El Barcelona dio un partido mísero que comenzó con el regalo de Oriol Romeu y terminó sin que fuera capaz el equipo azulgrana de mostrar sus galones.
AMBERES -- El Barcelona pasará, como se suponía, a los octavos de final de la Champions como primero. Pero no pudo tener una despedida más triste de la fase de grupos en Amberes. Dijo adiós con una derrota ridícula en un partido horrendo. Evitaba Marc Guiu el sonrojo marcando en tiempo añadido para que en la jugada posterior George Ilenikhena anotase el 3-2 para un Royal Antwerp que no se podía creer lo sucedido.
No sabe el Barça si va o viene, no parece tener plan y ante tal desbarajuste ya puede enfrentarse al Girona, líder de LaLiga, o al campeón de Bélgica, un 'Don nadie' en la Champions y que después de haber perdido los primeros cinco partidos de la fase de grupos fue capaz de mostrar todas sus carencias.
Fue, lo del Barça, un desbarajuste total. Desde que el lunes dio a conocer una lista de convocados que 24 horas después modificó de manera sospechosa y hasta acabar un partido desastroso. Se van repitiendo las críticas. Pero resultaría difícil encontrar 90 minutos de un nivel tan paupérrimo desde que Xavi se hizo cargo del equipo hace ya dos años.
Nada se entiende y menos se comprende alrededor de un club en el que hasta desaparece el discurso unitario. Si el martes dijo Xavi que el cambio en la convocatoria había sido decidido junto a Deco y con el propio conocimiento de Joan Laporta, un día después el director deportivo le desmintió. "Las convocatorias son cosas del míster, nosotros no hemos consensuado nada", afirmó Deco, dejando en no muy buen lugar precisamente a un entrenador que mucho deberá afinar, y con urgencia, para sacar del atolladero a este Barça.
Futbolísiticamente fue la nada más absoluta. Un partido mísero que comenzó con el regalo de Oriol Romeu y terminó sin que fuera capaz el equipo azulgrana de mostrar sus galones ante un rival que estrenó su casillero de victorias la noche de su despedida en Europa.
El Barça remató cuatro veces entre palos en todo el partido, siendo el primero de ellos el de Ferran que le significó el empate pasada la media hora y el cuarto en el minuto 91 que fue el 2-2. Pero encajó tres goles, que sumados a los cuatro del Girona suman siete en dos partidos sin que Iñaki Peña tenga ninguna clase de responsabilidad.
El Barça jugará los octavos de final de la Champions, pero ya puede mejorar, y mucho, si en febrero pretende seguir siendo alguien en Europa.