Benfica se sentía favorito para su debut en la UEFA Champions League 2023/24 en el estadio Da Luz ante Salzburgo, sin embargo, le bastaron 15 minutos para que cambiara por completo el panorama: le cobraron dos penales en contra y quedó con un hombre menos por expulsión. Estos hechos marcaron el partido, que terminó en derrota 0-2 de los portugueses en su casa.
Muy rápido se torció la historia para las Águilas lusas comandadas por Ángel Di María: al minuto, un puñetazo del arquero Anatoli Trubbin sobre Karim Konaté, cuando salió a cortar un córner fue sancionado dentro del área. Pero luego, el delantero le dio muy abajo al balón, en el disparo desde los 12 pasos, y la tiró muy por encima del travesaño.
Cuando pensaron que había pasado el temblor, a los 12 minutos, de nuevo, salió el contragolpe rápido de los austríacos por la izquierda,el guardavallas salió a achicar y quedó caído, el remate salió rechazado por un defensor con dirección al arco, y Antonio Silva, como último hombre pegó el manotazo al balón para evitar que la pelota se meta en el arco, con Konaté justo delante, para empujarla.
El juez no dudó: penal y expulsión. Y esta vez sí, Roko Simic no falló y adelantó a los visitantes en el 1-0 marcador. Así terminó la primera etapa.
En el segundo tiempo, el cuadro austríaco aumentó la diferencia en España por intermedio del joven israelí Oscar Gluh y controló el partido. Benfica, con uno menos, no supo cómo llegar al empate.
Así, el equipo de los campeones del mundo Otamendi y Di María comenzó el máximo torneo europeo con una dura derrota como local.