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Lo que cambió en Boca y River desde el último Superclásico en la Copa de la Liga

El Superclásico acapara las miradas en el fútbol argentino y en muchas otras partes del planeta. Este sábado, Boca Juniors recibe a River Plate en La Bombonera, por la 15ª fecha del Torneo de la Liga, con varios condimentos especiales. En este repaso, vale la pena mostrar qué cambió en cada uno de los dos grandes desde que se enfrentaron por última vez, en Córdoba, por los cuartos de final de la Copa de la Liga.

Esta vez, el 21 de septiembre, el Día de la Primavera, tiene un sabor particular en el deporte más popular en Argentina: se juega nada menos que el Superclásico. El anterior cruce entre sí se dio en la Copa de la Liga, el 21 de abril de este año, en Córdoba, por los cuartos de final. Hace justo cinco meses fue victoria del Xeneize por 3-2. Así el ganador, dirigido por Diego Martínez, avanzó a semifinales gracias a una gran actuación, mientras que el Millonario la pasó mal, cuando el técnico era Martín Demichelis.

Aquella tarde, hubo un doblete de Miguel Merentiel y otro gol uruguayo para Boca, vía Edinson Cavani, mientras que el colombiano Miguel Borja había abierto el marcador en el partido en el que los conducidos por Martínez estuvieron 3-1 arriba y descontó el chileno Paulo Díaz sobre el final. Sí, los cinco goles fueron obra de jugadores extranjeros y todas las sonrisas se las llevaron los xeneizes.

Boca, entre duros impactos e incorporaciones de relativo peso

Cuando le ganó aquel duelo a River en Córdoba, el Xeneize estaba mejor. Pero desde entonces sufrió golpes impactantes. Por errores puntuales, imprudencias en definiciones claves y fallas a la hora de convertir, el equipo de Martínez sufrió más de la cuenta. Y acto seguido al triunfazo en el Superclásico de la Copa de la Liga, dominaba a Estudiantes de La Plata, el posterior campeón, en semifinales, pero la increíble expulsión de Cristian Lema complicó su situación y lo llevó a los penales, donde tropezó. Así dejó escapar una gran oportunidad de clasificarse a la Libertadores de 2025.

Después le empató sobre la hora Fortaleza en La Bombonera, desperdició la chance de avanzar directo a octavos de final y debió disputar un repechaje. Allí superó con lo justo a Independiente del Valle, cuando se pensó que podía quedar afuera, con el agravante de que un retraso administrativo provocó que los refuerzos no pudieran jugar esa repesca, ni en la ida ni en la revancha, sobre todo cuando el DT buscaba reemplazar de alguna manera al tridente del mediocampo, de Equi Fernández, Cristian Medina y Kevin Zenón, que se fueron con la Selección Argentina Sub 23 a los Juegos Olímpicos de París (el equipo de Javier Mascherano cayó ante Francia en cuartos de final).

De las caras nuevas, Gary Medel, Tomás Belmonte, Milton Giménez, Brian Aguirre, Agustín Martegani, Ignacio Miramón y Juan Barinaga, el único que rápidamente le dio grandes respuestas a Martínez fue Giménez, el delantero exBanfield, quien estuvo a la altura de las necesidades al aportar goles y un nivel importante. A la vuelta del parate por la Copa América y la cita olímpica, Boca debió ganarle por mayor ventaja a Cruzeiro en la ida de octavos de final de la CONMEBOL Sudamericana y en la vuelta, sin Cavani, por lesión, padeció la tarjeta roja directa antes del primer minuto de juego a Luis Advíncula. Fue lapidario, pese a que mejoró en el segundo tiempo y estiró, con gol de Giménez, la definición a la vía de los penales. Allí justo Merentiel, pieza clave, erró su disparo y se hizo añicos otra ilusión copera.

Por eso, Boca sufrió con fallas de jugadores experimentados, no puntualmente de juveniles sin roce, lo que complicó al equipo en momentos claves de 2024. Ahora Cavani y Zenón mejoraron y se presume que serán titulares. El uruguayo, clave en el triunfo sobre River en abril, retornaría, igual que Advíncula, otro de los más queridos por los hinchas xeneizes. Otro cambio de peso desde aquella jornada en Córdoba fue la salida de Equi Fernández al fútbol árabe, perdiendo el entrenador una figura clave en el mediocampo.

