Lo que pudo ser un gran partido de fútbol, terminó siendo en un duelo de resistencia física, en el que Vélez Sarsfield tuvo un aire más y su goleador Braian Romero apareció en el momento justo para sentenciar el triunfo 1-0 sobre Racing Club en el estadio Amalfitani, que afirmó al Fortín en la cima en la 17ª fecha del Torneo de la Liga Profesional y deja a la Academia casi sin chances.
El líder y la Academia entusiasmaron más de lo que realmente dieron finalmente a lo largo del encuentro. Porque los conducidos por Gustavo Quinteros tuvieron un inicio en el que parecía que se llevaban por delante al rival, con una llegada clara de Francisco Pizzini a los dos minutos, que Gabriel Arias salvó con un buen manotazo.
Después de ese sacudón del comienzo, los de Gustavo Costas lograron acomodars en el campo, pese a que a los siete perdieron a Santiago Quirós por una dolencia en la rodilla, que obligó al DT a meter el primer cambio muy rápido. Y en el final de la etapa, también salió lesionado Marco Di Césare.
Más allá de los contratiempos, con un mejor manejo en el mediocampo, Racing logró responder a la intensidad que propuso Vélez, aunque los dos fallaron y no consiguieron tener profundidad. Las acciones más peligrosas llegaron a partir de pelotas paradas, en las que la Academia intentó explotar el buen pie de Juanfer Quintero. Mientras que el Fortín se apoyó más en la velocidad y el despliegue de Pizzini y Aquino.
Entre el calor y el esfuerzo del primer tiempo, el segundo tuvo una notable baja en el ritmo. Nunca apareció el juego que los dos quisieron. En Racing, Juan Nardoni fue el mejor del mediocampo, pero ni Juanfer ni Almendra consiguieron generar el juego ofensivo desde el interior, ni pudieron asociarse Maravilla Martínez con Roger.
Mientras que Vélez siguió buscando hasta el final, con menor intensidad, pero siempre por los costados. Una fórmula, que le terminó dando resultado sobre el cierre, cuando Aquino -la figura del local- desbordó por la izquierda, le ganó a la marca y sacó un centro que Braian Romero cabeceó de pique al suelo para anotar ese gol, que cada vez parecía más lejano en este partido.
Romero no había tenido casi chances de peligro en 85 minutos de juego, pero apareció para darle un triunfo justo, porque los de Quinteros mostraron mayor determinación, resistencia y perseverancia. Ingredientes necesarios para ganar cuando las cosas no salen como se esperaban y, quizás también, para ser campeón.