en el Parque Lezama tampoco .
— LaMitadMas1 Boca Juniors (@lamitadmas1) April 16, 2024
Es necesario semejante despliegue policial ? pic.twitter.com/oNbTEdYwtm
Y dentro de La Bombonera, el hincha de Boca sabía que sería un partido más que difícil, ante un equipo siempre destacado en el fútbol argentino por su buen fútbol de un tiempo a esta parte.
El primer tiempo de Boca-Godoy Cruz: cancha rápida, y más lucha que juego
Pero a todos esos condimentos que tiraban para atrás a los hinchas en la previa se le sumaron alicientes cuando empezó el partido que presagiaban una mala noche para Boca. El equipo de Diego Martinez se mostraba muy impreciso desde el comienzo en una cancha rápida y era castigado con murmullos, mientras Godoy Cruz crecía con Hernán López Muñoz como la manija de los visitantes.
Boca buscaba, pero le costaba una enormidad lastimar Y le costó todo el partido. A los 30', Cristian Medina veía la segunda amarilla y se iba, ante la confusión generalizada de los hinchas y algunos que incluso se enteraron en el entretiempo. Dos faltas de amarilla y afuera, como para que no hubiera discusión porque ni el VAR lo podía salvar.
Pero justo cuando el equipo necesitaba un salvavidas, Advíncula y Cavani se lo sirvieron en bandeja. El peruano vio al uruguayo entrando por el segundo palo, le tiró un centro que picó delante del punto penal y lo encontró de forma perfecta, para que el delantero rematara de zurda cruzado y desatara la locura en La Bombonera. Ahora Boca clasificaba 3° y le tocaba jugar contra Argentinos si todo seguía igual.
El segundo tiempo de Boca-Godoy Cruz, otro partido
El desafío para Boca fue grande, aunque no lo pareció. Debía aguantar una ventaja con un futbolista menos y demostrar que el gol no había sido un espejismo. Y lo logró jugando al fútbol, con un Zenón de buen partido, el sacrificio de Cavani para cubrir huecos defendiendo, la entrega de Advíncula y el manejo en el mediocampo con los Fernández.
Boca tuvo la pelota y llegó, mientras Godoy Cruz se deshacía. Oldrá mando varios cambios para revertir la tendencia y buscó volver a revivir la pálida del principio en el Xeneize, pero no pudo hacer más que asustar. Cuando el Tomba se le vino encima, Boca logró desactivarlo con Chiquito Romero, Rojo en alguna ocasión y la suerte. Las tres más claras lo prueban. Rojo cortó a Ulariaga cuando se escapaba con un buen timming para barrer, Romero lo rescató tapándole un remate a Pino en el área chica enmendando su salida tardía para interceptar el centro, y el travesaño lo terminó de clasificar al negarle un golazo a Cejas.
Las noticias que llegaban desde las otras canchas indicaban que Defensa y Justicia hacía la diferencia y se quedaba con la victoria ante Newell's, catapultando a Boca al cuarto lugar y al emparejamiento con River (1° en Zona A). Pero muchos no lo supieron hasta el final del partido, e incluso en La Bombonera no se expresaron por lo tenso que estaba el encuentro. No había chance de nada hasta que Boca cerrara el partido.
Apenas finalizado, sin embargo, la 12 empezó a cantar contra su clásico rival. Y algún que otro hincha que buscaba cerciorarse preguntó al pasar con quién le tocaba, para sumarse a la locura de la hinchada cuando le confirmaron que habría Superclásico.
Boca terminó convirtiendo una jornada que amagaba con terminar en el olvido en una gran noche, de la que pudo haberse ido sin actividad próxima en el fútbol local. Pero, en el giro de los eventos, se fue con futuro en Copa de la Liga, con viento en la camiseta por la forma de lograr la clasificación con uno menos y con el horizonte del Superclásico con River. Todos elementos que inevitablemente le darán vitalidad al hincha.