Así, Martínez llega a este Superclásico en la cuerda floja, sin el funcionamiento ideal buscado, tras una mejor etapa vivida en este año. Hubo impactos que lo hicieron sufrir mucho y razones que fueron complicando el andar del equipo en estos meses. Sin ir más lejos, viene de caer ante Racing en Avellaneda, producto de dos errores determinantes de Sergio Romero, otro indiscutido y de peso por experiencia y jerarquía. Por eso, Boca se juega más que River, su rival de toda la vida, inmerso en la pelea por un sitio en semifinales de la Libertadores. Al técnico le suele ir bien en los clásicos y no perdió este año como local, por lo que aspira a volver a superar al Millonario.

River, con la vuelta de Gallardo y refuerzos campeones del mundo

El Millonario, por su parte, tras la dura caída ante Boca, siguió firme en la Libertadores y se clasificó como el mejor de todos en la fase de grupos, con Demichelis en el banco. En tanto, padeció un fracaso grande: fue eliminado por Temperley, por penales, tras igualar, en la Copa Argentina, lo que generó mucho ruido. Ya en la vuelta al ruedo, con críticas fuertes internas por el juego intermitente, cambios muy discutidos, la caída en dicha Copa y un rendimiento muy pobre de visitante, de muchísimos simpatizantes y de la prensa, la dirigencia decidió cambiar el técnico. Y así fue que volvió la ilusión con el inicio de la segunda era de Marcelo Gallardo como DT en el club de sus amores.

Con el arribo del Muñeco, para la mayoría el más exitoso entrenador de la historia del club, con éxitos internacionales de peso, pudieron llegar refuerzos de renombre y recorrido. Primero, con el anterior técnico, se incorporaron Jeremías Ledesma, Federico Gattoni, Franco Carboni, Felipe Peña Biafore, Adam Bareiro y Fabricio Bustos. Pero Peña Biafore y Carboni fueron desvinculados, tras casi no ser tenidos en cuenta por Gallardo, que se encontró con nuevos jugadores y así tuvo un plantel muy amplio. Sin dudas, fue todo muy desprolijo, porque estuvieron menos de un mes en River, aunque los directivos sumaron un punto muy grande a favor con el regreso del Muñeco.

Motivados por el desafío de tener a Gallardo como conductor y en plena competencia ante Talleres de Córdoba por la Libertadores, se sumaron en la recta final de esta ventana de transferencias Germán Pezzella y Marcos Acuña, dos campeones del Mundial de Qatar 2022 con la Albiceleste y bicampeones de la Copa América. Y además llegó Maximiliano Meza, otro fichaje muy valioso. Y enseguida se notó la mano del entrenador al lograr mayor firmeza defensiva, una virtud de sus conjuntos. Lo fue costando un poco, pero empezó a verse de a poco un rendimiento más fluido, con presión alta y mucha intensidad.

El problema de River, justo para este Superclásico, radica en que le cae justo en el medio de la serie contra Colo Colo por cuartos de final de la Libertadores. Viene de igualar en la ida, en Chile, solo cuatro días antes de pisar La Bombonera. Y apenas tres días después disputará la revancha en el Monumental de Núñez, por lo que debe diagramar muy bien a los futbolistas que utiliza, ya que inclusive algunos arrastran dolencias físicas, como Meza y Matías Kranevitter. Esta acumulación de partidos importantes lleva a Gallardo y su cuerpo técnico a tener seguramente que reservar a algunos titulares, cuidando a algunos de los de mayor edad. Un caso evidente es el de Nacho Fernández, "recuperado" desde su vuelta a la conducción del equipo.

El DT ahora no cuenta con Rodrigo Aliendro, lesionado, clave en la formación en el anterior duelo contra Boca. Ahora viene probando más con Claudio Echeverri y no tanto con Franco Mastantuono, a la hora de la creación y desnivel, entre sus jóvenes de mayor proyección. Por eso, por su ancha espalda, Gallardo tiene menos que perder este sábado, por estar en plena disputa ante Colo Colo, con la mira puesta en sacar otro boleto a semifinales de la Libertadores. Y puede incidir en cuánto estará dispuesto a arriesgar en este encuentro que paraliza al país. Se presume que pondrá una base titular y preservará a algunos titulares, quienes podrían jugar pocos minutos.

En el Torneo de la Liga, ambos conjuntos siguen mostrándose irregulares, pero este partido tan especial lo quieren ganar a cualquier precio, sin importar casi cómo llegan. Por eso, hay muchísimo en juego.