Con su presencia ante el Porto, Marc-André ter Stegen igualará a Ramallets como el tercer portero con más partidos en el Barcelona.
OPORTO -- Marc-André ter Stegen alcanzará el miércoles, en Do Dragao, en la segunda jornada de la fase de grupos de la Champions League y ante el Porto, los 387 partidos oficiales con el Barcelona que entre 1948 y 1961 disputó Antonio Ramallets, el primer gran portero de la historia del club azulgrana y que a partir del siguiente domingo, si como se supone juega en Granada, le cederá el tercer puesto entre los guardametas con mayor recorrido en el Barça. Por delante quedarán Andoni Zubizarreta (410 encuentros) y Víctor Valdés (535).
Presentado en mayo de 2014, el alemán llegó al Camp Nou con 22 años y personalizando una apuesta personal de Zubizarreta, entonces director deportivo del Barça, que pagó 12 millones de euros por su fichaje al Borussia Mönchengladbach. Llamado a ser el sucesor de Valdés, sus inicios no fueron del todo fáciles por cuanto Luis Enrique forzó la incorporación de Claudio Bravo, más experimentado, y le dio al chileno la titularidad en la Liga.
La convivencia entre ambos, complicada, acabó al cabo de dos años, cuando el Barça traspasó al chileno al Manchester City como respuesta a la amenaza de Ter Stegen, quien tras dos temporadas jugando Champions y Copa advirtió al club que prefería irse antes de seguir conviviendo con Bravo. Hoy todo aquello se contempla muy lejano y si las nuevas generaciones de aficionados no adivinarían otro portero, él mismo, cumpliendo su décima temporada en el club, se sabe tan intocable como imprescindible. No fueron Jasper Cillessen ni tampoco Neto oponentes que pudieran dificultarle una titularidad que tampoco amenaza Iñaki Peña. Y de esta manera, habiendo ya renovado hasta 2028 ajustándose su salario (a corto plazo) para colaborar con el club todo hace pensar que Valdés acabará cediéndole el primer lugar en la historia de los porteros del Barça.
En la historia, con letras mayúsculas, ya se encuentra su nombre, siendo hoy el último superviviente del XI que el Barça presentó en la final de Berlín y encontrándose cerca de igualar el porcentaje de victorias que consiguió su predecesor (un 67 por ciento de los partidos), no solo sabe que el tiempo le reservará un lugar entre los legendarios, sino que habrá logrado romper un mito tan cierto como extraño: la fatalidad de los porteros extranjeros en el club azulgrana.
Desde Vitor Baia y hasta Bravo, no ha habido un portero extranjero que no dejara sombra de sospecha en el Barcelona, cuando no de fracaso. Enke, Bonano, Dutruel o Rustu pasaron sin dejar huella, como sí hizo, de manera discreta pero efectiva, el neerlandés Hesp durante la etapa de Louis van Gaal.
Acabó Ter Stegen con esa maldición y superado el listón de Ramallets, El gato de Maracaná, el próximo a superar, esta misma temporada, será su padrino Zubizarreta dentro de 24 partidos. Y al final del curso ya se instalará entre los 11 jugadores con más partidos de azulgrana y el fichaje extranjero con más apariciones.
Faltan meses para ello y para descubrir si su ascenso en la lista coincide con la conquista de una Champions que habiendo celebrado en 2015 se ha convertido en una pesadilla para él, imposible de olvidar decepciones como Roma o desastres como Liverpool. De entrada, en Porto guardará la portería azulgrana en busca del primer triunfo a domicilio en la máxima competición desde noviembre de 2021, cuando venció el Barça en Kiev al Dynamo.