Inter venció sufriendo 1-0 a Atlético de Madrid en la ida de octavos de final de la UEFA Champions League, en un partido que parecía escapársele con un empate a cero y en el que Marko Arnautovic hizo la diferencia después de haber fallado tres ocasiones clarísimas.
La perseverancia del delantero le dio un premio valioso en un momento oportuno, a falta de 10' para el final y con la confianza por el piso. Un error en salida del Colchonero terminó con una escapada en velocidad de Lautaro Martínez que definió mal ante la salida de Jan Oblak, pero que el austríaco corrigió para desatar la locura en el Giuseppe Meazza.
Es que Inter había sido superior a lo largo del encuentro, aunque las chances claras las tuvo en el complemento. El punto de inflexión del partido se dio con la salida por lesión de Marcus Thuram en el entretiempo y el ingreso en su lugar de Arnautovic, que sería protagonista absoluto. Primero por haber fallado tres ocasiones claras: un centro rastrero en el inicio del segundo tiempo que tiró por arriba del travesaño, una pared exquisita con Lautaro en la que el mano a mano también se fue por encima del horizontal y un buscapié de Denzel Dumfries que no llegó a conectar.
Pero cuando el público se impacientaba e Inter parecía desperdiciar su chance de frente a un Colchonero que no destaca por regalar ocasiones, Arnautovic se redimió. Y de qué manera: corrigió la definición imperfecta de Lautaro y, de zurda, se desahogó en un grito de gol infinito.
El equipo de Inzaghi termina valorando la ventaja frente a un rival muy duro, como local y sabiendo que tiene con qué. Y el Colchonero irá por la heroica en el Wanda Metropolitano.