Alex Michelsen (41° de la ATP) dio uno de los golpes más contundentes de la primera ronda tras eliminar a Stefanos Tsitsipas (11°) en el Australian Open. Luego de dos horas y 45 minutos, el estadounidense logró imponerse por 7-5, 6-3, 2-6 y 6-4.
Dos caras de la misma moneda. Por el lado del griego, esta derrota significa continuar en esta "crisis tenística" que ya lleva varios meses. El americano, por su parte, con tan solo 20 años emerge como una de las caras prometedoras del circuito.
La última vez que el ateniense había caído en el debut del Grand Slam oceánico había sido en el 2018, es decir, exactamente siete años atrás. En lo que en aquel momento era un duelo de jóvenes promesas, Denis Shapovalov se impuso por 6-1, 6-3 y 7-6 (5).
Tsitsipas, después de llegar a la final del Abierto de Australia 2023, nunca más superó la cuarta ronda en un torneo de Grand Slam que no sea sobre polvo de ladrillo (en Roland Garros lo hizo en 2023 y 2024).
De hecho, a nivel major su última victoria fue en la primera ronda de Wimbledon 2024 ante Taro Daniel en sets corridos. Posteriormente, cayó frente a Emil Ruusuvuori (Wimbledon) y Thanasi Kokkinakis (US Open), ambos en cuatro sets.
Debido a esta situación, y si consiguen avanzar Holger Rune y Ugo Humbert, podría llegar a caer a su peor ranking desde 2019 (a comienzos de dicha temporada, Stefanos llegó a estar 15°).
El 2024 no fue el mejor año para Tsitsipas, al menos si se tiene en cuenta todo lo que ganó en las temporadas anteriores. De hecho, fue el propio tenista griego el que lo catalogó como un baño de humildad tras no clasificarse a las ATP Finals. "No formar parte de las ATP Finals este año fue un baño de humildad y me enseñó el valor de la resiliencia y la perspectiva", había señalado en las redes sociales.
Por lo pronto, Michelsen espera en la segunda ronda al ganador del duelo entre el español Martín Landaluce (143°) y el australiano James McCabe (258°).
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