Un PSG dubitativo y que tuvo en Kylian Mbappé a su salvador empató 1-1 este miércoles ante Borussia Dortmund en Alemania y, como Milan superó 2-1 a Newcastle en Inglaterra, avanzó a octavos de final de la UEFA Champions League como segundo del Grupo F.
El equipo parisino nunca pudo imponer su fútbol y un sólido Dortmund le discutió el dominio del encuentro, a tal punto que fue el equipo que abrió el marcador y, por unos minutos, llenó de temor a los de Luis Enrique, que se estaban quedando afuera.
El primer tiempo del choque fue intenso y espectacular. Quedará en el recuerdo como uno de los más divertidos 45 minutos con un 0-0 en el lumínico. Tuvo de todo. Una salvada espectacular de Niklas Sule cuando todo PSG ya festejaba el gol de Mbappé, una jugada bárbara de Bradley Barcola que devolvió el palo derecho y una atajada memorable del italiano Gianluigi Donnarumma.
La segunda parte empezó igual, sin ninguno de los contendientes resignándose al dominio del otro.
Y la primera emoción fuerte fue a los 51, cuando un error garrafal en la salida de los hombres de Luis Enrique posibilitó el gol del local. Ramy Bensebaini la robó por la izquierda, se la pasó a Niclas Fullkrug y este, con una muy buena jugada y una alta cuota de frialdad, asistió a Adeyemi, que definió con sutileza al palo derecho.
En esos momentos Newcastle vencía a Milan y la derrota condenaba a PSG a jugar en la UEFA Europa League.
El nerviosismo total le duró poco al conjunto francés, porque cinco minutos después Mbappé salió al rescate del conjunto parisino. Jugada rápida por izquierda, desequilibró con su velocidad y soltó para el corazón del área. Allí le quedó al jovencísimo Warren Zaire-Emery, que definió fuerte para poner el empate rápido.
PSG recuperó la confianza y, siempre con Mbappé como emblema, fue por más. Se chocó con sus propias limitaciones y una defensa sólida.
Por primera vez en el encuentro, el local se replegó para posicionarse de contra. Forzado por el renovado ímpetu del equipo galo, por momentos se lo vio demasiado metido en su propia área.
A los 76, Mbappé festejó el 2-1 tras una muy linda jugada por derecha, pero instantes después el árbitro, a instancias del VAR, anuló la jugada por un offside milimétrico.
Sobre el final, los hombres de amarillo casi aprovechan el agujero que la línea defensiva parisina tuvo en su centro durante todo el partido, pero no pudieron dar la puntada que hubiera significado la eliminación de PSG.
El partido terminó 1-1 y estuvo bien. Fue justo.
Sin jugar bien y dependiendo de otros resultados, el poderoso conjunto francés pasó raspando a octavos de final.