Boca perdió 1-0 con Racing en las semifinales del Torneo Clausura 2025 y Claudio Ubeda fue el gran apuntado por La Bombonera tras la eliminación.
El Xeneize jugó un primer tiempo aceptable ante La Academia, aunque prácticamente no pateó al arco. En la segunda etapa, el conjunto local se apagó, dejó crecer a Racing y fue víctima del regreso al gol de Adrián Maravilla Martínez.
Un Boca sin respuestas, dentro y fuera de la cancha
Los murmullos fueron los peores fantasmas para Milton Giménez, quien hizo un partido pésimo y no pudo recuperar el olfato goleador que había demostrado a principio de temporada.
Con un 9 roto en confianza y el otro sin protagonismo, la dupla de Giménez-Merentiel no pudo hacerle ni cosquillas a Facundo Cambeses.
La esperanza de Boca estaba sostenida en dos escenarios posibles: la aparición de una jugada angelada del campeón del mundo o la ruptura del letargo por el vértigo del Changuito. Pero ni Leandro Paredes hizo magia ni Exequiel Zeballos tuvo tiempo de hacerse cargo del partido.
Con velocidad, desequilibrio y, sobre todo, con su accionar impredecible, Zeballos le venía ganando el duelo a Mura cuando algo insólito sucedió.
"¿Qué carajo está haciendo?", fue la frase de un hincha que resumió el sentimiento de todo el estadio. El cartel de la mitad de cancha puso en rojo el 7 (Zeballos) y en verde el 20 (Velasco). Entonces, el DT, que no había movido el banco hasta ese momento, sacó al jugador más peligroso de Boca para meter a un mediocampista sin rodaje.
“Los planes de Dios son perfectos”, decía la remera que tenía Zeballos debajo de la camiseta. Pero el plano televisivo que soñó para festejar un gol, se dio con su cara frustrada, presto para ver el resto del partido desde abajo de la platea preferencial.
Chiflidos. Insultos. Caras petrificadas. La Bombonera recibió la primera modificación entre repudio e incredulidad.
El partido pedía un cambio a gritos. Pero no ese. Zeballos no brillaba, pero por lo menos algo le prometía a los xeneizes.
A partir de ese momento, se rompió todo: Boca se desconcentró, Racing se agrandó y la relación de la gente con Ubeda se quebró súbitamente.
Los minutos que restaron solo sumaron confusión. Los de Gustavo Costas se dedicaron a enfriar el partido y los locales entraron en desesperación. Justo ahí, Maravilla olió sangre y se comió tanto a los centrales como a Agustín Marchesín.
Con el reloj como enemigo, a Boca le urgía un gol y ya no tenía quien pueda hacerlo. Mientras tanto, Ander Herrera y Edinson Cavani fueron espectadores desde el otro lado de la línea de cal, una vez más.
Para cerrar el repertorio de decisiones inexplicables, en tiempo agregado, Ubeda metió a Rodrigo Battaglia por Milton Delgado y acabó de desconcertar a todos.
"Regalaste el partido", "Con vos jugamos con uno en contra", "Te tenés que ir ya, Ubeda". Son algunas de las frases que bajaron desde los escalones azules y amarillos de Brandsen.
El entrenador se retiró silbado, insultado e, incluso, acusado por algunos plateistas de "ser hincha de Racing".
Ubeda explicó sus decisiones: ¿La ruptura con el hincha es irreversible?
La palabra más esperada después del 1-0 de Racing sobre Boca era la de Claudio Ubeda, protagonista total en la eliminación xeneize.
Los hinchas xeneizes, y el público en general, quedaron sorprendidos por algunas las decisiones que tomó el DT, entre ellas, no sacar a Milton Giménez, no poner a los "refuerzos internacionales que se estaban reservando" y, sobre todo, sacar del campo al más jugador más dañino.
“Edi entró en calor, pero sufrió una molestia en la zona lumbar”, confesó el DT en conferencia para explicar por qué no entró Edinson Cavani. “No era el momento para poner a Ander”, dijo el DT sobre Herrera.
¿Cómo se excusó el entrenador por el momento más polémico de la noche? “Gestos de cansancio” en Zeballos.
Las explicaciones del director técnico parecen ser escuetas para la gran desilusión del hincha, que lo eligió como máximo responsable de la eliminación. Habrá que esperar para saber cómo reaccionará la gente al escucharlas.
Boca parecía ordenado de cara a la próxima temporada y recibió un sacudón inesperado. Una vez más, quedó "recalculando" y con muchas incógnitas de cara a lo que viene.
Lo cierto es que Racing eliminó a Boca y le propinó más que una dolorosa eliminación en su casa. Además de amargar su cierre de año y borrarle el sueño del título, le sumó un problemón a Juan Román Riquelme, que tendrá que buscar un técnico para 2026 o asumir el costo político de ratificar a Ubeda, al que La Bombonera le soltó la mano.
