BUENOS AIRES -- El plantel de River Plate regresó a Buenos Aires en la mañana del martes, poco después de las nueve, procedente de Uruguay luego de ser goleado el lunes por Peñarol por 4-1, en el partido amistoso que sirvió para la inauguración del flamante estadio del equipo uruguayo denominado 'Campeón del Siglo'.
La delegación millonaria llegó al aeroparque porteño Jorge Newbery, y la mayoría de los dirigidos por Marcelo Gallardo se retiraron sin hacer declaraciones y se subieron al micro que los trasladó al estadio Monumental.
La principal preocupación de Gallardo y todos los hinchas riverplatenses es el estado físico del arquero Marcelo Barovero, quien a los 10 minutos del primer tiempo se retiró lesionado con un fuerte dolor en la zona intercostal izquierda, producto de un choque con el defensor Guillermo Rodríguez. Ningún integrante del cuerpo técnico se detuvo para hablar con la prensa sobre la situación del arquero, pero se pudo saber que en el transcurso del día será sometido a una serie de estudios para conocer la gravedad de la lesión.
“A nadie le gusta perder. Cuando representamos la camiseta de River, representamos el prestigio de todo un club. No son partidos amistosos. Lo tomamos con total seriedad”, comentó el defensor colombiano, Eder Álvarez Balanta, el único que se tomó un tiempo para dialogar con la prensa.
El zaguero, que volvió a jugar luego de un largo parate por lesión, agregó: “Todos los errores que cometemos en los partidos tratamos de corregirlo en la semana y trabajamos sobre lo que se puede mejorar. Nadie trabaja para no mejorar y salir a perder”.
River, lejos de la pelea por el primer lugar de la Zona 1 del torneo de Primera División, donde ocupa la décima posición, con 9 puntos, a ocho de los punteros, Rosario Central y Godoy Cruz de Mendoza, enfrentará en la próxima fecha, la novena, a Patronato de Paraná.