El Barcelona, 321 días después, volvió a despedirse por la puerta pequeña de la Champions League. El Bayern le aplastó un 8 de diciembre de 2021 en el Allianz Arena de Múnich (3-0) para consumar su primera eliminación en la liguilla desde diciembre de 1998 (curiosamente también con el Bayern en el mismo grupo) y este 25 de octubre de 2022 pasará a la triste historia azulgrana en Europa con mayor decepción que hace un año, puesto que afrontó el duelo frente al campeón alemán sabiéndose ya eliminado... Y volvió a caer por 0-3.
Ni una sola vez disparó entre los tres palos el Barcelona en un ejercicio de impotencia inasumible después de haber invertido más de 150 millones de euros en el mercado y reforzar su plantilla para ser alguien en Europa. Y sigue siendo, tristemente, un equipo de andar por casa. Podrá decirse que es un equipo en construcción y, también, que la fortuna no le ha acompañado con los arbitrajes en Múnich o Milán, pero, más allá de eso, la realidad es que es un equipo cualquiera en Europa.
Si confiaba en un favor ajeno, pronto se despertó del sueño porque poco más de media hora necesitó el Inter para imponer la lógica sobre el animoso pero limitadísimo Viktoria Plzen, entregado a su suerte al descanso, incapaz de aspirar a nada más que una derrota honrosa y menos aún de soñar con darle un mínimo apoyo a ese Barça a cuya plantilla citó Xavi Hernández en el Camp Nou para seguir desde el vestuario lo que fue crónica de un desastre anunciado.
Después... La nada. Triste pero cierto, el Barça ha encajado 19 goles en los cinco últimos partidos que ha jugado contra el Bayern, convertido en su mayor ogro para demostrarle lo que es hoy en día en esa Champions inalcanzable.
El Barça ha ganado apenas tres partidos de los últimos 15 que ha disputado en la Champions. Y fueron ante rivales menores como el Dynamo Kiev y el Viktoria Plzen. Desde que en la última jornada de la fase de grupos de la temporada 2020-21, la Juventus asaltó el Camp Nou venciendo por 0-3 el devenir azulgrana en la máxima competición continental ha sido un auténtico desastre. Le aplastó sin miramientos en aquel curso el PSG de Mbappé en los octavos y a partir de ahí ha sido incapaz de superar la liguilla durante dos campañas a cual más decepcionante.
El Bayern despidió al Barça goleándole la pasada temporada en Múnich y el Bayern le volvió a despedir, aplastándole en el Camp Nou. Necesitó media hora para apuntillarle y si se llegó al descanso con 0-2 fue casi de casualidad puesto que pudo marcar al menos otros dos goles el equipo alemán mientras enfrente el Barça no disparó ni una sola vez a puerta.
De hecho no llegó a disparar entre palos en los 95 minutos que duró el partido mientras debió recoger la pelota hasta tres veces de la portería de Ter Stegen. Como un día de la Marmota, al Barça Europa le viene demasiado grande todavía.