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Julián Álvarez afronta la Champions, con Atlético de Madrid, en su primer rol protagónico

Julián Álvarez, delantero de Atlético de Madrid, atraviesa su propio cambio de piel como estrella del fútbol global. El principio del fuego empezó en River, la explosión llegó con sus cuatro goles en el Mundial de Qatar 2022 con la Selección Argentina, y finalmente desembocó en la conquista reiterada de títulos en el Manchester City, incluída la Champions League 2023.

La Araña es un jugador especial. Sin ningún lugar a dudas. En el City, jugó 109 partidos, levantó seis trofeos (dos Premier League, la FA Cup, la Champions, la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes) e hizo 36 goles, 20 en la Premier, ocho en Champions, cuatro en FA Cup, uno en Carabao Cup, uno en la Community Shield y dos en el Mundial de Clubes.

Nadie puede dudar del valor que tiene Julián Álvarez hoy en el orden mundial. Sin embargo, hay que decir las cosas como son: en el Mundial fue figura clave pero recién en el tercer partido ante Polonia fue titular para nunca más salir. Lionel Scaloni y su valor para bancar jugadores sin insignia aún de Sheriff, le permitió a Argentina conquistar el gran éxito del tercer Mundial para sus vitrinas. Hasta la Copa del Mundo, Julián era un jugador con muchísima proyección pero no era una estrella establecida. Aún se recuerda la declaración de Alejandro 'Papu' Gómez cuando dijo, después de tres goles convertidos a Patronato con la camiseta del Millonario: "El otro día vi que hizo tres goles contra Patronato y los periodistas lo tratan como si fuese (Gabriel) Batistuta... Y tienen que tener cuidado con esas cosas. Juega espectacular, hace goles todos los partidos, pero no lo carguemos de responsabilidades y otras cosas. Es peligroso para él. Yo escucho programas y dicen cada cosa...".

Dicho esto, Julián Álvarez fue siempre de atrás en el rol protagónico. En Argentina, la presión siempre recayó sobre Lionel Messi en el sector ofensivo. Álvarez fue siempre una consecuencia del fútbol de La Pulga. Hablamos de un futbolista velocísimo, intenso en extremo en la presión sobre la defensa contraria, pero con personalidad sumisa, lejos de la impronta de liderazgo que pueden tener otros. Nadie duda de sus participaciones y acciones elite, pero siempre fue como segunda o tercera espada de los equipos que conformó.

Pep Guardiola vio la situación de manera similar en el City. Julián Álvarez, con números de excelencia, saltó siempre desde el banco como suplente del noruego Erling Haaland. Fue un complemento de un equipo poderosísimo ya armado. Hizo sus goles, pero cumplió siempre un rol lógico obediente, por delante de Rodri, como compañero de Bernardo Silva, Phil Foden y otras figuras. Quizás sea por eso que el pedido de jugar más, la exigencia de nuevos desafíos, de buscar nuevas experiencias y salirse de libreto para llegar a Atlético Madrid, haya tenido para Pep tono de desplante. Fue la rebelión impensada, el alumno dócil que pega un puñetazo al banco y por fin grita lo que desea. La primera reacción del profesor es indignación, luego sorpresa, y finalmente aceptación.

Julián Álvarez y su nuevo rol de líder en Atlético de Madrid para ganar la Champions

Julián Álvarez fue pensado por el Atlético de Madrid como una estrella del fútbol mundial. Es, después de emerger en River, la primera vez que le pasa. Muy merecido por cierto, pero es el debut como persona-jugador en la recepción de un tratamiento de estas características. Ni cinco, ni cuatro, ni tres, ni dos: el delantero argentino, en el Colchonero, llega con cartel de uno. Ese es el desafío que hoy se le presenta en modo de mandato: ¿Puede Julián Álvarez devolver con goles, asistencias, y finalmente liderazgo la confianza depositada? ¿Cómo lo acaricia el trato de amabilidad de la prensa que lo ve como uno de los salvadores del equipo de Diego Simeone? Aquí hablamos de fútbol, pero más que eso de desafío, personalidad e impronta.

El ex River fue uno de los tres mayores elegidos por Javier Mascherano para jugar en la Selección Argentina en los Juegos Olímpicos 2024. Junto al arquero Gerónimo Rulli y al defensor Nicolás Otamendi, cargaron con una mochila extra. El equipo albiceleste tuvo un rendimiento por debajo de lo esperado, y más allá de perder en un partido muy parejo ante Francia en cuartos de final, la producción general fue pobre. Julián Álvarez dejó el torneo sin goles.

En Atlético de Madrid, que compró al jugador por una suma cercana a los 104 millones de dólares, aún se mantiene virgen de conquistas. Jugó cuatro partidos, tres de ellos como titular, y todavía no logró inflar las redes.

El golazo de Julián Álvarez frente a Chile en el Estadio Monumental, por Eliminatorias CONMEBOL, provocó ilusión en los hinchas del club rojiblanco. Fue algo así como codearse y convencerse de que habían fichado a ese jugador, que había que darle tiempo, que finalmente iba a aparecer.

La propia cruzada de Julián Álvarez, su propia odisea futbolística en España, comenzará el próximo jueves 19 de septiembre cuando Atlético de Madrid reciba en el Vicente Calderón al RB Leipzig en la primera de las ocho jornadas que jugará en Champions. Tendrá como rivales de local, además, a Bayer Leverkusen, Lille y Slovan Bratislava. De visitante, jugará ante PSG, Benfica, Salzburgo y Sparta Praga.

Goles son amores y cuestan millones. ¿Podrá la Araña transformarse en el superhéroe que los aficionados de medio Madrid esperan conocer? Las cartas están sobre la mesa.

En un nuevo rol de liderazgo, es tiempo de demostrarlo.