CÓRDOBA - El triunfo de Boca Juniors ante River Plate por 3 a 2 en los cuartos de final de la Copa de la Liga tuvo varios responsables, entre ellos Equi Fernández, enorme figura del partido.
El volante central del Xeneize se puso el equipo al hombro cuando más se lo necesitó y fue muy importante en el peor momento del equipo, cuando River estaba en ventaja y no podía dominar la pelota.
Apoyado en una buena versión de Pol Fernández, se pudo soltar como nunca y participar unos metros más adelantado. Los números avalan el partidazo del 5: fue el que más duelos ganó, con 8, el que más faltas recibió, con 4 y falló apenas un pase, 37 correctos de 38.
Su duelo particular con el Diablito Echeverri fue clave. Tras el gol de River, el talentoso juvenil no pudo volver a gravitar como suele hacerlo desde su debut en Primera.
Si bien los flashes van a los goleadores uruguayos y merecidos lo tienen, la influencia de Equi en el equipo es total y es mucho más notable al verlo en cancha. Si él juega bien, el equipo juega bien.